Presidencia del Senado perdida y un posible déjà vu en la Cámara: el complejo escenario con el que queda el ministro Elizalde en el Congreso

“Se sienta un precedente de desconfianza que le hace daño al sistema democrático“. De esa forma comentaba el ministro Segpres, Álvaro Elizalde, desde el Congreso, el revés que sufrió el martes el oficialismo en el pleno del Senado.

El encargado de las relaciones legislativas del Gobierno tuvo que ver cómo la derecha y Demócratas sellaban un acuerdo paralelo. Tal evento generaba, a su vez, el desecho del acuerdo vigente que, además, le brindaba la presidencia de la Cámara Alta al oficialismo.

De ese modo, el senador Pedro Araya (PPD), quien obtuvo 22 votos, perdió sus posibilidades de presidir el Senado. En cambio, su par José García Ruminot, con 27 apoyos, fue quien asumió el máximo cargo al interior del órgano legislativo.

Pero, la situación no sólo dejaba al oficialismo fuera de la presidencia. La mesa directiva de la Cámara Alta también quedaba libre de sectores de Gobierno, puesto que la vicepresidencia sería liderada por el senador demócrata, Matías Walker.

“Me tocó como senador promover y suscribir un acuerdo que daba gobernabilidad y estabilidad al Senado (…). Lo que correspondía era que este acuerdo se cumpliera”, señalaba Elizalde al culminar la sesión que eligió la nueva mesa. De hecho, el hoy ministro fue presidente de la instancia producto de ese mismo acuerdo en 2022.

Con la llegada de García, la presidencia de las comisiones del Senado, como sus integrantes —designados por el presidente de la Cámara Alta—, también se ponen en juego y, con ello, las reformas que impulsa el Gobierno. Son los líderes de las comisiones los que deciden los temas que se discutirán en la tabla.

“Hubo un grado de ingenuidad del Ejecutivo y por parte nuestra”, dijo el senador Araya, lamentándose por el resultado.

El conflicto en la Cámara de Diputados

La situación para Elizalde no se vuelve más sencilla en el Senado. La semana pasada, las bancadas de la UDI y RN se reunieron con parlamentarios de Demócratas y del Partido de la Gente (PDG) para convencer a estos últimos de una estrategia que le arrebate la presidencia al oficialismo.

Parte de la jugada se explica por el arribo fallido del Partido Comunista (PC) a la presidencia de la Cámara Baja. En 2022, cuando el nombre de Karol Cariola era el elegido para presidir la instancia, un acuerdo entre la oposición con los Demócratas, el PDG, sumado a una molestia de la Democracia Cristiana (DC), generó la caída de su figura. En su reemplazo apareció Vlado Mirosevic (PL), quien lideró el hemiciclo de 155 integrantes hasta junio de 2023.

Con la postergada asunción comunista, estaba previsto que eso se revertería en la elección siguiente de la mesa directiva. Sin embargo, el nombre de Ricardo Cifuentes (DC) se convirtió en el elegido, frustrando, otra vez, la llegada de un comunista al máximo cargo al interior del organismo.

Es por ello que el PC reclama su turno en la mesa directiva, la que la propia oposición —con sus encuentros con parlamentarios demócratas y del PDG— busca alterar. La oferta: que el partido liderado por Ximena Rincón asuma la presidencia, mientras que la vicepresidencia quede para la tienda creada por Franco Parisi.