Hernán Larraín Matte y proceso constitucional: “El riesgo de que este texto sea rechazado es real”

Hernán Larraín Matte vivió en carne propia el proceso constituyente anterior, donde el proyecto de Constitución fue rechazado ampliamente por la ciudadanía. Hoy en día, el exconvencional observa el nuevo proceso desde su posición de director del proyecto constitucional en el think tank de Evópoli: Horizontal.

En esta entrevista advierte la posibilidad de que, producto del desinterés ciudadano en el nuevo proceso, el texto vuelva a ser rechazado. Además, aborda la situación de la derecha, asegurando que las alianzas dentro del Consejo dependen de los resultados y emplazando al Partido Republicano: “Si el día de mañana quieren gobernar, esta va a ser la primera prueba de fuego”.

A pesar de notar un “desacople” de la ciudadanía con el proceso, asegura que “soy de aquellos que cree que es muy importante cerrar el capítulo constitucional, pero consciente de que a diferencia de la vez anterior la ciudadanía está en otra”.

-¿Por qué existe un desinterés en esta elección y en el proceso constituyente?

-Mi impresión es que hay un desgaste ciudadano con el proceso constitucional muy grande y es parte del efecto de la Convención y de todo el esfuerzo fallido que eso implicó. Pero también con un cierto sentido de urgencia por temas prioritarios como la seguridad, la inflación, que están muy lejos de la conversación constitucional.

-¿Tiene sentido este proceso, considerando que la gente “está en otra”?

-Para la democracia chilena es súper importante cerrar este capítulo. Es cierto que una nueva Constitución no va a resolver los problemas más urgentes de los chilenos, pero tenemos que tener la capacidad como país de estar en lo urgente y en lo importante.

-¿Cuál fue la responsabilidad, en particular de la Convención, respecto del desinterés que se ve hoy?

-Pongámoslo en los siguientes términos: ¿Qué podemos aprender de la Convención y sus errores? Lo primero es que la forma es tan importante como el fondo. Los chilenos, cuando fueron a votar en el plebiscito de salida, no sólo votaron por el texto, sino que también por cómo se había construido. Lo segundo es que los chilenos no querían un proyecto refundacional. Por último, se depositó en el proceso anterior la posibilidad de resolver todos los problemas: ahí hubo un grave error de algunos que le dieron poderes mágicos a un texto constitucional.

-¿Respecto del desinterés, hay una posibilidad de que el texto final sea rechazado?

-El riesgo de que este texto sea rechazado al final del proceso es real, ya sea producto de la desafección, de lo que está ocurriendo con la delincuencia, con la economía, con un gobierno de bajo apoyo y en general con una desafección de la ciudadanía con la política en general. Además, este proceso parte con algunos adversarios, que votaron en contra de habilitarlo en la Cámara de Diputados, de todos los sectores políticos. Entonces, hay que ser muy cuidadosos y no hay que perder esta oportunidad.

-En la elección de convencionales, la izquierda fue la gran ganadora. ¿Cuál es su diagnóstico sobre ese resultado y el posterior rechazo a la propuesta constitucional?

-Hubo una mayoría a la izquierda que pensaron que la historia los había puesto ahí para imponer su propia ideología a todos los chilenos, eso fue un error. No hubo ninguna autocrítica, fueron parte de una exclusión a la centro derecha que, además, entremedio tuvo un resultado parlamentario muy importante, es decir, hubo señales para la izquierda de que esa forma podía terminar mal. Se les advirtió.

-¿La izquierda perdió toda oportunidad en el proceso anterior?

-La izquierda tuvo la oportunidad de hacer un texto que, cercano a sus convicciones y a sus ideas, fuera apoyado por una gran mayoría. Había una demanda ciudadana muy importante, pero yo creo que creer que puedes escribir un texto con tus convicciones para todos e imponerlas es un gran error. Lo que pasó fue que un grupo fue por todo y se quedó sin nada.

“Si el Partido Republicano tiene un buen resultado va a significar que van a tener una gran responsabilidad”

-¿Cómo proyecta la elección?

-Quiero ser prudente, porque en las últimas elecciones todo el mundo se ha equivocado. Pero mi impresión es que ningún sector va a tener los 3/5. Es decir, la suma de Chile Vamos y el Partido Republicano no va a dar para 30, por lo tanto va a existir un veto cruzado, que fue algo que no ocurrió en la Convención.

-Llamó la atención esa agrupación de Chile Vamos y el Partido Republicano. ¿Proyecta la alianza de su sector más con el Partido Republicano que con sectores de centroizquierda?

-Es una buena pregunta. Mi impresión es que hay que esperar los resultados para ver cuál va a ser la correlación de fuerzas, pero uno podría advertir que es posible que hayan bancadas en el Consejo en base a las listas y pactos.

-¿No cree que es más posible que exista un mayor consenso entre la centroderecha y la centroizquierda? Pensando que el Partido Republicano ha expresado que ellos quieren la Constitución actual

-Si el Partido Republicano tiene un buen resultado va a significar que van a tener una gran responsabilidad. Hasta ahora ellos han tenido una política testimonial, pero es distinto si logran una importante mayoría en el Consejo. Si el día de mañana quieren gobernar, esta va a ser la primera prueba de fuego que van a tener para ver cuáles son sus capacidades y condiciones para aportar.

-¿Tiene que tener cuidado la centroderecha y la derecha de que no les pase lo mismo que a la izquierda en la Convención Constitucional?

-Absolutamente. Si se da un excelente resultado, ya tenemos la evidencia de lo que significa que un grupo intente imponer sus convicciones al resto del país. Yo espero que se busque el diálogo y que los acuerdos sean lo más amplios posibles.