“Es una vergüenza”: Las 3 horas y media en que se quebró el acuerdo por la mesa del Senado y las duras críticas a la oposición

“La confianza en toda dimensión es fundamental para que la sociedad funcione bien. Cuando se rompe la confianza, como lo hizo la derecha ayer, las instituciones se debilitan“. Esta fue la categórica opinión que brindó el Presidente Gabriel Boric esta mañana, desde el Barrio Yungay, respecto a la situación derivada de la elección de la mesa directiva del Senado.

Pasada las cuatro de la tarde de ayer martes, los senadores comenzaban a posicionarse en sus respectivos asientos para dar inicio a una nueva sesión de sala. Pero, esta no era cualquier cita: iban a definir quien sería el presidente del órgano en lo que resta del año.

El secretario general del Senado, Raúl Guzmán estaba sentado junto al senador Juan Antonio Coloma (UDI), presidente saliente, para dar inicio a la sesión, que culminó —poco después de las seis de la tarde— lejos de lo que se esperaba: José García Ruminot (RN) era investido como presidente del Senado.

Ello frustró la llegada de Pedro Araya (PPD), quien estaba contemplado como la carta que presidiría la Cámara Alta si es que se mantenía en pie el acuerdo administrativo que pactaron los partidos de oficialismo y oposición al inicio de su magistratura.

Una negociación paralela de la derecha con Demócratas afectó dicha llegada. Ello generó la molestia oficialista de frentón.

“En este Senado ha nacido un nuevo partido: ‘Hipócritas‘”. Esa fue una de las frases que cayeron desde los pupitres en la sesión en la que se eligió el nuevo liderazgo. La autoría de ella provino de Loreto Carvajal (PPD), quien era testigo de cómo la vicepresidencia del órgano quedaba en manos del senador demócrata Matías Walker.

“A mí me toca entrevistarme con mucha gente, he estado con mucha gente afuera. Me dicen ‘oye la cosas en Chile están re contra mal, se la pasan pelando’, etcétera, y yo les digo ‘en el Senado es distinto, en el Senado nos entendemos’ (…). La verdad es que mañana vamos a salir en el diario como todos los demás, y es una vergüenza“.

Esa fue, en tanto, la apreciación que hizo el senador socialista José Miguel Insulza (PS). En todo caso, no sólo eso dijo el parlamentario. Aseguró que “se les olvidó a algunos que este Senado era como el reflejo de una sociedad civilizada, a la cual se podía llegar a acuerdos”.

“Hoy nos han amontonado junto a todos los demás”, concluyó.

Comparaciones con la Cámara de Diputados y “daño al país”

Un reproche similar al de Insulza mantuvo la senadora Alejandra Sepúlveda (Ind.-FRVS). Quien fue diputada desde 2002 hasta 2018 —para luego asumir en el Senado— fue concisa con su mensaje.

“Si hay algo que uno ha aprendido, los que hemos estado en la Cámara de Diputados, es que los cuchillos en la Cámara se cruzan y se ven. En este Senado no se ven, pero se sienten en la espalda. Esa es la diferencia”, comentó.

“Aquí todos en silencio, con mirada pusilánime, con que ‘yo no quebré un huevo, pero la cuchilla en la espalda’. Permítanme decirlo de esa manera“, sumó. Además, aseguró que la instancia se explicaba bajo el nacimiento de una “nueva fuerza política“.

Por otro lado, la ministra del Interior, Carolina Tohá, también se refirió este miércoles al suceso ocurrido en la rama mayor del Legislativo. “En política, los poderes públicos, al igual que las relaciones de pareja (…), el valor de la palabra es la base de la vida común. Cuando la palabra no se puede confiar en ella, no hay confianza, no se puede proyectar el futuro“, reclamó la ministra.

“Si la sociedad funcionara así, nuestras relaciones humanas funcionaran así, no podríamos vivir juntos (…). Lo que pasó ayer en el Senado es extremadamente grave. No tiene precedentes“.

Asimismo, la secretaria de Estado reflejó la situación en un “yo me beneficio de los acuerdos y cuando me toca la hora de cumplir mi parte, en beneficio de los demás, no lo hago“.

“Lo que hicieron el día de ayer es un daño profundo al país, y no vamos a permitir que eso suceda“, cerró.