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Entrevistas

11 de Febrero de 2024

Exministro Rodrigo Delgado y el liderazgo de Piñera en la derecha: “Si se busca un reemplazo que sea equivalente a lo que fue él, es un error”

El último ministro del Interior de Sebastián Piñera aborda el peso del exmandatario en su sector, y lo que fue trabajar con él en un momento tan álgido, post estallido y en pandemia. “El rigor de él lo llevó a transformarse, tal vez, en el líder más importante que haya tenido la centro derecha en la historia de Chile”, afirma el exalcalde. Sobre el momento que le tocó asumir, cuenta que “hasta las 5 de la tarde era alcalde y a las 20:30 estaba jurando en el salón Montt Varas”, y que el exmandatario, para convencerlo inmediatamente de asumir, lo llamó y le dijo: “Yo le presto una corbata, véngase al tiro”.

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Rodrigo Delgado fue el último de los cinco ministros del Interior que tuvo el segundo Gobierno de Sebastián Piñera. Asumió el cargo en un contexto particularmente complicado, después del estallido social, y mientras se desarrollaba la pandemia. “Me tocó vivir algo que creo que es inédito en la historia de Chile. Yo hasta las 5 de la tarde era alcalde y a las 20:30 estaba jurando en Montt Varas. Fue algo muy intenso”, recuerda sobre ese momento el exjefe comunal de Estación Central.

En la semana de la muerte del exmandatario, busca rememorar episodios especiales con él. Y lo que más le marcó, cuenta, fue el día en que el entonces Jefe de Estado lo llamó para ofrecerle el cargo que terminó aceptando.

Rodrigo Delgado ingresó por el subterráneo de La Moneda, para no llamar la atención de nadie. Almorzaron los dos solos en una pequeña oficina que queda detrás del despacho presidencial. “Ahí hubo una conversación que fue muy intensa y que derivó en que yo tomara la decisión de aceptar el cargo”, recuerda Rodrigo Delgado.

Después de almorzar con el mandatario y asumir verbalmente la responsabilidad, cuenta que “estaba en modo pandemia como alcalde, con barba, no me había cortado el pelo, estaba con jeans. Los alcaldes, en ese momento, estábamos entregando caja de mercadería, sanitizando la calle. Y le dije ‘Presidente, lo único que le pido es poder ir a mi casa, ducharme, afeitarme, buscar ropa’. Y me respondió: ‘Yo le presto una corbata, véngase al tiro'”. Así era él.

Finalmente fue a su oficina, eligió algunas prendas, anunció al concejo municipal que dejaría el cargo, y fue a jurar.

A días del trágico accidente, Rodrigo Delgado se refiere al legado que dejó Sebastián Piñera en la derecha, el futuro de este sector y los homenajes al exmandatario.

–¿Con qué se queda de la imagen de Sebastián Piñera?

–Puedo destacar algo que coincide en la mayoría de los exministros y ministras, que hay un antes y un después de haber trabajado con él. El rigor, el detalle, la cifra, el ser tan exigente, marca un antes y después respecto a lo profesional y a lo personal. Tener que estar permanentemente en reuniones en donde había que llegar muy bien preparado. Eso habla del rigor que a él lo llevó a transformarse, tal vez, en el líder más importante que haya tenido la centroderecha en la historia de Chile.

–¿Y cuál cree que es es el legado que deja para el país?

–Todo el mundo habla de algunos proyectos de ley, algunas políticas públicas. La PGU, infraestructura, obviamente la gestión en el terremoto. Eso se ha repetido mucho. ¿Y sabes? Creo que no hay cariño de la gente si no hay gestión. Las miles de personas que han llegado estos días, ese es el principal legado. Porque la gente no sale a la calle ni viene a despedir a un expresidente de la nada. Viene porque hay un reconocimiento, y ese reconocimiento es en base a hechos concretos. El principal legado es lo que está pasando respecto al cariño de la gente.

“Su rol aglutinador y de coordinación se va a echar de menos”

–¿Es el exmandatario el líder más importante que ha tenido la derecha y la centro derecha en la historia de Chile?

–Sin duda, sin duda. El solo hecho de haber sido presidente en dos períodos, es un hecho indesmentible de que ha sido el líder más importante. También creo que deja un vacío importantísimo en el nivel de gestión. Él nos repetía, durante el gobierno y después, en las reuniones que nos convocaba en su oficina, que estaba haciendo esfuerzos importantísimos para que Chile Vamos pudiese tener un proyecto común. Que hubiese una vocación de mayoría. Poder integrar, poder generar, un proyecto para Chile que viene con una derecha moderna. Una derecha que no solamente gobernara para un sector político determinado, sino que obviamente para todos los chilenos y chilenas.

