Entre la tragedia de los incendios y un nuevo Festival de Viña, en un año de elecciones municipales: el estilo de Macarena Ripamonti

A inicios de la semana, la alcaldesa Macarena Ripamonti llegó hasta el campamento Manuel Bustos. El asentamiento precario más grande de Viña del Mar y uno de los más grandes a nivel nacional. 

Estaban presentes la ministra de Desarrollo Social —y encargada de la reconstrucción—, Javiera Toro y su par de Bienes Nacionales, Marcela Sandoval. También llegaron autoridades regionales como el gobernador Rodrigo Mundaca, la delegada presidencial, Sofía González y el diputado PS, Tomás de Rementería.

Las ministras entregaron la reposición de sus títulos de dominio a las familias que ya venían regularizando su situación de vivienda. Pero uno de los vecinos pidió la palabra. 

Visiblemente molesto, reclamó por la poca celeridad de las ayudas, que la premisa del Presidente Gabriel Boric de “no los dejaremos solos” no se estaba cumpliendo.

Ripamonti fue quien le respondió. Y en vez de intentar justificar o poner paños fríos, reconoció la demora en las ayudas, admitió que las autoridades locales y su municipio estaban superados por la situación, con funcionarios municipales damnificados dentro de los mismos equipos, siendo cubiertos por personal en comisión de servicio de otras comunas.

El tono cambió. Y lejos de escalar la molestia, algunos de los damnificados agradecieron la sinceridad de la jefa comunal. 

Desde el inicio de los incendios, y antes incluso de la tragedia, Ripamonti ha marcado un estilo “pragmático” —en palabras de miembros del concejo municipal— que hoy la tiene mejor posicionada que cualquier otro contendor en la Ciudad Jardín para jugarse la reelección: con un 46% de aprobación, en el 11º lugar, según la última Cadem que midió a figuras políticas. 

¿Sus flancos? Los cuestionamientos al plan de evacuación de la comuna y los problemas a la interna de su partido, Revolución Democrática (RD), aún vigentes por el caso Democracia Viva.

Entre la emergencia y el certamen

Ripamonti, viñamarina, no es distante del tradicional Festival de Viña -que parte esta noche una nueva versión-, como podría pensarse a priori de una dirigenta del Frente Amplio. 

“El Frente Amplio en la región nació en Valparaíso y en particular el Frente Amplio de Viña del Mar es muy del estudiante universitario que viene de afuera. Ripamonti creció acá. Tiene ese perfil del viñamarino que le gusta el Festival, que le tiene cariño”, dice un allegado a la alcaldesa.

Con la tragedia aún en ciernes, y con el inicio del certamen, la líder comunal ha pedido a sus equipos hacer un balance en su agenda, sin descuidar las actividades en terreno durante el día y asegurando su asistencia por las noches al evento musical. La orden es no “bajarse” de la emergencia.

Ya definido el carácter solidario de las veladas, la alcaldesa RD acudirá durante las seis noches del evento con distintos grupos sociales de la comuna en el palco de la Quinta Vergara. 

Durante esta noche el evento, que tendrá una obertura distinta y marcada por la tragedia, la acompañará un grupo de damnificados de la comuna. O en la noche de cierre, más juvenil, se espera que Ripamonti acuda junto a los grupos de jóvenes que han colaborado en las labores de reconstrucción.

La exposición al “monstruo”, dicen algunos, podría ser un buen barómetro relativo a la gestión y cómo podría impactar (o no) en su chance electoral.

Para el concejal de Convergencia Social, Alejandro Aguilera, “no es tiempo para poder evaluar eso. Para poder evaluar lo que va a pasar electoralmente necesitamos ver la comuna desde más arriba. Tenemos que salir de las zonas afectadas”.

Ahora bien, el representante de CS en el concejo no niega que siempre es “un buen barómetro el Festival. Nosotros siempre hemos dicho que el Festival resuma lo que ocurre en nuestra ciudadanía, que resuma culturalmente lo que ocurre en Viña del Mar. Los conflictos políticos se expresan en Viña del Mar. Ese va a ser un buen momento para evaluar las proyecciones de cada uno y cómo la ciudadanía va a evaluar nuestro trabajo”.

Y agrega: “El Festival Internacional de la Canción va a ser un espacio que se va a tener que hacer con mucho ‘tino’ por parte de todas las autoridades involucrada. Una equivocación, un error de juicio o de cálculo efectivamente, tal como están las condiciones en nuestra comuna, podría, eventualmente, costar caro en términos electorales”.

Distancia sutil del Ejecutivo

El viernes, y a horas de iniciar el festival, la líder RD de Viña del Mar hizo una dura crítica. 

