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Cultura & Pop

9 de Septiembre de 2023

Lo comido y lo bailado de Marcelo Cicali, dueño del Liguria: “La vida es lo que pasa cerca de una mesa y cerca de una cama”

Ilustración: Gabriel Ebensperger

"Me gustan los almuerzos largos, con carcajadas, con guaguas, con chistes, con conversaciones intensas. La vida que me gusta nunca es cerca de un escritorio", señala Marcelo Cicali, dueño del bar Liguria, quien aquí responde desde su plato inolvidable de infancia hasta su relación con la fiesta y el baile.

Por Marcelo Contreras

Marcelo Cicali, dueño del bar Liguria y conductor de programas de gastronomía en TV, responde el cuestionario de esta semana de “Lo comido y lo bailado”.

Lo comido

-¿Cómo es su relación con la comida?
-Toda mi vida ha estado relacionada con la comida y los bares, desde que nací. Es algo que me importa y mucho. Me gusta mucho la comida chilena, la disfruto y gozo. Me encanta viajar por Chile y comer tanto en restaurantes como en casas de amigos. Me encanta cocinar y poner la mesa. Me encanta servir y atender a los amigos con sus hijos. Me gustan los almuerzos largos, con carcajadas, con guaguas, con chistes, con conversaciones intensas. La vida es lo que pasa cerca de una mesa y cerca de una cama. La vida que me gusta nunca es cerca de un escritorio.
-¿Cuál es el plato inolvidable de tu infancia?
-El bistec de panita con ajo y con puré. Y el juguito del sartén arriba del puré, como si fuera un volcán.
-¿Cuál ha sido tu mejor comilona, panzazo, banquete de la vida?
-Te lo digo porque es un tema al que le dedico gran parte del tiempo: no existen las mejores cosas, pero si existen los buenos momentos. Desde hace varios años dejé de salir o de ir a todos lados, o ir a todos los recitales o terminar de leer libros que no me gustaron cuando los comencé. Hay que ser más sincero con uno mismo y hacer lo que nos gusta, lo que nos emociona y, ojalá, lo que también haga feliz a otros.

Dicho eso, todas las comilonas a las que voy son buenas, siempre hay algo rico, es cosa de tener paciencia y saber esperar. Es como el amor. Pero sí, una vez, la cocinera chilota Lorna Muñoz, del restaurant Travesía en Castro, me sacó lagrimas con un curanto en hoyo y unos choritos con limoneta de poleo, que me dejaron en silencio tomando vino, sintiéndome un completo estúpido por no haber probado esa mano antes en mi vida y por creer que sabía mucho.

-¿Cuál es el restaurante al que siempre vuelve? ¿Por qué?
-El Unicornio Azul, en Maitencillo. Unas almejas frescas de Pichicuy, unos erizos o locos con papas mayo con un par de botellas de vino blanco frío mirando las olas que revientan. Es el paraíso.

Una vez, hace como 16 años, iba a Maitencillo con mis hijos y nos agarró un temporal muy fuerte, el mar se salía, se apagó la luz y se cayeron los postes con los cables con el viento. Parecía fin de mundo. Iba en el auto con mis hijos y pasé por fuera del restaurante que estaba a oscuras, pero se veía la chimenea prendida. Estaba Huguito (el dueño) en la puerta y no nos conocíamos, me acerque y le pregunté si nos podía vender lo que fuera para comer, porque los niños no habían almorzado. Se rió, sacó un paraguas y me ayudó a sacar a los niños del auto, me montó una mesa al lado de la chimenea y me cocinaron. Esos gestos tan humanos y tan propios de la gente que se dedica a la hospitalidad es imposible olvidarlos. Cada vez que voy a Maitencillo pasamos a saludar a Huguito y comemos ahí.

-¿Qué plato sabe preparar?
-No soy mañoso y como y preparo de todo. Carnes, pastas frescas y arroces son mi especialidad.

Lo bailado de Marcelo Cicali

-¿Cómo es su relación con la fiesta y el baile?
-Me encanta bailar, pero hay pocos lugares para hacerlo. Es una deuda que tenemos los chilenos. Bailar es una expresión emocional, es tan natural como reír o sentir pena. En los bares está prohibido por ley bailar y eso es algo que, sobre todo la generación que nos gobierna, debería corregir. Me gusta bailar desde Eres, de Massiel, hasta Never, never gonna give you up, de Lisa Stansfield; desde Cumbia para adormecerte, de la Sonora Palacios, a Blister in the sun, de Violent Femmes.

-¿Qué canción lo lleva de inmediato a la niñez? ¿Qué recuerdos le trae?
Last train to London, Papudo año 80 creo, bajando en skate a la playa a los 12 años, sin poder dejar de escuchar a los ELO en el personal stereo que me había traído el Viejito Pascuero.

-¿Dónde y cómo fue el mejor carrete de su vida?
-Estamos en horario de menores y jamás podría echar al agua a mis amigos y amigas.

-¿Su estribillo favorito es…?

Can’t take my eyes off you, de Frankie Valli, en la versión de Buddy Richard.

-Tres canciones para su funeral.

-Sólo podría pedir una: Harvest moon, de Neil Young, la misma que con la que me casé, pues creo que morir y casarse es empezar un viaje nuevo hacia lo desconocido.

Marcelo Cicali, dueño del bar Liguria y conductor de TV.

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#bar liguria#marcelo cicali

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