Giorgio Jackson en su laberinto: los controversiales 16 meses en La Moneda del compañero de ruta de Gabriel Boric

Los recuerdos de parlamentarios sobre el paso de Giorgio Jackson por el Congreso varían cuando era Ministerio Secretario General de la Presidencia (Segpres), pero hay un acuerdo. “Lo veía como asustado, escondido. Él, a veces, ni siquiera entraba a la sala cuando estaba. No conversaba con senadores y no dialogaba mucho. Habló mucho cosas que no corresponden, como de la superioridad moral frente al resto. Eso le terminó pasándo la cuenta”, describe el senador Juan Castro (RN) al rememorar aquellos días.

Jackson es uno de los nombres pilares del Gobierno y una de los más cercanas al Presidente Gabriel Boric. Ejemplo de ello es que una de las imágenes simbólicas de esta unión, y que Jackson guarda con cariño —destacada en su cuenta de Instagram— donde se ve a ambos abrazados, minutos después de la confirmación del triunfo en la elección presidencial. Era la victoria de un movimiento, con figuras como Camila Vallejo, Karol Carolina, Gabriel Boric y Giorgio Jackson, exdirigentes estudiantiles llegando al poder.

La imagen contrasta con la que el ministro de Desarrollo Social viviría el pasado jueves, rodeado de micrófonos y preguntas. Horas antes se había descubierto el robo de 23 notebooks y una caja fuerte sustraídos desde el ministerio que lidera. El hecho se daba en medio de la investigación sobre el llamado Caso Convenios que dejó a Revolución Democrática, su partido, en el centro de la polémica. Rápidamente el robo escaló, en lo que se transformaría en la semana más dura del dirigente de RD.

Parte de la oposición rápidamente comenzó a apuntar su nombre como responsable del escándalo, exigiendo su salida. Una postura que tomaron partidos como la UDI y Republicanos y que comparte el senador Iván Moreira (UDI): “Su especialidad no es ser ministro ni ser asesor. A mí me parece que el resultado de su ministerio ha sido de lo peor. Es la verdad, y lo dicen distintos elementos como las encuestas. Jackson debe renunciar”.

El investigador de la Facultad de Ciencias Sociales e Historia de la UDP, Gonzalo Espinoza, explica que se trata de una coyuntura clave para el Gobierno, producto de la posición que tiene Giorgio Jackson. “Pase lo que pase, el Gobierno saldrá con heridas. Si se mantiene en el cargo, seguirán golpeando al Gobierno, pero si se va, se caerá uno de los pilares del Gobierno, compuesto por Gabriel Boric, Giorgio Jackson, Camila Vallejo y Karol Cariola. Costará mucho después si se llega a caer”.

Para Marco Velarde, presidente del partido Comunes -perteneciente al Frente Amplio-, la polémica tiene “un ánimo de vendetta y de desestabilizar al Gobierno. A propósito de que el ministro Jackson, y nosotros mismos como Frente Amplio, los criticamos duramente cuando ellos estuvieron implicados en los casos de financiamiento irregulares en la política”.

Según Velarde, existe un “ensañamiento” hacia la figura de Jackson. “El ministro no tiene que renunciar, si lo hacemos ahora va a ser darle un regalo, porque no se van a calmar después de todo esto”, sentencia el presidente de Comunes.

El paso de Jackson por la Segres

Entre las críticas a Giorgio Jackson, las principales fueron durante su época frente al Ministerio Secretaría General de la Presidencia de Chile. Allí, diversos parlamentarios lo apuntaron por la débil relación que mantenía con los parlamentarios, con quienes debía conversar para que las propuestas de La Moneda se convirtieran en leyes.

El senador Juan Castro (RN) asegura que durante su paso por la cartera “jamás fue un puente con la oposición para llegar a acuerdos. Ni siquiera armó buenas relaciones con los senadores oficialistas, y fue un indicador de su trabajo”.

Un hito que muchos senadores y diputados nunca olvidaron ocurrió en un contexto tan distinto al del Congreso, como lo fue una conversación en la plataforma Twitch. “Nuestra escala de valores y principios en torno a la política no solo dista del Gobierno anterior, sino que creo que frente a una generación que nos antecedió, que podía estar identificada con el mismo rango de espectro político, como la centroizquierda y la izquierda”, dijo el pasado martes 2 de agosto de 2022. Un episodio que quedaría en la mente de los parlamentarios.

Uno de ellos es Iván Moreira, quien apunta a la tensa relación del ministro: “Tuvo demasiadas complicaciones políticas incluso con las coaliciones que apoyan al Gobierno por su soberbia, su superioridad moral”.

Similar es lo que piensa el diputado José Carlos Meza (Republicanos), quien culpa a la “superioridad moral” del ministro. “Por su exceso de política es que se ha ganado muchos adversarios dentro de la propia izquierda, cómo trato a la facción más tradicional, al Partido Socialista”, advierte.