Lamentablemente, la tragedia de su muerte ha traído también un bálsamo justamente en lo que pueden ser efectivamente las relaciones al interior de Chile Vamos. Por lo tanto, creo que ha sido un líder súper importante mientras vivió y está siendo un líder en su mensaje que está calando hondo en las horas posteriores a su muerte.

–¿Cómo se puede reemplazar un liderazgo como el que tenía él en su sector?

–No es reemplazable. Chile Vamos tiene que tener la capacidad de administrar esta energía que está quedando, que está dejando tras su muerte. Tiene que tener la capacidad de administrar una energía, y esa energía se administra con las personas y tendrán que haber liderazgos a la altura de aquello. Dentro de Chile Vamos hay un capital político y humano tremendamente importante, pero si se busca un reemplazo que sea equivalente a lo que fue él, es un error.

Hay que buscar cómo administrar la energía con los liderazgos que existen o con los que pueden emerger, Que tengan un rol de conexión con la ciudadanía y también la capacidad de gestión. Ahí sí hay que aprender del legado que nos está dejando. La capacidad de gestión, la gestión rápida, oportuna, de excelencia, de cara a la ciudadanía, pensando en la gente.

-¿Con su partida queda huérfano Chile Vamos?

–Él aglutinaba, generaba los chats que estábamos los ministros, los ex subsecretarios, él pedía información, mandaba información, citaba reuniones. Y lo hacía con el único afán de poder aportar. Por lo tanto, ese rol aglutinador y de coordinación se va a echar de menos, efectivamente, pero tengo la fe de que dentro de Chile Vamos van a surgir liderazgos que, en su conjunto, los partidos más otros que se puedan sumar a un movimiento, puedan suplir esa coordinación que él hacía.

–¿Y el anhelo que tenía él de convocar una coalición que sea tan amplia, desde Republicanos hasta Demócratas y Amarillos?

–Bueno, ¿por qué no? ¿Y por qué no conversarlo en el momento que sea necesario? Hoy día hay una mezcla de mucho dolor y llegará el momento de sentarse en la mesa para ver qué tan factible será aquello. Vale la pena evaluar y hacer todos los esfuerzos necesarios.

Rodrigo Delgado estuvo hace unos días en La Moneda, por la agenda de seguridad.

Rodrigo Delgado y el gabinete actual: “La gran mayoría fueron una oposición muy despiadada, muy injusta”

–El Gobierno le ha rendido honores al expresidente. Ministros y ministras han publicado en sus redes sociales mensajes de condolencia y el presidente Boric ha destacado su rol demócrata. ¿Fueron injustos en el pasado quienes hoy gobiernan?

–Absolutamente. Cuando los que hoy día gobiernan eran parlamentarios, la gran mayoría fueron una oposición muy despiadada, muy injusta. Transgredieron incluso normas constitucionales a la hora de poder aprobar estos proyectos. Hoy día quienes están en el gobierno están experimentando lo que se siente ser gobierno y recibir críticas. Y esas críticas pueden ser no necesariamente de partidos políticos. Hoy día, cuando escuchamos o vemos a la ciudadanía, cuando escuchamos o vemos, por ejemplo, a los dirigentes sociales de la zona de Viña, Quilpué, que están tan molestos, son críticas ciudadanas. Hoy están experimentando que no es tan fácil. 

Hay que recordar que el gobierno tiene que dar la garantía para el funeral, y obviamente uno valora gestos que puedan ser complementarios a eso.

En ese sentido, valorar gestos de, por ejemplo, el alcalde Vodanovic de Maipú, que no tiene un rol en el gobierno, que perfectamente podría no haberse pronunciado, no haber venido, ni menos hacer la guardia. Y sus declaraciones y gestos como ese están a la altura de lo que requiere y merece Chile. 

–Muchas personas que vienen a despedirse, pero el exmandatario terminó su segundo gobierno con una muy baja aprobación.

–La política es dinámica. Pero lo importante es que él alcanzó a ver las evaluaciones ciudadanas que durante las últimas semanas o meses mostraron que la figura de Sebastián Piñera estaba repuntando, estaba allá arriba. Se estaba haciendo justicia a su legado, a su labor, sobre todo las comparaciones muchas veces en las catástrofes de la emergencia o con ciertas políticas públicas.

Al final del día, la vida se encarga de poner en su lugar lo que cada uno de nosotros ha hecho respecto al accionar público. Creo que él está mirando cómo la gente le entrega el cariño y debe estar más que contento.

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