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8 de Octubre de 2023

¿En “modo espectador”? La semana en que la carrera presidencial se instaló en La Moneda

Mientras en la derecha hay una carrera donde ya están instalados los nombres de Evelyn Matthei y José Antonio Kast como candidatos presidenciales de ese sector, en el oficialismo no hay nombres que pudieran suceder a Boric. Sin embargo, en las cúpulas políticas reconocen a tres ministros como activos posibles: Carolina Tohá, Camila Vallejo y Álvaro Elizalde. Esta semana, tanto el diputado Tomás Lagomarsino como el senador Juan Luis Castro apuntaron especialmente a cómo La Moneda estaría cuidando a la vocera de Gobierno y figura del PC.

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“Siempre es más fácil iniciar el maratón desde la vereda contraria”, repiten una y otra vez en el oficialismo cuando miran el panorama en Chile Vamos y el Partido Republicano.

Y es que la carrera presidencial en la oposición aventaja en kilómetros el panorama oficialista. Por un lado, con la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei (UDI), quien ha afirmado tener conciencia que es un desafío que puede asumir si así lo determina su sector.

No en vano -según publicó The Clinic– la jefa comunal se ha premunido de asesores, antiguos funcionarios del piñerismo para la redacción de una propuesta programática, además de posicionarse como adversaria de José Antonio Kast (Partido Republicano) en lo relativo al proceso constitucional.

Así las cosas, el líder republicano tiene noción de que el curso y el resultado final del Consejo Constitucional puede determinar su éxito (o no) en un nuevo intento por llegar al Palacio de La Moneda.

Ese escenario no es inocuo para las aspiraciones oficialistas de lograr lo que -incluso- la expresidenta Michelle Bachelet no consiguió: entregar la banda presidencial al propio sector que ha explicitado que su plan de gobierno requiere de ocho, o doce años.

Los más cautos en los partidos de gobierno plantean que los últimos procesos han sido claros respecto de los tiempos: ningún “perfil presidencial” se erije como favorito en las encuestas, dos años antes de la campaña. ¿Ejemplos? El propio Presidente Gabriel Boric.

Una candidatura presidencial improbable, elaborada para poder allanar una primaria para el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue (PC), pero que rápidamente alcanzó una épica: desde su firma solitaria estampada en el acuerdo del 15-N como antecedente, hasta la recolección de firmas de su partido para legalizarse y poder entrar al ruedo.

“Queda mucho tiempo, tenemos desafíos políticos más inmediatos que estar pensnando en candidaturas presidenciales. La anticipación electoral en este caso no es buena para el gobierno, porque los liderazgos que se perfilan participan del mismo, entonces es complejo visibilizarlos como candidatos mientras están en La Moneda”, acota la líder y senadora PS, Paulina Vodanovic.

De todas formas, algunos dirigentes sí reconocen que el período de -apenas- cuatro años en la Presidencia acelera algunas reflexiones más individuales entre algunos dirigentes en los partidos. 

Los diálogos no han pasado de conversaciones informales donde -por ejemplo- en el Partido por la Democracia (PPD) reconocen que la jefa de Interior, Carolina Tohá, es un activo en la tienda (y como representante del Socialismo Democrático) en una eventual carrera para liderar la primera magistratura del país. 

En dicha colectividad recuerdan que, y desde una óptica de proyección de su figura, no fue al azar la preferencia de la propia Tohá por el actual timonel, el senador Jaime Quintana, versus la expresidenta PPD, Natalia Piergentili, de un perfil mucho más controvertido con las definiciones del Ejecutivo.

“Sin duda la ministra del Interior es un actor político relevante, o el ministro Álvaro Elizalde”, dice el secretario general del PPD, José Toro Kemp, sobre este debate.

Y agrega: “No obstante, no hay que caer en la ansiedad electoral que la derecha ha mostrado, adelantando la carrera presidencial entre Kast y Matthei. Aún queda mucho tiempo y dos años en política son una eternidad. En su minuto, imagino, todas las fuerzas progresistas y de centroizquierda estarán por una primaria para definir su candidato e impedir el avance de la ultraderecha”.

Pero más allá de la proyección de la jefa de Interior, y de su experiencia probada en cargos políticos, en la semana que cierra Tohá no mostró su mejor desplante. 

Empantanada en tramitación del veto sobre la Ley de Usurpaciones, y el instalado concepto “tomas pacíficas” para explicar a la derecha del sentido de las precisiones del Ejecutivo -del cual posteriormente se retractó-, a la ministra se le ha visto expuesta y con un desgaste mediático mayor que el de su par de la vocería, Camila Vallejo.