Tan solo dos días después del plebiscito, donde triunfó el Rechazo a la propuesta constitucional de la Convención, el Presidente Gabriel Boric realizó uno de los cambios de gabinete más simbólicos de su gestión. Uno de los nombres que protagonizó el cambio fue Giorgio Jackson, quien pasó desde Segpres a Desarrollo Social. Una nueva etapa para él, mucho más de bajo perfil y con escasas entrevistas desde entonces, buscando medir sus palabras.

Un ministro a prueba

Desde el 6 de agosto de 2022 Giorgio Jackson pasó al Ministerio de Desarrollo Social, una cartera clave. Se trata de la organización encargada de darle una bajada a las inversiones en materia social de parte de La Moneda. Uno de los puntos esenciales de las propuestas que llevaron a Gabriel Boric a triunfar en las elecciones de 2021.

Sin embargo, meses después volvería a quedar en el centro de la discusión. Así, el pasado 13 de febrero el gobernador de la Región Metropolitana Claudio Orrego realizaría una dura crítica dirigida a la cartera. “Debe tener una estrategia para personas en situación de calle. Llevamos casi un año de este Gobierno y no tenemos ni una sola estrategia. Hemos pedido el catastro y no lo han querido entregar”, apuntó la autoridad.

Según reflexiona Gonzalo Espinoza, cientista político de la UDP, se trata de una situación crítica producto de la cartera que Jackson lidera. “Se trata de un ministerio reconocido para crecer políticamente, porque tiene dinero para invertir en derechos sociales. Al estar asociado por la opinión pública en temas complejos que afectan al Gobierno —como el escándalo de Democracia Viva— incrementa críticas que antes eran dirigidas contra Giorgio Jackson, como cuando estaba en SEGPRES“, analiza el investigador.

Sin embargo, tras el escándalo de Democracia Viva que involucró a distintas figuras de Revolución Democrática, el ministro quedó en el centro de la tormenta, con él como centro del huracán. Poco después, muchos apuntaron a su figura por su rol como líder del partido. Semanas después, con el robo de 23 computadores desde la cartera, ya no había espacio de margen. Las críticas caían sobre quien se volvía, con cada polémica, una de las figuras más cuestionadas en el Gobierno de Gabriel Boric.

“Es muy importante que uno entienda que la lealtad tiene límites. Si el Presidente es su amigo, él debiera dar un paso al lado y renunciar. La guinda de la torta ha sido la situación que aqueja a distintas fundaciones”, reflexiona Iván Moreira.

Similar es la posición del diputado republicano Meza, quien cree que la presencia de Jackson se ha vuelto un “lastre” para el Gobierno, empañando la gira presidencial de Boric. “Nosotros, como bancada republicana, solicitamos la renuncia del ministro. Se hace insostenible mantener a alguien tan cuestionado por tantas aristas distintas”, asevera.

El jefe de bancada de RN, Frank Sauerbaum, acusa que “los chilenos relacionan todo lo malo que hace el gobierno con Giorgio Jackson justamente porque lo identifican como uno de los ideólogos del Frente Amplio. Un sostenedor de la candidatura de Boric“.

Así, señala que “caso aparte tiene que ver con el Caso Convenios, donde él es un líder de Revolución Democrática y los chilenos saben que él tiene una injerencia mayor sobre ese partido y en consecuencia todos estos temas le golpean”.

Sin embargo, distintas figuras del oficialismo han apuntado a las críticas que existen en contra de su figura. Ejemplo de ello lo tiene la diputada Emilia Schneider (CS), quien apunta a que detrás de estas acusaciones hay segundas intenciones.

“Lo que la derecha y compañía hizo tras el robo es gravísimo. Intentaron acusar de delitos a un ministro de Estado, sin tener antecedentes. Es una irresponsabilidad tremenda y que se suma a una larga campaña de desprestigio y ataques al ministro Jackson. Muchos de ellos no tienen relación alguna con la gestión en el Ministerio de Desarrollo Social“, apunta la parlamentaria.

Junto a ello, la diputada ahonda en el tono de las amenazas de parte de oposición. “Me parece una bajeza de parte de la derecha y la oposición que condicionen, por querer hacer un punto político, cuestiones tan importantes como el presupuesto del Ministerio de Desarrollo Social, que es para mejorarle la vida a las personas más pobres de nuestro país, o el avance en reformas que la gente lleva esperando durante años, como la reforma de pensiones”, añade.

Sin embargo, el investigador Gonzalo Espinoza de la Universidad Diego Portales cierra con las consecuencias que arrastra este episodio del ministro Giorgio Jackson. “Está quedando muy mal, y su salida sería muy grave. Se asimila a lo que ocurrió con Rodrigo Peñailillo, que en su momento tuvo mucho capital político y, producto del modo de su salida, desapareció. No me atrevería a que va a ocurrir, pero hay un costo muy grande en este momento”.