“Éramos casi invisibles”: El alivio de los locales de estación Baquedano tras la reapertura del acceso al Metro

Después de casi cinco años desde el estallido social, el martes 9 de enero volvió a abrir el principal acceso del metro Baquedano. La nueva explanada de cemento, ahora libre de muros y sin la plaza hundida, tiene una mejor visión del Cerro San Cristóbal, hacia el norte. Y, desde el lado opuesto, un acceso despejado hacia los icónicos locales del sector.

The Clinic habló con las dueñas de estos bares, restoranes y tiendas para conocer sus opiniones sobre este cambio que les afecta directamente.

Visibilidad recuperada tras la apertura

“Me parece perfecto porque se ve ordenado, despejado. No como antes, que estaban esas paredes tapándonos“, opina María Eugenia Sepúlveda, administradora del tradicional restobar Baquedano, fundado el año 1962. Al igual que muchos otros locales cercanos al lugar, fue golpeado por el estallido, primero, y posteriormente por la pandemia. Por eso, esperan un nuevo respiro con este acceso renovado.

Lo mismo opina Ana María Parodi, dueña de la tienda de ropa Vintage House 4R, ubicada en Av. Providencia. “La verdad es que nosotros necesitábamos esta reapertura. Como antes estaba todo tapado, éramos casi invisibles, salvo para la gente que pasaba por delante de la tienda”, comenta. De esta forma, espera que de a poco vayan recuperando más clientes.

Sin embargo, este no es el último cambio importante que se espera para esta zona. En el marco del Plan Nueva Alameda-Providencia, quedó estipulado por las autoridades de la Región Metropolitana que, entre otras cosas, se eliminará la rotonda para conectar los tres parques del sector. Esto abre una nueva preocupación para los locatarios, quienes temen ser afectados nuevamente por la falta de acceso que implica una obra de estas características.

Francisca Fernández, vocera de los comerciantes de Plaza Baquedano, afirma que se han reunido tanto con la Municipalidad de Providencia como con el Gobierno Regional para saber cómo se dará inicio a las obras. “No queremos ser afectados comercialmente una vez más. Ya hemos pasado por renovaciones, estallido, pandemia, y ahora nos da un poco de temor que nos encierren aquí nuevamente con muros”, comenta la locataria.

Propuestas de los locatarios para reactivar la zona

Francisca Fernández, además, es dueña de la fuente de soda Blasco y el restaurante vegano Catapilcana. En este último local, desde las ventanas ubicadas al final del pasillo, se aprecia la verdadera amplitud del renovado acceso, que hace solo semanas era ocultada entre paredes cubiertas de panfletos y graffitis. La administradora repara en esto, sentada en una de las mesas de su propio negocio.

“Estuvimos 7 meses encerrados entre los muros de la obra. Entonces ahora te das cuenta de lo amplio que es el espacio. La visibilidad que tenemos hacia el cerro, hacia los parques; ahora desde se ve todo desde la explanada”, comenta.

Respecto al diseño que las autoridades determinaron para el lugar, Francisca Fernández opina que “hacen falta más áreas verdes. Pero veo este espacio como una oportunidad para hacer actividades culturales o deportivas; mantener activa la explanada”. La locataria sugiere que estos eventos, en un futuro, podrían ser organizados por los mismos gremios del sector, las municipalidades o el Gobierno Regional.

Mónica Ramírez, dueña de la Cafetería Abraxas (Vicuña Mackenna 38), opina algo similar: “Encuentro un poco triste que no hayan árboles. Es un espacio muy grande y se ve algo seco. Quizás se pudo haber hecho un diseño más colorido; que hubiese sido un paseo más grato a la vista”.

¿Un “memorial del estallido” a pasos de sus locales?

Al mediodía siguiente de la reapertura del acceso a estación Baquedano, la gente se saca fotos y pasa libremente justo por encima de donde solía estar la plaza hundida. Tras ser tapada con cemento, se ha comentado sobre un posible memorial del estallido social del 2019; idea impulsada por el el subsecretario de Derechos Humanos, Xavier Altamirano.

“Es un tema complejo. Lo que había ahí se ha transformado en un tema político. Pero mientras nosotros podamos trabajar tranquilos, se haga o no se haga un memorial, creo que da exactamente lo mismo”, opina Francisca Fernández. Además, plantea que de instalarse una obra en el lugar, sería mejor que tuviera un enfoque más histórico que emocional. “Indudablemente pasó algo aquí y va a quedar en la historia del país”, concluye.

Sobre la eliminación de la plaza hundida, la dueña de Abraxas comenta que siente algo de tristeza porque “llevaba varios años viéndola al pasar por ahí, y la verdad es que le daba su encanto al metro”. Respecto a un posible memorial, reflexiona: “Ese momento fue tan triste, y marcó a tanta gente que vivía aquí, que no se si haga falta un memorial. Yo creo que es mejor que hagan algún tipo de mejoramiento para que, a partir de ese episodio, vengan mejores cosas para las personas”.