Contactaban por WhatsApp y cobraban $250 mil a sus víctimas: cómo operaban los falsos funcionarios del Registro Civil que ofrecían documentos a migrantes

La Fiscalía Regional de O’Higgins investiga actualmente una serie de estafas a migrantes por parte de falsos funcionarios del Registro Civil. Los presuntos trabajadores ofrecían a través de WhatsApp gestionar los trámites para obtener una cédula de identidad y otros documentos. Todo, por un cobro de $250 mil.

Como publica BioBioChile, entre 2022 e inicios de 2023, hechos como estos se repitieron en 11 comunas de la región. Así, se totalizaron 20 víctimas, todas migrantes. Siete de ellas se concentraron en Rancagua, dos en Requínoa, dos en Pichilemu y dos en Nancagua. En tanto, Doñihue, Santa Cruz, San Vicente de Tagua Tagua, Quinta de Tilcoco, Rengo, Chépica y Graneros registraron una caso cada una.

La indagatoria tiene carácter reservado y está a cargo del fiscal de Alta Complejidad de O’Higgins, Nicolás Núñez. Entre los delitos que se indagan están la estafa y la falsificación de instrumento público.

La proliferación de este tipo de delitos ha generado preocupación en el Ministerio Público, pues afecta sobre todo a migrantes en situación irregular, que tienen presión para obtener sus documentos.

Contactaban a sus víctimas por WhatsApp: el modus operandi de los falsos funcionarios del Registro Civil

Como relata el medio citado, en febrero de 2022, dos ciudadanos venezolanos llegaron a la oficina del Registro Civil en calle Cáceres, en Rancagua, con el objetivo de retirar sus cédulas de identidad. Las dos personas explicaron que habían tramitado el procedimiento por WhatsApp con un funcionario llamado Matías que decía trabajar en el lugar.

Sin embargo, los documentos no existían en esa ni en ninguna oficina del servicio. El caso llegó a oídos del director del Registro Civil y de la encargada de operaciones de la institución luego de que los afectados presentaran su reclamo en la oficina.

En su relato, ambos sostuvieron que esa jornada, Matías les había dicho que saldría vestido de traje para entregarles sus cédulas. Además, les mandó fotos de sus presuntos colegas de trabajo. Y, finalmente, les pidió depositarle $250 mil a cambio de los carnet. Todo era una estafa.

Una experiencia similar vivió una mujer de nacionalidad boliviana. En junio del mismo año se contactó con un presunto funcionario de la repartición pública, que se presentó como Felipe Andrés. “Señorita Yolanda, los requisitos que me debe enviar para poder agendar y gestionar su cédula de identidad temporaria chilena son los siguientes”, le escribió vía WhatsApp a la mujer.

Además, le dijo que le entregara “una fotografía de carnet boliviano, otra de su pasaporte y una de su perfil con fondo blanco y claro”. Asimismo, no le pidió la VISA. Tras hacerle llegar todos los documentos un día después, Felipe Andrés le dijo que debía pagar una inscripción de $50 mil. Luego de transferirla, le hizo llegar un “Comprobante de Solicitud de Identidad de Extranjeros” para retirar su documentación.

A eso sumó un cobro de $200 mil, lo que contrasta con el valor de un trámite normal, que ronda los $3.820.

La mujer llegó a la oficina del Registro Civil en calle Cáceres y recibió una dura noticia: su cédula de identidad no existía. Había sido víctima de una estafa.

El objetivo: migrantes irregulares

En conversación con BioBioChile, el exdirector del Servicio Nacional de Migraciones, Álvaro Bellolio, comentó que el objetivo de estas estafas podrían ser quienes han entrado en forma irregular a Chile. “Es muy raro. Orientado para personas ilegales”, señaló.

En tanto, el académico de la Universidad de Chile y especialista en migración, Lorenzo Agar, sostuvo que “las personas que están irregulares o que han demorado mucho el trámite para sus papeles pueden ser las víctimas perfectas para este tipo de engaños. Como también puede ser que no sean víctimas y solo están buscando una manera de tener un carnet, aunque sea falso, para moverse en la vida cotidiana”.

“Hay mucha gente que viene de países donde hay mucha informalidad y piensan que en Chile también es así”, añadió Agar.