Electromovilidad: 5 beneficios de tener un auto eléctrico

En la búsqueda constante de opciones más sostenibles y amigables con el medio ambiente, los autos eléctricos han emergido como una solución prometedora. Este medio de transporte no solo representa un paso hacia un futuro más sostenible, sino que también ofrece una serie de beneficios concretos para los usuarios.

Exploremos cinco razones para considerar la adopción de la electromovilidad:

1.  Sostenibilidad ambiental y reducción de emisiones

El uso de un auto eléctrico contribuye a la disminución de la contaminación del aire y la mitigación del cambio climático al operar sin emociones locales.

La preocupación por el cambio climático ha llevado a un creciente interés en alternativas de transporte más limpias. Los vehículos eléctricos son una opción que está agarrando vuelo, ya que funcionan sin emisiones locales y reducen significativamente la huella de carbono.

A diferencia de los autos convencionales que queman combustibles fósiles y emiten contaminantes perjudiciales directamente al aire, los eléctricos funcionan con motores alimentados por baterías.

A su vez, la carga de estos autos se vuelve cada vez más limpia y sostenible, teniendo una huella de carbono inferior a los autos a combustible.

2.  Comodidad y conveniencia de carga

Aumento de la conveniencia para los propietarios con la instalación de cargadores eléctricos en lugares estratégicos, como centros comerciales y estaciones de metro.

La instalación de cargadores eléctricos en centros comerciales, edificios residenciales, estaciones de metro, entre otros puntos de carga, no solo fomenta la conveniencia de la electromovilidad, sino que también aumenta la plusvalía de los edificios.

Esta iniciativa contribuye a una red más extensa de puntos de recarga, eliminando las preocupaciones sobre la autonomía limitada de los autos eléctricos.

Además, la creciente disponibilidad de accesorios de carga facilita aún más la integración de los autos eléctricos en la rutina diaria. Por ejemplo, existen en el mercado los cables de carga pública para auto eléctrico, el cual permite recargar el auto en cualquier punto de carga público a lo largo del país.

3.  Eficiencia energética y ahorro económico

Mayor eficiencia energética, convirtiendo más del 80% de la energía de la batería en movimiento, resultando en un ahorro económico a largo plazo.

Su eficiencia energética no solo beneficia al medio ambiente, sino también al bolsillo de los dueños. En un auto eléctrico, la mayor parte de la energía consumida se traduce directamente en el impulso del vehículo, minimizando las pérdidas y maximizando el rendimiento.

Aunque la inversión inicial en un vehículo eléctrico puede ser ligeramente superior en comparación con los de combustión interna, hay un ahorro sustancial durante la vida útil del auto, ya que las tarifas de electricidad son más bajas en comparación con el costo del combustible.

Además, a medida que avanza la tecnología, las baterías de los vehículos eléctricos se vuelven más duraderas y eficientes.

4.  Mantenimiento simplificado = menor costo a largo plazo

Menos necesidad de mantenimiento gracias a la ausencia de componentes mecánicos complejos, lo que se traduce en un menor costo a largo plazo para los propietarios.

Los autos eléctricos tienden a requerir menos mantenimiento que sus contrapartes de combustión interna. La ausencia de componentes mecánicos complejos, como sistemas de escape y embragues, reduce la necesidad de reparaciones costosas.

Esto, combinado con la durabilidad de las baterías modernas, resulta en un menor costo a largo plazo.

5.  Reducción de costos gracias a incentivos estatales

Subsidios y beneficios fiscales reducen el costo inicial, en comparación con los vehículos tradicionales.

Muchos gobiernos están incentivando la transición hacia la electromovilidad mediante programas de subsidios y beneficios gubernamentales. Por ejemplo, este tipo de vehículos pueden beneficiarse de exenciones o reducciones en los impuestos de importación.

Además, el gobierno de Chile ha ofrecido subsidios directos a los compradores de autos eléctricos, reduciendo el precio de compra. Por otro lado, existe el impuesto verde, que grava a los vehículos nuevos en base a sus emisiones de CO2.

La adopción de la electromovilidad va más allá de una elección ambientalmente consciente. Los propietarios de autos eléctricos disfrutan de beneficios económicos, comodidad y la satisfacción de contribuir a un futuro más sostenible.

La creciente infraestructura de carga, con los cargadores en centros comerciales y estaciones de metro, impulsa aún más la viabilidad de esta alternativa de movilidad, convirtiéndola en una opción atractiva para los consumidores preocupados por el medio ambiente y el bolsillo.