¿Qué es lo peor que le has aguantado a una pareja? Historias donde el límite fue traspasado y perdonado, pero no olvidado

Víctor Latorre (47) no recuerda cómo ni por qué empezó a discutir con su esposa, pero sí la manera en la que terminó la pelea. Su pareja sobrepasó uno de sus límites: “No sé por qué hueveas tanto si yo pongo las lucas aquí”, remató su pareja. 

El silencio se apoderó de la habitación. Latorre, entre la rabia y la pena que sintió por lo que su esposa le dijo, se quedó callado. Y ella, con la vergüenza de haber insultado a su marido, salió de la habitación a tomar aire. “Lo que más me llegó a mí fue eso, la parte económica. Me la tiró firme, porque ella gana más que yo”, dice Latorre. 

Sin embargo, con el pasar de los minutos, su esposa volvió a la habitación. Se sentó al lado de él y le explicó: “Te dije muchas cosas, pero te quiero pedir disculpas por la parte económica. No tenía nada que ver con la discusión que estábamos teniendo, así que por favor, no creas que pienso de esa forma”, le dijo su esposa. 

Latorre recuerda que esa fue una de las discusiones más fuertes con su pareja, en la que ella pasó por encima de uno de sus límites. De acuerdo con el psicólogo Jonathan Martínez Líbano del Centro Terapia de Parejas e Individual (CTPI), el cruzar los límites de una pareja es común cuando se empieza una relación.

“Está este período de adaptación, en los que las parejas deben llegar a ciertos tipos de acuerdos. Si nosotros tomamos esos acuerdos, y después no se le respetan, efectivamente estaríamos hablando de un traspaso de límites, y uno que ya es más consciente”, dice Martínez. Sin embargo, el experto aclara que a veces estos acuerdos pueden violarse sin mala fe, como fue en el caso de Latorre y su esposa. “Ahí es cuando las parejas deben detenerse y conversar, y efectivamente leer los puntos de vista distintos”. 

Las razones detrás de perdonar a una pareja

Amalia (32) -quien prefirió no dar a conocer su identidad-, también recuerda una de las peleas más fuertes que tuvo con su actual pareja. Todo empezó un miércoles al mediodía, cuando él le avisó que quería cambiar los planes que tenían para ese día. “Me comentó que en el trabajo los habían invitado a una celebración de fin de año”, cuenta Amalia. “Entonces, yo le dije que bueno, que podíamos cambiar los planes para otro día, pero que por fa no llegara tan tarde”. 

Sin embargo, su pareja llegó a las 2:30 de la mañana. Cuando ella fue a verlo, lo encontró despeinado y con la polera desabrochada a la mitad. “Ahí yo le dije: ‘¿por qué vienes tan desordenado?’”, recuerda Amalia. “Y él me dijo: ‘¿cómo desordenado?’. Y le empecé a hacer más preguntas y no me contestaba, o cualquier cosa que le dijera, se lo tomaba mal”. 

Así, comenzó una larga discusión que fue en crescendo: mientras Amalia pedía más explicaciones, su pareja más se enojaba. De esa manera, la pelea llegó al punto en el que solo se escuchaban gritos, y ninguno de ellos estaba dispuesto a oír al otro. “Me decía que yo no podía hacer nada sin él”, recuerda Amalia. 

Al final, los dos pararon de discutir y cada uno se fue a dormir a un sitio distinto de la casa. Al día siguiente, Amalia le ofreció un ultimátum: su pareja debía ir a terapia o terminaban. Él, ya sobrio, eligió la primera opción. Y Amalia, aún dolida por la situación, lo perdonó. 

¿Por qué las personas suelen perdonar, aunque su pareja haya quebrantado uno de sus límites? De acuerdo con el psicólogo Martínez Líbano, las personas pueden hacerlo por varias razones. “Perdonar puede venir de muchas formas, porque hay un proyecto de vida juntos, porque efectivamente observé que te equivocaste”, explica el experto. Incluso, agrega que las personas pueden dejar que el otro quebrante sus límites por baja autoestima o alguna dependencia emocional. 

Para Amalia, el hecho de que ella y su pareja tienen un negocio juntos fue una de las razones por las que aguantó que su pareja cruzara sus límites. “Vivimos juntos, entonces irse con todas las complicaciones que teníamos era difícil”, explica Amalia. “Nosotros ya llevamos cinco años juntos. Mi familia lo considera como un hijo, y la de él también a mí”. 

“El problema en las relaciones de pareja siempre tiene que ver con la interacción. Entonces, cuando efectivamente pasa que se traspasan los límites, puede ser que alguien lo omitió”, explica el psicólogo Martínez. “Porque al principio de las relaciones, estamos en una especie de mini batalla, de colocar nuestros límites. Y a veces, por amor o por ganas de ser aceptado, efectivamente, nosotros dejamos que se pasen esos límites”. 