“Una catástrofe de esta magnitud conmueve a las personas, pero eso no dura más de 70, 100, 200 horas, un par de días. Y ya ven ustedes cómo están las calles de Villa Independencia, del Olivar: ya no llega la ayuda como llegaba antes. Estamos solos como municipio de Viña del Mar y parte de los servicios públicos del Estado”, dijo.

Las palabras de Ripamonti no fueron al azar. 

Si hay algo que ha transmitido y que ha dejado en claro tanto en sus intervenciones públicas, o en diálogos con los vecinos afectados, es que el municipio canaliza las ayudas y tiene algunas competencias como lo que ha sido la remoción de escombros —ayudados por funcionarios en comisión de servicio enviados por otras comunas—, pero que la solución habitacional corresponde al Ejecutivo.

El principal ripio, advierten algunas de las autoridades que han recorrido la zona de catástrofe tanto en Viña del Mar como en Quilpué, es que a esta altura de la tragedia, sin el fuego amenazante, la interlocución con el Ejecutivo no es clara y que el límite es difuso entre los requerimientos que le corresponden a la ministra Toro, encargada de la reconstrucción; y la vocera Vallejo, hoy ministra enlace de la catástrofe.

Al despliegue del Ejecutivo, y desde un punto de vista más técnico, esta semana se sumó Patricio Coronado, gerente de la reconstrucción.

Ripamonti, antes de la emergencia, ya había marcado distancia del Ejecutivo en más de una ocasión. Lo hizo -directamente- con el Presidente Gabriel Boric cuando le dio un “ultimatum” para que el comité de ministros rechazara el proyecto de saneamiento en Playa Las Salinas. También endosó al MOP la responsabilidad por el socavón producido tras las lluvias de agosto en los edificios emplazados en el límite de su comuna y Concón.

Al inicio de la tragedia, fue conocida su controversia con el Ejecutivo luego de que adoptara una vocería temprana sobre los fallecidos y desaparecidos.

Así, desde La Moneda se le hizo saber que el Cogrid establecía protocolos para la entrega de dicha información sensible y que, en último caso, además de la ministra del Interior, Carolina Tohá o el subsecretario de la repartición, Manuel Monsalve, sería el Presidente Boric quién entregaría la información, como lo hizo en una declaración durante el fin de semana más complejo de los incendios.

La evaluación del concejo

El concejal decé, René Lues, es uno de sus más críticos y su nombre tomó mayor relevancia hace algunas semanas, pues fue unos de los que encabezó desde el concejo su negativa a la presentación del cantante mexicano Peso Pluma en el certamen.

Sobre la edil RD, la define como “tremendamente pragmática y vive el día a día con el principal objetivo declarado de ganar las próximas elecciones municipales. Existe un culto a la personalidad y un nivel de autorreferencia de la alcaldesa digno de regímenes totalitarios”.

Distante de la evaluación de Lues, el representante del PC, Pablo González admite que “es bastante probable la reelección porque la pega no está mal hecha. Hoy, por lo menos, la alcaldesa actual tiene todos los elementos para enfrentar una reelección”.

Lues, por otro lado, apunta a su mayor flanco actual: la coordinación de la evacuación del sitio de la catástrofe.

“Los problemas de conducción se acrecentaron, pues, entendiendo que se trata de la mayor tragedia de este tipo en la historia de Viña del Mar, la manera en que la alcaldesa ejerce su cargo hizo que la municipalidad se viera desde el comienzo y hasta hoy completamente superada por la emergencia”.

Dentro del cuadro del concejo, hay dos nombres que aspirarían a competirle a Ripamonti: Aguilera (CS), en una primaria del sector; y el RN Carlos Williams. Del primero, las opciones de una primaria en Viña del Mar serían escasas dado los números que se manejan sobre Ripamonti; y Williams señala lo siguiente.

“Un sector de RN estima que yo podría ir a esta encuesta que se va a realizar para tener el candidato que va a representar al sector en la siguiente elección. Me pidieron la autorización para usar mi nombre en esa encuesta y yo dije que estaba disponible. Basándome fundamentalmente en mi gestión de este segundo periodo como concejal, creo que puedo ser una carta. Vamos a esperar que dice esta encuesta, porque a lo mejor ni siquiera salgo mencionado”, dice el concejal opositor.

Pese a su militancia, Williams no es de los más críticos de Ripamonti.

“La alcaldesa y su equipo se ha dado por entero a brindar la atención, la contención a los damnificados y familiares de las víctimas. Creo que ella lo ha hecho porque su espíritu de servicio a la comunidad así lo señala y determina. No creo que esté mirando esa situación con miras a tener réditos electorales. Yo no soy partidario de aquella situación y creo, conociéndola, que ella tampoco sea partidaria de estar haciendo las cosas con otro objetivo y no con la atención que merecen los damnificados”, concluye.