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Opinión

25 de Marzo de 2023

Guerra en Irak, un balance a sus 20 años

Agencia Uno

En esta columna el académico Pablo Álvarez, secretario de estudios de la Escuela de Historia Universidad Diego Portales (UDP), realiza un balance histórico revisando cuatro puntos cuando se cumplen 20 años de su inicio.

Por Pablo Álvarez

A 20 años de la guerra en Irak es importante hacer un balance histórico de este periodo, principalmente por los costos humanos y económicos que ha tenido este conflicto para el mundo entero.

Lo primero que se debe apuntar es que la guerra en Irak fue una invasión ilegal. La causa de guerra que se arguyó fue que la dictadura de Hussein tenía un programa de Armas de Destrucción Masivas (ADM) activo, a pesar de las restricciones que le impuso la comunidad internacional después de la guerra del Golfo Pérsico a comienzos de los 90. Esa acusación resultó ser falsa, nunca se comprobó la existencia de ADM.

También se acusó a Sadam Hussein de dar refugio a Al Qaeda, cosa que tampoco se pudo comprobar.

Recordemos que Estados Unidos se encontraba en guerra –supuestamente, contra el terrorismo- tras los atentados en Nueva York y Washington, no obstante, el país norteamericano no siguió el conducto legal para iniciar un conflicto bélico, por lo que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (órgano principal de la ONU) no aprobó la resolución para comenzar una guerra.

En ese marco, los votos de Chile y México resultaron decisivos para evitar la invasión bajo mandato de la ONU; ambos países eran miembros no permanentes del Consejo y ambos sufrieron importantes presiones de parte de los Estados Unidos. Sin embargo, el país del norte, junto con algunos aliados, decidieron ir a la guerra contra Irak de manera unilateral, en lo que resultó ser una invasión a gran escala sin precedentes en décadas.

Un segundo punto para destacar es que la victoria militar contra Irak fue rápida, pero garantizar el orden y estabilidad fue muy lento y costoso, hasta hoy Irak no ha podido encontrar la armonía que se suponía que iba a llevar Estados Unidos.

La desarticulación del ejército iraquí fue desastrosa; miles de soldados desempleados, desterrados y humillados fueron uniéndose a la resistencia o grupos radicales islámicos, como lo fue el ISIS unos años después. Las divisiones sectarias explotaron y los grupos rebeldes o radicales crecieron exponencialmente. Irak vivía en una dictadura sangrienta, pero lo que vino después fue aún peor para los iraquíes.

Un tercer punto para tomar en consideración es el nivel de deshumanización que hubo durante la guerra y ocupación del país del Medio Oriente. En el cenit de la guerra hubo unos 170 mil soldados de EE. UU. en Irak, hoy permanecen más de 2 mil, de tal manera que podríamos decir que nunca terminó la ocupación, aunque Estados Unidos ha reclamado la victoria desde hace años.

¿Cómo puede haber victoria en una guerra con más de medio millón de muertos y millones de desplazados? Las imágenes de la tortura en la cárcel de Abu Ghraib por soldados de EE. UU. a soldados iraquíes es un fiel testimonio de esa deshumanización. Cuando hay vidas que no se consideran dignas de ser lloradas, esas vidas no se consideran vidas humanas.

Para justificar las guerras muchas veces se repite la idea de que el enemigo no valora la vida, la práctica de contar cadáveres (Body Count) utilizado por EE.UU. en la guerra de Vietnam es un ejemplo paradigmático de deshumanización del enemigo. Muchos deben pensar que los árabes-musulmanes no valoran la vida, por lo tanto, no es terrible que hubiera miles de víctimas, millones de desplazados, millares de niños huérfanos o mutilados, etc. Esa deshumanización oculta el hecho de que todos los seres humanos compartimos una misma naturaleza y lloramos a nuestros seres queridos de la misma forma.

Como último punto debemos relacionar todo esto con la actual guerra en Ucrania. Todo Occidente se ha alzado en llamar está una guerra de agresión y una invasión ilegal (que lo es, sin duda), pero no tuvieron vergüenza en apoyar a EE. UU. en Irak. A muchos les dio pena ver a ucranianos huyendo (con toda razón, por lo demás), pero no tuvieron la misma compasión por los iraquíes cuando EE. UU. bombardeó y torturó en Irak.

Las guerras son eventos despiadados y espantosos: las guerra unilaterales e ilegales de agresión, las ocupaciones de países soberanos y la tortura son inhumanas y muy costosas.

La economía de Estados Unidos y la economía mundial resintió fuertemente la invasión a Irak, lo mismo ha sucedido con la guerra en Rusia. Si de verdad vamos a ser antibelicistas hoy, deberíamos haberlo sido el 2003 también.

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