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Entrevistas

23 de Diciembre de 2023

Juan Antonio Coloma, presidente del Senado: “La actual Constitución quedó instalada como mejor que las otras dos”

Fotos: Felipe Figueroa

El presidente del Senado defiende la actual Carta Magna, y aborda con ello las diversas propuestas de reforma impulsadas por el Ejecutivo, que se reactivaron tras el plebiscito. En cuanto a la agenda de seguridad, recalca su relevancia, y aprovecha de asegurar que el Gobierno ha colaborados en esto, pero que ha sido lento. Sobre el avance del fast track legislativo impulsado por él, asegura "hay leyes que uno piensa que serían imposibles, como la de usurpación, y hoy hay una ley". El legislador aborda el presente de su sector político, advierte que no hay que caer en "presidencializar los temas", y reclama que la oposición debe tener un programa común.

Por Agustín Morel

El presidente del Senado, Juan Antonio Coloma (UDI), asegura que su año en la testera de la Cámara Alta no ha sido fácil. En las últimas semanas en particular ha tenido que participar de una serie de actividades, a la par que cumple con su deber legislativo.

En la mañana de viernes, previo a Navidad, alista un punto de prensa para anunciar los avances en el fast track legislativo de la agenda de seguridad, impulsado por él. Más tarde, protagoniza el brindis de fin de año con el personal del Senado en el Congreso Nacional en Santiago, instancia en la que aprovecha de saludar y agradecer a los presentes. Y entremedio de ello, en conversación con The Clinic, realiza un balance del año legislativo. “Es difícil, ha sido un año intenso, duro, interesante”, afirma el expresidente de la UDI.

Entre la ola de críticas de la oposición contra el Gobierno, el senador Juan Antonio Coloma reconoce que, en la agenda de seguridad -que asegura que “por lejos” es lo más relevante en estos momentos- ha hecho un esfuerzo. Pero que falta. Junto a esto, reflexiona sobre el presente de su sector, y entrega conclusiones tras dos procesos constitucionales fallidos.

–¿Qué balance hace sobre su primer año como presidente del Senado? 

–Cuando asumí la presidencia del Senado, quise darle un sentido a esto. Y el sentido que traté de darle fue hacer un esfuerzo que no se hubiera hecho antes, respecto de cómo enfrentar lejos el tema más grave que tenemos en Chile, que es el tema de la inseguridad. 

Siento que hemos dado un paso importante, pero también soy autocrítico y faltan (proyectos del fast track). Siguen quedando nueve proyectos pendientes, y espero antes de terminar mi presidencia poder despacharlos. La defensoría de las víctimas, el Ministerio de Seguridad, Leyes de Inteligencia, y ahí es donde yo le pediría al gobierno un empeño mayor. No es que no haya puesto empeño, porque sería injusto, pero sí que hubo una falta de velocidad para asumir esta agenda, y ahora último han puesto más fuerza.

Espero que ese sea el gran aporte que podamos entregar, un nuevo sistema de normas. ¿Significa eso que se van a acabar los problemas de delincuencia, o narcotráfico? No, pero sí significa que vamos a tener herramientas mejores para enfrentar este flagelo que afecta al país, y hay que sumarlo a la obra de las policías, de los jueces, de los fiscales, y de la acción del gobierno

–Durante estos últimos meses se habló de la existencia de una sequía legislativa en el Congreso. ¿Comparte ese diagnóstico?

–Creo que es así. Mi explicación, por lo menos, es que cuando este gobierno asumió, estableció dos grandes ejes de acción. Primero, una nueva Constitución, que justo estábamos en medio del proceso constituyente. Y en materia económica fijó la reforma tributaria. La primera fue rechazada ampliamente, porque era un pésimo proyecto, y se quedaron sin el eje normativo político. Y la reforma tributaria, que era también una muy mala reforma, también se rechazó. Cuando un gobierno tiene dos ejes y los dos fracasan, se produce una situación de falta de programa, de falta de plan, y eso ha sido evidente. 

–¿Cómo ha visto el desempeño de la oposición en este periodo legislativo?

–He pensado harto este tema. Uno puede cometer errores, pero esta ha sido una oposición, en términos comparativos, infinitamente más constructiva que la anterior. Partiendo por las leyes de seguridad. Hemos tenido un proceso de leyes importante, los presupuestos, los reajustes, que eran un drama en los gobiernos anteriores, ahora sí están resultando. 

Cuando hay un interés público, la oposición ha hecho una labor muy superior a la que hizo la anterior. Y cuando nos hemos opuesto, hemos tenido derecho a oponernos. 

