Columna de Ximena Rincón | El dedo de Lagos

El dedo del Presidente Ricardo Lagos Escobar no solo apuntó y emplazó al dictador Augusto Pinochet en un acto de valentía sin precedentes, sino que tuvo la visión de apuntar hacia donde tenía que ir el país. Es esta misma persona, uno de los grandes líderes de Chile, quien ha anunciado su retiro de la vida pública.

Como muchos, escribo esto con el ánimo de destacar la figura de un estadista, de un gran hombre, esposo y padre, de quien actuó con firme convicción y calma mesura ante cualquier evento que se le apareciera.

Un claro ejemplo fue su determinada lucha contra la dictadura. Muchos éramos los que anhelábamos democracia, pero él, junto al Presidente Patricio Aylwin fueron quienes lograron el liderazgo, gracias a sus abundantes capacidades, para pactar el histórico referéndum de 1988 del SI y el NO.

Esta última opción fue la vencedora gracias -en gran parte- a él. Pero no debemos dejar de recordar sus gestiones también para el plebiscito de 1989, en donde se abrió paso a las primeras 54 reformas a la Constitución de 1980.

Nunca ocultó lo que le parecía injusto y cuando tuvo la posibilidad de cambiarlo, lo hizo. Fue ministro de Educación y de Obras Públicas, y revolucionó aquellas áreas. Ya en el cargo mayor que alguien puede ostentar, modernizó el Estado a través de 71 reformas constitucionales dejando atrás múltiples amarres totalitarios que había dejado el dictador: Los senadores designados, la eliminación de la función de garantes de la institucionalidad a las Fuerzas Armadas o el mayor rol fiscalizador de la Cámara de Diputados.

“Crecer con igualdad” fue su lema de campaña. Y lo cumplió. Y eso es algo que necesitamos mucho por estos días. Lagos Escobar fue parte de la triada -con Aylwin y Eduardo Frei Ruiz-Tagle– que ayudó a disminuir la pobreza. Durante su mandato, esta pasó del 36% al 29%, a la vez que aumentó el PIB de 5% a 6%.

Hace falta gente como Ricardo Lagos hoy en la política. Hace falta personas con visión de Estado, que vean el trabajo que hacen no como algo que los beneficiará en el corto plazo, sino como algo que podría beneficiar a otra persona -pero sobre todo- a todos los chilenos. La mirada de largo plazo de Lagos Escobar es algo que debemos imitar.

Lo he hecho personalmente, pero no puedo sino agradecerle por haberme hecho parte de su equipo de trabajo en mis inicios de la vida pública, primero como superintendenta de Seguridad Social y luego intendenta de la Región Metropolitana.

El ex presidente se retirará de la vida pública, pero lo que no sabe -o sabe a la perfección- es que muchos seguiremos guiándonos por sus opiniones y las valoraciones que pueda hacer de los distintos momentos políticos de Chile.

*Ximena Rincón, senadora y exministra del Trabajo y Seguridad Social.