Declaraciones de médicos, peritajes y revisión del certificado de defunción: reabren caso por la muerte de Pablo Neruda con nuevas diligencias

El 23 de septiembre de 1973, 12 días después del golpe de Estado que lideró Augusto Pinochet y un día antes de exiliarse a México, se registró la muerte del poeta y político chileno Pablo Neruda en circunstancias que aún no se han logrado determinar. Luego de que el 7 de diciembre pasado la ministra en visita de la Corte de Apelaciones, Paola Plaza, cerrara la investigación del caso, este lunes el tribunal de alzada ordenó reabrir las indagatorias.

En un fallo unánime, la primera sala del tribunal de alzada aseguró que “no se encuentra agotada la investigación, existiendo diligencias precisas que podrían aportar al esclarecimiento de los hechos […] se ordena la reapertura del sumario”.

De esta manera, la Corte de Apelaciones revocó la sentencia en que la ministra Plaza desestimó las solicitudes de la familia del poeta y del Partido Comunista (PC) por considerarlas inconducentes.

Ahora, el tribunal pidió practicar diligencias solicitadas por los sobrinos de Pablo Neruda y por el PC. Entre ellas están “un nuevo peritaje caligráfico respecto del certificado de defunción que habría sido extendido por el Dr. Vargas Salazar” y la toma de nuevas declaraciones judiciales a Peter Kornbluh, director del proyecto de documentación de Chile, y a Eduardo Arriagada, el condenado exjefe de sanidad del Ejército, quien realizó un trabajo de inteligencia en base al clostridium botulinum.

Para los parientes de Neftalí Reyes ―el verdadero nombre de Pablo Neruda―, la indagatoria más relevante es “una metapericia que permita revisar e interpretar los resultados de las pericias realizadas por los expertos de las Universidades de McMaster y Copenhague, la que deberá ser realizada únicamente por expertos propuestos por dichas instituciones”.

Así, ahora se deberá esclarecer si Neruda murió debido al avanzado cáncer de próstata que padecía o si fue envenenado por agentes de la dictadura, como postuló un informe clave que la jueza Paola Plaza recibió en febrero de 2023. El documento hacía alusión a la presencia de clostridium botulinum ―un bacilo que daña el sistema nervioso y puede producir la muerte― en el cuerpo del poeta al momento de fallecer.

“Sabemos ahora que el clostridium botulinum no tendría por qué haber estado en la osamenta de Neruda. ¿Qué quiere decir esto? Que Neruda fue asesinado, hubo intervención en el año 1973 por agentes del Estado”, afirmó hace un año a Agencia EFE el sobrino del poeta, Rodolfo Reyes.