–Pero también han replicado prácticas de la oposición anterior, como las acusaciones constitucionales.

–Algunas se pueden justificar, es una herramienta que existe. Para mí hay que ser mucho más cuidadoso en ese escenario. Incluso el último texto constitucional tenía otra forma de presentar las acusaciones y de aprobarlas, que a mí me parecía mucho más razonable. 

–El gobierno ha hecho un llamado a la oposición a mostrar disposición para el diálogo, para avanzar en las diferentes reformas que ha impulsado, en especial la reforma de pensiones. ¿Ve futuro en este llamado?

–Es importante decirlo, por segunda vez ha quedado la Constitución como legitimada. Y eso ya cierra claramente cualquier planteamiento respecto de dudas. Obviamente hay un espacio grande para llegar a más que acuerdos a secas, a buenos acuerdos. Y más que eso, a soluciones(…). Cuando los países están en situación de llegar a acuerdos, es clave que sean buenos acuerdos y no cualquier acuerdo, y a veces esos entendimientos son letales. 

Lo digo habiendo participado de uno de ellos. La reforma (tributaria) del 2014 era mucho peor de lo que quedó, se mejoró en algo, pero al final fue claramente un mal paso, la reforma política fue un mal paso, la reforma educacional fue un mal paso. ¿Estamos dispuestos a un acuerdo? Sí, pero tengo que tener la seguridad de que funcione bien, y eso es lo que le hemos pedido al Gobierno, dar de entender que funcione bien.

–Después de que hubo dos procesos fallidos, ¿debería haber espacio en el Congreso para empezar a discutir reformas constitucionales? 

–Ante dos alternativas (rechazadas), la actual Constitución quedó instalada como mejor que las otras dos, y creo que quedó una ilegitimidad irrefutable. 

La Constitución hoy día es perfectamente legítima. Se podrá cambiar a algo específico, pero nadie puede hablar de refundar Chile. Nadie puede hablar de un nuevo proceso constituyente, de que necesitamos legitimar la Constitución. Si hay un punto específico que cambiar, como siempre será sometido en su mérito, pero quedó muy fortalecido el texto constitucional que tenemos. 

–En la ciudadanía existe una percepción de que en la política no han sido capaces de ponerse de acuerdo para avanzar en diferentes reformas. ¿Se ha perdido la disposición a llegar a acuerdos?

–El cambio del sistema político del 2015 fue desastroso para Chile. Porque el sistema electoral que existía en la época, generaba dos grandes bloques que estaban obligados a buscar la estabilidad. ¿Qué pasa de repente? Cambian el sistema electoral. ¿Es legítimo cambiarlo? Sí, pero había muchas alternativas. Podía ser un sistema uninominal o uno más proporcional corregido. Lo que se hizo fue exactamente ir al otro extremo, generar una ultraproporcionalidad que premió la diversidad por sobre la estabilidad.

Entonces el sistema que llevado, no solo que aumenten los partidos, sino que a que el premio sea pensar distinto del otro. Y eso ha afectado obviamente la capacidad de llegar a acuerdos. En este gobierno, en el anterior gobierno y en el anterior del anterior. 

Sí, objetivamente hoy día es más complejo. Pero no es porque la gente sea más buena o más mala, es porque el sistema electoral ha generado los incentivos para eso. Se han llegado a acuerdos importantes en materia económica, y por ejemplo, en la agenda de seguridad, que hubiera sido impensable hace algún tiempo, se ha hecho un esfuerzo bien notable, donde hemos concordado acuerdos en temas que peleamos durante décadas. 

Juan Antonio Coloma y el fast track: “No es que todo se vaya a resolver, pero hay un antes y un después en materia legislativa”

El senador Juan Antonio Coloma reitera constantemente la importancia de avanzar en los proyectos de la agenda de seguridad. En esa línea, insisten en la relevancia del fast track legislativo. De los 31 proyectos que se comprometieron a aprobar en un año, 22 han visto la luz, cifra que ve con optimismo.

“Lejos el problema más complejo que tiene Chile es el de la seguridad. Muchos de los problemas que hoy día tenemos en convivencia social, en economía, no tendrían esa dimensión si tuviéramos resuelto el problema de la seguridad en lo máximo posible”, enfatiza el presidente del Senado. 

–¿Qué balance hace sobre el desarrollo del fast track legislativo?

–Falta poco para terminar el fast rack. Veo con entusiasmo que el 70% lo aprobamos. Hay leyes que uno piensa que serían imposibles, como la de usurpación, y hoy hay una ley. Cámaras corporales para el uso de Carabineros, que fue largamente discutido. La fiscalía supraterritorial, una nueva norma de seguridad privada, nuevas normas para enfrentar el contrabando, el sicariato, las migraciones, el porte de combustible en contexto de manifestación para evitar las molotov. 