Ese último aspecto desató -incluso- el “fuego amigo” de los parlamentarios socialistas.

Este viernes, desde la IV región, donde acompañó al Mandatario, Tohá intentó aquietar las aguas. “Cada persona que hace de la política un cálculo de la siguiente elección, está dejando de lado su misión y su mandato”, enfatizó.

El factor Vallejo en La Moneda

Fue su inclusión en la comitiva que acompañará al Presidente Gabriel Boric en su visita a China y su replegado rol como vocera los aspectos que encendieron la molestia dentro de su mismo sector. Desde el podio del Hall El Pensador en la Cámara de Diputados, el diputado Tomás Lagomarsino (PR), fue un paso más allá y arremetió contra la ministra PC.

​​”La Moneda está cuidando a la ministra Vallejo (…). Espero le vaya bien en este camino a la carrera presidencial”, aludió. 

En La Moneda advierten que muchas de esas críticas se toman de “quien viene”. Y es que esta misma semana el parlamentario se ha posicionado con dureza frente al Ejecutivo anunciando, incluso, el estudio de una acusación constitucional contra la titular de Salud, Ximena Aguilera.

¿El problema? Lo de Lagomarsino no fue aislado. El jueves lo secundó el senador socialista, Juan Luis Castro (PS). “Las buenas nuevas se dan por la vocería, pero en las malas nuevas no se ve la misma presencia”, agregó. Se sumaron a esas críticas otros dirigentes como el diputado Leonardo Soto (PS) o el independiente de la bancada del PPD, Jaime Araya. 

La ministra no ha podido hacer “vista gorda” a un tema al que, inicialmente, se le había bajado el perfil. 

Su réplica apuntó a un diseño establecido desde La Moneda que implica un despliegue de todos los ministros en sus temas y no concentrarlo todo en su cartera.

“Fue una decisión desde el primer momento que la vocería no comiera toda la agenda, sino que se propiciaran las vocerías de los ministros y ministras sectoriales, que además la vocería no puede suplantar porque tienen una labor en agenda legislativa que le corresponde llevar (…). Creo que es importante cuando se hacen preguntas a partir de críticas acotadas en ciertos parlamentarios, contrarrestar con la veracidad que pueda fundamentar ese tipo de crítica”, replicó Vallejo.

También intentó despejar las dudas respecto de su futuro político. 

“Cumplo mi tarea en donde tenga que estar, cuando el comité político me lo solicita o cuando el Presidente me lo solicita. No corresponde que un ministro o ministra de Estado hable de posibles -o descarte- candidaturas futuras. Eso no es parte de nuestro trabajo”, selló la exlíder estudiantil.

En su partido, el PC, su presidente Lautaro Carmona manifiesta molestia respecto de los ataques oficialistas a la vocera.

“Quien tenga un juicio de ese tipo es porque funciona con esos códigos, de perspectivas personales que se sobreponen a las tareas colectivas de estado. Camila Vallejo es una persona con un compromiso no solo político, programático o carismático, sino que vocacional respecto de la tarea pública. Empezar a animar una carrera es una falta de respeto al Presidente Boric”, puntualiza.

¿Podría ser un aspecto a abordarse en el “cónclave” de partidos oficialistas de este próximo lunes? El timonel radical, Leonardo Cubillos, adelanta que es poco probable y que observa intentos apresurados de parte de la oposición.

“El encuentro tiene por finalidad generar la mayor coordinación posible entre los partidos, no se agota en sí mismo en esa jornada y debe ser una instancia que nos permita fijar puntos con un horizonte común (…). No he visto en nadie una preocupación por temas que no sean de contingencia y preocupación ciudadana. No es un tema la futura elección presidencial por el momento”, dice.

Pero Cubillos sí reconoce que “el buen desempeño de algunas figuras como Tohá, Vallejo o Elizalde-entre otros- es porque están concentrados realizando su labor, y me extrañaría mucho que estén con un pie afuera mirando la presidencial, porque no lo he visto en ellos”.

Como sea, el “riesgo de convertirse en un pato cojo” -como advirtió Financial Times sobre la administración Boric en La Moneda- y cómo pueda incidir en ello una carrera presidencial apresurada es algo que en los partidos miran con atención. “Antes hay que intentar sortear el plebiscito y las elecciones territoriales”, afirman.

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