¿Eutanasia para personas con adicciones y trastornos mentales? El debate que se generó en Canadá por nueva ley de muerte asistida

Fue en abril de 2002 que Holanda se transformó en el primer país del mundo en legalizar la eutanasia. Tras ello, muchos países se sumaron a la tendencia, agregando a su legislación la muerte asistida. Entre ellos están Bélgica, Luxemburgo, Colombia, España, Nueva Zelanda y Canadá.

En este último, actualmente rige una ley que se aprobó en 2016, que contempla la posibilidad de acelerar la muerte de personas con una “condición médica grave e irremediable”. Entre esas causales se incluyen las enfermedades o discapacidades que pongan a las personas en una situación terminal o de deterioro físico y psicológico irreversible.

En 2021, el programa de asistencia médica para morir de Canadá se modificó para incluir a las personas con afecciones físicas graves y crónicas. Esto, incluso si esas patologías no representaban amenazas para la vida.

Sin embargo, en marzo de este año, está previsto que la legislación -una de las más liberales del mundo- dé un paso más allá. Ahora, se busca legalizar la muerte asistida para quienes padecen trastornos mentales, causal que incluye también a los adictos a drogas.

La discusión por la ampliación de la muerte asistida en Canadá

La medida que amplía las causales para la muerte asistida ha generado una amplia controversia en Canadá. Ahí, se ha advertido que la medida puede facilitar demasiado la muerte para personas en situación de vulnerabilidad. Esto, principalmente porque acusan que la salud pública canadiense no está prestando la atención psiquiátrica y psicológica adecuada y que el sistema de seguridad social está roto.

A nivel político, la iniciativa legal también ha tenido un desempeño polémico. Su principal defensor ha sido el primer ministro Justin Trudeau -líder del Partido Liberal-, quien ha acudido a un fallo de la Corte de Quebec para sostener el proyecto.

Sin embargo, desde los sectores conservadores se apunta al gobierno de Trudeau como responsable de promover una “cultura de la muerte”. Los sectores de izquierda, en tanto, también rechazan la ampliación de la eutanasia. A su juicio, el gobierno debiese trabajar por incrementar la atención de la salud mental.

La discusión también entró al mundo médico, sobre todo por la inclusión de personas con adicciones a drogas. En conversación con el medio norteamericano Vice, el doctor David Martell, médico líder de Medicina de Adicciones de Nova Scotia Health, comentaba que “no creo que sea justo, y el gobierno no cree que sea justo, excluir a las personas de la elegibilidad porque su trastorno médico o su sufrimiento está relacionado con una enfermedad mental”.

“Como subconjunto de eso, no es justo excluir a las personas de la elegibilidad simplemente porque su trastorno mental podría ser total o parcialmente un trastorno por uso de sustancias. Tiene que ver con tratar a las personas por igual”, añadía.

En cambio, la mirada es distinta en las organizaciones de activos. Ellos plantean que medidas de salud pública, como mejorar el acceso a prevención de sobredosis o a fármacos opioides son más necesarias. En entrevista con el mismo medio, la activista Zoë Dodd señalaba que “simplemente creo que MAID en el área de la salud mental y el uso de sustancias tiene sus raíces en la eugenesia. Y hay personas que realmente están luchando y que no reciben el tipo de apoyo y ayuda que necesitan”.

El proceso para recibir la muerte asistida en Canadá

Para solicitar el acceso a la eutanasia o muerte asistida, se debe pasar por al menos dos evaluaciones de médicos especialistas. Luego, se puede acceder a alguno de los dos métodos que contempla la normativa canadiense.

El primero es que un profesional administra directamente una sustancia que provoca la muerte del paciente. Esto ocurre, por ejemplo, cuando se inyecta un medicamento. La segunda posibilidad que un médico o enfermero proporciones un medicamento que la misma persona consume y le provoca la muerte. Esto se conoce como suicidio asistido o asistencia médica autoadministrada para morir.