Opinión
9 de Febrero de 2024Columna de Javiera Arce | Presidente Boric en el funeral de Piñera: la reconstrucción de los puentes con la oposición
"El Presidente Boric, ha aprendido que ser Presidente/a de la República, conlleva una responsabilidad difícil de dimensionar cuando se construyen proyectos políticos basados en la performance y impugnación, pero poco en las ideas", dice la analista política Javiera Arce, en esta columna de opinión para The Clinic. Por otro lado, añade, "el ímpetu juvenil puede ser un buen motor catalizador de energía, pero a veces, es muy mal consejero, particularmente en la política". El comentado discurso del presidente Boric ha incomodado a un sector del oficialismo. Arce dice: "Muchos advierten que está traicionando a su núcleo duro del 30% de apoyo que posee su gobierno. Sin embargo, Gabriel Boric está entendiendo, que para hacer avanzar a un país se requieren reconstruir los puentes con la oposición".
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El día martes recién pasado, de manera sorpresiva, se dio a conocer el lamentable deceso del expresidente de la República Sebastián Piñera Echeñique, quien ejerciera dos veces el cargo y quien ha ejercido un importante liderazgo en la centroderecha y la derecha al ser el único, desde la vuelta a la democracia de ese sector político, que ha logrado ganar la tan preciada elección presidencial.
En su primera administración tuvo la tarea de reconstruir el país luego del terremoto de 2010, pero no fue una administración fácil, ya que le tocó administrar las protestas estudiantiles de 2011, que catapultaron los liderazgos de quienes hoy gobiernan el país, el Presidente Gabriel Boric, la Ministra Camila Vallejo y una serie de figuras públicas que dejaron las protestas callejeras para ingresar al Poder Legislativo, y luego de ocho años, alcanzar el Poder Ejecutivo.
El segundo gobierno del Presidente Piñera no fue fácil. Le tocó administrar, la peor crisis institucional que Chile ha tenido en democracia, como fue la revuelta social de 2019, y lidiar con una pandemia mundial. La oposición de ese entonces fue muy dura, y en pleno contexto del estallido social, uno de los partidos que conforma la actual coalición, no firmó el Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución. Acuerdo que marcó el itinerario constitucional fallido, que le ha tocado administrar al Presidente Gabriel Boric en su actual gobierno.
Al confirmarse la terrible noticia, el gobierno actual, liderado por el Presidente Gabriel Boric, no dudó en organizar un impecable funeral de Estado. Tal y como se espera en una sociedad democrática, es necesario no solo cumplir los protocolos, sino que, a pesar de las diferencias que son válidas en democracia, éstas queden reservadas a la arena política y no para momentos tan dolorosos como la muerte.
Fue así como, a pesar de los terribles hechos ocurridos en la catástrofe de la Región de Valparaíso, el gobierno cumplió no sólo con el protocolo, sino además con la empatía necesaria con la familia del ex Presidente, particularmente con su viuda y sus hijos, en que el propio Jefe de Estado no ha escatimado en muestras de cariño y contención. Pero esto no sólo quedó demostrado en gestos sino también en un sentido discurso que dio el mandatario, en el cual hizo referencia no sólo a las cualidades de articulador político que tuvo el Presidente Piñera, sino que además reconoció que “como oposición… durante su gobierno, las querellas y recriminaciones fueron en ocasiones más allá de lo justo y razonable”.
Estas palabras demuestran por, sobre todo, la madurez del cargo y las dificultades que implica dirigir un país. Su proceder ha sido incluso más sobrio que algunos de sus partidarios, que no han escatimado incluso, en disputar la herencia política del exmandatario. El Presidente Boric, ha aprendido que ser Presidente/a de la República, conlleva una responsabilidad difícil de dimensionar cuando se construyen proyectos políticos basados en la performance y impugnación, pero poco en las ideas. Por otro lado el ímpetu juvenil puede ser un buen motor catalizador de energía, pero a veces, es muy mal consejero, particularmente en la política.
La actitud del Presidente Boric está siendo cuestionada por algunas voces estridentes en redes sociales, provenientes principalmente de la extrema izquierda. Muchos advierten que está traicionando a su núcleo duro del 30% de apoyo que posee su gobierno. Sin embargo, Gabriel Boric está entendiendo, que para hacer avanzar a un país se requieren reconstruir los puentes con la oposición y así restablecer un diálogo político que permita a Chile avanzar y encontrar salida a la crisis institucional que posee. El país requiere consolidar en una reforma tributaria, para hacerse cargo de las miles de personas que perdieron sus hogares en la catástrofe ocurrida el fin de semana, y también de las personas jubiladas, necesitan la reforma de pensiones. Reforma que también impulsó el Presidente Piñera.
El Presidente Boric ha aprendido lo difícil que es dirigir un país y hacer política para todos los chilenos, por lo mismo, es de esperar que sus seguidores también. Estos hechos, a pesar de la desgracia, nos permiten reconstruir el necesario diálogo democrático y el respeto mutuo que, las polarizadas élites políticas chilenas, tanto precisan.