Si hay mucho perdón, habrá mucho arrepentimiento

La pareja de Yaritza Yáñez (31) terminó con ella hace un mes, luego de más de once años juntos. Las grietas en su relación comenzaron el año pasado, cuando su pareja debió viajar desde Arica a Calama por trabajo. Allí, en medio de la relación a distancia que estaban teniendo, el hombre la engañó con una mujer que conoció en la ciudad. 

“Me dijo por whatsApp que estaba con otra y que ya no quería estar conmigo”, cuenta Yáñez. “Pero aún así, seguimos hablando y él venía de viaje para acá, entonces estaba con él. Ahí lo perdoné, y después, yo me fui a vivir para allá con él”. 

Cuando ya estaban en Calama, siguieron juntos por unos meses, hasta que Yaritza empezó a notar actitudes que eran poco comunes en su pareja: ya no la abrazaba, no la besaba. Se puso más distante. Así, Yáñez sospechó que él la estaba engañando nuevamente. “Lo molestaba, le preguntaba qué pasaba, que me dijera algo. Y ahí, él de nuevo me dijo que estaba con otra”, recuerda Yáñez. “Se me cayó el mundo. No podía creer que lo hubiera hecho otra vez”. 

Aun así, Yáñez le dio una tercera oportunidad y se devolvieron a Arica juntos. Sin embargo, la confianza ya no era la misma y la relación ya estaba desgastada. Y así, su pareja decidió terminar con la relación. “Él me dijo que ya no sentía lo mismo, que igual estaba aburrido. Le dije que tampoco podía obligarlo a que estuviera conmigo si no sentía nada, entonces se fue de la casa”, cuenta Yáñez.

Ahora, Yáñez reflexiona sobre los límites que dejó que su ex pasara a llevar. “No sé si yo soy tonta o si fue por amor”, dice la joven. Además, cuenta que su afán por mantener a su familia unida provocó que lo disculpara, pues él había sido padrastro de sus dos hijos durante más de una década. Sin embargo, ahora está arrepentida. “Me decía: ‘para qué lo perdoné?’. Pero después pensaba: ‘yo no voy a perder esto’. Y así estaba”. 

¿Hasta dónde es tolerable que la pareja rompa los límites del otro? Para el psicólogo y director del Centro Amaranta, Gustavo Ramos, depende del límite que tenga la otra persona. “Eso tiene mucho que ver con el valor que tiene la persona de sí misma”, dice el experto. “Si la persona tiene una apreciación de sí misma bien baja, va a tener mucho mayor tolerancia a que se le falte el respeto. En cambio, si es una persona que se valora a sí misma, va a tener un menor nivel de tolerancia”. 

Para el psicólogo Martínez, también depende de la persona. Sin embargo, agrega que las personas deben poner en balanza cuánto deben tolerar. “Hay equivocaciones, hay situaciones en las que la persona actuó sin maldad”, indica Martínez. “Sin embargo, creo que debemos tolerar, hasta que yo sienta que tú me estás haciendo daño. Es tolerable hasta el momento en que esto me está generando más problemas que beneficios”. 

¿Cómo se puede avanzar después de quebrantar un límite?

Si bien el por qué y el hasta cuándo se debe tolerar que alguien sobrepase los límites depende de cada uno, los expertos coinciden en que una vez que se perdona el error, las parejas deben trabajar en la confianza para que no se repita. “Si ese conflicto no está resuelto y reparado adecuadamente, no ha sido procesado, va a volver a salir en las discusiones”, indica el psicólogo Ramos.

“Por ejemplo, en el caso de una infidelidad, la persona que es infiel tiene que reconocer su error. Y tiene que haber una confesión que esté asociada al arrepentimiento”, explica Ramos. Luego, la confianza tiene que recuperarse. “Eso significa que la persona que ha sido el ofensor debe, a partir de ese momento, rendir cuentas de su comportamiento hasta que la confianza sea restaurada. Entonces, esa persona no puede salir con la ex, por ejemplo”. 

Si bien Víctor Latorre y Amalia no fueron víctimas de una infidelidad, sí hubo un arrepentimiento y un intento por parte del otro por restaurar la confianza en sus situaciones. En el caso de Latorre, su esposa le pidió perdón. “No quedé pillado con lo que me dijo, porque después me pidió disculpas de corazón”, dice Latorre. “Algo que es más importante que las palabras, es el amor y la confianza que nos tenemos”. 

Así también sucedió con Amalia, pues su pareja finalmente fue a terapia psicológica para controlar su ira. “Ya no se exalta tan rápido, por ejemplo. Trata de meditar las cosas. Y no ha vuelto borracho”, indica Amalia. Sin embargo, aún recuerda el límite que su pareja cruzó. “Todavía está a prueba, en verdad”.