El escándalo que remece a Carey, el estudio jurídico más grande del país: acusaciones cruzadas y más de mil millones exigidos como indemnización

Una “expulsión” sin aviso previo ni justificación, una pugna entre abogados y millones por indemnización en juego. Estos son los elementos que configuran el escándalo que involucra al estudio jurídico Carey, considerado el más grande del país, que cuenta con más de 200 trabajadores en sus filas y ha formado parte de litigios de alto calibre.

Este domingo, un reportaje de Diario Financiero puso en evidencia los antecedentes de la acusación que interpuso el abogado Claudio Lizana, exsocio de la firma jurídica. El profesional deberá, el próximo 19 de julio, presentar una demanda arbitral en contra del estudio, en el que desempeñó labores durante más de 30 años.

En cuanto a los nombres involucrados en esta polémica, Lizana apunta contra Jaime y Jorge Carey, hermanos y socios fundadores de la firma. El artículo da cuenta de “pesos pesados” en esta pugna: quien representará al demandante será el abogado Ciro Colombara. Ambas partes declinaron profundizar en este proceso.

Antecedentes

Según el reportaje, Claudio Lizana cuenta con una vasta experiencia judicial, con litigios ante la Corte Suprema y el Tribunal de la Libre Competencia. El pasado 30 de noviembre, luego de tres décadas de labores, se concretó su alejamiento del estudio Carey y creó su propio bufete.

De acuerdo a documentos judiciales, a los que el citado medio tuvo acceso, incluyendo una Medida Prejudicial Preparatorial que fue ingresada en mayo, Lizana señala que “de manera completamente sorpresiva, sin aviso previo y sin justificación, se le expulsó del Estudio Carey por parte de la administración de éste, particularmente, por parte de los Sres. Jorge Carey Tagle y Jaime Carey Tagle”.

Dicho escrito añade que “no existe causa legítima alguna para expulsar a nuestro representado de estudio Carey, más que la mera antipatía hacia su persona por parte del Sr. Jaime Carey Tagle, cuestión que claramente se dejó ver en la oportunidad en la cual le comunicó su exclusión, ya que procedió a notificarle su expulsión aun antes de contar con la aprobación de los órganos internos competentes, particularmente la Asamblea de Socios”.

También alega que Jaime Carey “habría obtenido el consentimiento de los socios” mediante innuendos (difamación) y descalificaciones, con el propósito de “justificar su actuar doloso y causarle un daño irreparable” a Claudio Lizana.

Pasos a seguir

Desde la vereda demandante, hay dos acciones legales en carpeta. La primera es por incumplimiento y resolución parcial del llamado “pacto de socios de Carey” ante la justicia arbitral, lo que conlleva una indemnización de perjuicios. Por otra parte, habrá “una demanda de responsabilidad extracontractual por difamación ante la justicia ordinaria“.

En tanto, se consigna en el reportaje que los representantes de Carey no han presentado escritos judiciales. Más bien, da cuenta de los argumentos que han presentado desde la firma ante la justicia arbitral.

Aldo Molinari, uno de los abogados del bufete a cargo de este caso, se refirió en la instancia a la Medida Prejudicial Preparatorial y habló de la “total incompetencia del tribunal civil para seguir conociendo de esta acción“.

En resumen, hay un proceso de arbitraje en curso, a cargo de la Mediación del Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio de Santiago. Si bien el monto final es indeterminado, en la solicitud de arbitraje, Lizana entregó como “valor referencial” unos 33.500 UF, equivalentes a más de $1.200 millones.