Entrevistas
1 de Octubre de 2023Diego Ibáñez y Constitución en redacción: “Así como está hoy, no podría aprobarla”
El presidente de Convergencia Social -en medio de los diálogos del oficialismo para incidir en el curso del Consejo Constitucional- advierte que tiene reparos a la idea de un acuerdo "por arriba" de los consejeros. Con lo redactado y establecido hasta ahora, toma postura y ahonda en el proceso paralelo de unificación que lleva a cabo su bloque, el Frente Amplio. "Gobernar nos ha impactado enormemente en nuestra propia maduración", admite.
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El jefe del partido en el que milita el Presidente Gabriel Boric, Diego Ibáñez, confirma que ha dialogado con su par del Partido Republicano, Arturo Squella. Y es que la preocupación en el oficialismo por el curso del Consejo Constitucional (y sus gestiones) no son aisladas.
Hace algunos días se conoció que la timonel del Partido Socialista, Paulina Vodanovic, hizo lo propio con sus pares de la UDI y RN, en un intento de “salvar” el texto constitucional y construir un acuerdo transversal.
De todas formas, y más allá de los diálogos propios del líder de Convergencia Social (CS), Ibáñez advierte que “tomo distancia de algún tipo de cierre ‘por arriba’ de la crisis. Sería poco honesto pensar que vamos a resolver el conflicto interno del Consejo Constitucional solo con la firma de los partidos políticos. La fragmentación, la atomización y las propuestas internas son mucho más complejas”.
En paralelo, y en medio de la vorágine constitucional, su bloque, el Frente Amplio, esta semana dará el “disparo de largada” al proceso de unificación en un solo partido. Asume que “los momentos son turbulentos, pero el que no arriesga no gana”.
—¿Cree que los consejeros republicanos apuestan a una responsabilidad respecto del proceso, mas no del resultado final?
—Si creen que el resultado no importa, qué poco cariño le tienen a Chile. La ciudadanía necesita pactos sociales sustantivos, proyectables en el tiempo. Si el mundo de los representantes políticos no le presenta a la ciudadanía una certeza y un camino claro de un Chile mejor, despercudirse del resultado sería un atentado contra el propio pueblo chileno que les delegó la confianza en este segundo proceso. Sería la renuncia a la política y un fracaso de ellos como proyecto político.
—¿Ha podido dialogar con dirigentes opositores?
—He conversado personalmente con el presidente del Partido Republicano, es parte de los actores con los cuales necesitamos construir transversalidad. Los quórums son categóricos, ellos pueden hacer y deshacer a su antojo, y mi visión es que el momento en el cual construyes la transversalidad, el camino en el cual se construye la transversalidad, es igual de importante que el resultado.
—¿Tiene reparos sobre negociar en base a una “lista” de líneas rojas para el oficialismo, como se ha planteado?
—Tendría cuidado con ese tipo de maniobras. La crisis de la política es mucho más profunda de lo que a veces se deja ver desde los narcisismos propios de los partidos políticos. El espacio para tomar las decisiones son los votos de los consejeros que fueron electos popularmente, y el liderazgo de los partidos debe estar en diálogo directo con ellos. Tomo distancia de algún tipo de cierre “por arriba” de la crisis. Sería poco honesto pensar que vamos a resolver el conflicto interno del Consejo Constitucional solo con la firma de los partidos políticos. La fragmentación, la atomización y las propuestas internas son mucho más complejas. Vamos a hacer nuestro esfuerzo, vamos a seguir conversando con el resto de los partidos políticos. Esto no se trata de líneas rojas más, o de líneas rojas menos.
—En el oficialismo ya se ha anunciado que la postura como bloque la harán pública tras la jornada de reuniones del próximo 9 de octubre. Pero hasta ahora, ¿cuál es su postura?
—Yo no pretendo resolver la crisis del neoliberalismo con más neoliberalismo. Constitucionalizar el abuso de las isapres, la capitalización individual y las AFP como único paradigma de seguridad social, me parece que es un atentado al principio del Estado social y democrático de derecho (…). Lamentablemente, la propuesta no va en esa orientación. Así como está hoy, no podría aprobarla. No podría en ningún caso aprobar el abuso hecho Constitución.
—¿Ve viable retomar el anteproyecto de la Comisión Experta en el Congreso Nacional, como un plan B?
—Esos son debates que se vendrán el 18 de diciembre, según los resultados. No es bueno adelantar escenarios porque proyecta caminos que todavía no están definidos. Todavía hay espacio para el diálogo, el debate, vamos hasta el último momento a tratar de construir un texto que convenza.
Ibáñez y su reflexión sobre el Frente Amplio: “Gobernar nos ha impactado enormemente en nuestra propia maduración”
En el proceso de converger en un partido único del Frente Amplio, el timonel da algunas luces del proceso. Se iniciará con encuentros territoriales donde se discutirán las características de este nuevo ciclo político y el horizonte del proyecto frenteamplista.
Si hay acuerdo, y están las condiciones para la construcción de una sola colectividad, Ibáñez afirma que “deberíamos, durante el primer semestre del próximo año, concretar este proceso”.
—¿Cuál es el “estado de las cosas” hoy en el Frente Amplio?
—Creo que gobernar nos ha impactado enormemente en nuestra propia maduración (…). Muchas veces estando en el gobierno hay una dictadura de lo urgente que te anestesia en el desarrollo de las ideas de izquierda, donde es momento de reposar, sentarse, arriesgar y salir adelante. Hoy somos, electoralmente, como Frente Amplio, la primera fuerza de izquierda. Por tanto, tenemos una responsabilidad de liderar y conducir los nuevos ciclos que se abren. Para ello necesitamos una herramienta mucho más fuerte y tenemos todas las condiciones para que eso se logre y poder ir revitalizando las bases de un nuevo socialismo chileno.
—¿Cuándo ya debería estar consolidado este nuevo partido?
—Dependerá del propio debate si las condiciones están o no para construir un partido antes de las elecciones municipales. No estamos porque la unidad la decreten las cúpulas de los partidos, sino que estamos por construir un sentido de pertenencia común que vaya de abajo hacia arriba, a ese genuino horizonte frenteamplista que se inauguró en las primeras asambleas del 2016.
—¿No impacta en este esfuerzo la reactivación del Caso Democracia Viva, a raíz del inicio de la investigación y sus detalles?
—La unidad del Frente Amplio y el debate sobre su futuro está lejos de ser contaminado por una contingencia que ha sido atacada con toda la fuerza por parte de nuestro partido. Un partido único que agrupe todo el Frente Amplio será la inauguración de un nuevo ciclo para la izquierda en Chile, que ayudaría mucho a ordenar los esfuerzos para hacer avanzar no solo el programa de gobierno.