“Hay un antes y un después en materia legislativa”, dice Juan Antonio Coloma.

Es un cambio muy relevante. No es que todo se vaya a resolver, pero hay un antes y un después en materia legislativa. Por un lado, me siento tranquilo con haber contribuido a que hoy día la autoridad tenga muchos mejores elementos para poder afrontar. Pero hay todavía proyectos que faltan.

–Hay otros proyectos de seguridad relevantes pendientes. Por ejemplo, la Ley Antiterrorista. ¿Debe surgir un segundo fast track, quizás más acotado? 

–Lo hemos conversado con la ministra del Interior. Mi perspectiva es que primero hay que terminar el fast track comprometido. Y si somos capaces de hacerlo dentro de este periodo legislativo, hay espacio. Porque demostró que hay un sistema que es eficiente, que es colocarse plazos. Aunque sea una buena ley, si llega tarde, no sirve para nada. Por eso colocarnos plazos es una línea correcta.

Sí, creo necesario hacer un segundo fast track con normas nuevas. Por ejemplo, con la ley Antiterrorista, que es absolutamente decisiva implementarlo a la mayor brevedad.

–¿Ha visto un cambio en la disposición al diálogo para avanzar en la agenda de seguridad por parte del oficialismo y también del Gobierno?

 –Creo que sí. No tengo trauma para decir que sí ha habido un cambio. Y el mismo mea culpa que hizo el presidente Boric respecto a cómo había votado leyes de seguridad, me parece bien. Veo que muchos lo critican. Es mejor que un Gobierno reconozca que cometió un error y rectifique a que se mantenga igual. 

El viejo dicho que otra cosa es con guitarra se aplica. Creo que ellos se dieron cuenta de que sin normas modernas y sin normas más exigentes, es imposible enfrentar temas propios de la violencia, del narcotráfico y del crimen organizado. 

He visto un cambio, y espero que ese cambio dure más allá del periodo de gobierno, porque en esta materia no podemos equivocarnos.

“Tenemos mucho más en común quienes estamos en las oposiciones, que lo que el Gobierno tiene en sí mismo”

No es fatalista sobre el futuro de su coalición y su partido, pese a que en los últimos procesos electorales han salido derrotados. La experiencia lleva al senador Juan Antonio Coloma a realizar el llamado de no perderse en la discusión sobre las elecciones presidenciales y a buscar puntos de encuentro.

“Primero no hay que presidencializar los temas porque creo que es un error. Segundo, tener un programa común potente entre las oposiciones. Y tercero, tener un sistema en que se defina una candidatura presidencial”, sostiene a la hora de reflexionar sobre el futuro de su sector.

–¿Siente que ha perdido terreno la UDI con el crecimiento y el auge del Partido Republicano? 

–Si uno mira los partidos del mundo de la derecha, el que hayan aparecido otros partidos va haciendo más competitivo, pero creo que es un tema más coyuntural. Tenemos una base política y electoral bien significativa (…). Hoy día se nos puede dar un buen escenario político, porque la gente de alguna manera nos ha visto como un partido confiable y responsable, y eso ayuda. 

Juan Antonio Coloma plantea que se deben buscar pactos electorales amplios.

–¿Y deben apuntar hacia una unificación de la oposición en una misma coalición, o deben potenciar a Chile Vamos?

– Obviamente en nuestro domicilio en Chile Vamos, pero ante el signo de los tiempos debería tratar de buscar escenarios, a lo menos electorales, en conjunto con las oposiciones. Eso no significa tener un solo partido o una sola coalición, pero sí significaría, desde un punto de vista electoral, ojalá tener una sola candidatura. Y ahí creo que el país va a premiar la generosidad respecto de quienes están dispuestos a hacer ese esfuerzo de la unidad para poder tener el éxito de lo que viene. 

–¿En ese sentido debería ir como una primaria presidencial electoral? 

–Sería lo óptimo. Una señal importante en ese sentido sería justamente tener un escenario de una primaria que genere una sola candidatura de las oposiciones. 

–¿Desde republicanos hasta Demócratas? 

–Por eso hablo de las oposiciones. A veces uno tiene que hablar más de las oposiciones, más que una, porque son más diversas. Y al final tenemos mucho más en común, quienes hoy en día estamos en las oposiciones, que lo que el gobierno tiene en sí mismo. Y es un buen momento para buscar una candidatura unida. 

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