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La expresidenta y exsenadora de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, desde Concepción. Foto: Juan González, Concepción.

Entrevistas

8 de Diciembre de 2024

Jacqueline van Rysselberghe (UDI): “Su rigidez le está pasando la cuenta a Kast, ir a primera vuelta a todo evento se ve como un capricho personal”

La expresidenta de la UDI reaparecerá en enero en un rol más activo en política cuando asuma como una de las vicepresidentas del partido. Aquí expresa una mirada favorable de la conducción de Guillermo Ramírez y dice que es bueno que estén en la misma mesa quienes antes se enfrentaron, como una señal de unidad que ve clave para la presidencial. En ese marco, es crítica del actuar de los republicanos. "Tienen más interés en crecer que en ganar para Chile", señala, acusándolos de "soberbia". Con todo, asegura que no le interesa ocupar futuros cargos políticos y dice estar feliz ejerciendo su actual profesión: “Gracias a Dios nunca necesité la política para vivir. Me va mejor como psiquiatra que como política".

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Jacqueline van Rysselberghe cuenta que tras no resultar electa como senadora por la Región de Ñuble en las elecciones de 2021 se vio en la necesidad de reinsertarse en el mundo común y corriente y cambiar su rol. Atrás quedaba una larga y exitosa vida política activa: parlamentaria por ocho años, presidenta de la UDI entre 2017 y 2020 —siendo la primera mujer de la tienda en ocupar ese cargo—, intendenta del Biobío, tres períodos consecutivos como alcaldesa de Concepción y otros dos como concejala de la misma comuna.

Con ello, en sus palabras, volvió a sus orígenes. Desde ahí ha ejercido como psiquiatra, al contar con el título de médica (estudió en la Universidad de Concepción), un posgrado en Psiquiatría y un diplomado en Psicoterapia.

“Me he dedicado a esto. Gracias a Dios me ha ido bien, estoy contenta y tranquila”, dice van Rysselberghe, quien conversó a través de Zoom con The Clinic, desde Concepción, lugar en el que reside.

Pero junto a ello la exsenadora también tomó otra decisión: activar su perfil de Instagram y relacionarse por esa vía con las personas. En su perfil, por ejemplo, es habitual encontrar publicaciones en las que entrega consejos en materia de salud mental, relata su experiencia en viajes al extranjero o exhibe episodios de su vida cotidiana y familiar.

“Descubrí un mundo muy entretenido, porque implica interactuar con personas. Inicialmente lo usé porque necesitaba cambiar de rol, quería salir de la de política e insertarme en el mundo común y corriente. Y después lo encontré entretenido nomás”, cuenta.

Van Rysselberghe, no obstante, volverá en enero a tener un rol más político, una vez que se instale la nueva mesa directiva de su partido. Allí, tras un acuerdo con el presidente de la colectividad, el diputado Guillermo Ramírez, ejercerá un cargo como vicepresidenta, en lo que será un período de importantes definiciones, con una elección presidencial y parlamentaria en el horizonte.

—¿Tenía presente todavía el bichito de la política?

—Más que el bichito de la política, lo que pasa es que yo me dediqué desde que tenía más de 20 años a la política, en distintos cargos. No me da lo mismo lo que pase. Normalmente tengo opinión sobre los temas. Y si bien no estoy metida en la primera línea, me interesa lo que pasa en el país. En esta oportunidad fue porque creo que el país está muy mal y tenemos una oportunidad real de cambiar esto si llegamos con alguno de los nuestros a la presidencia. Esto podría ser con un respaldo que no ha tenido nunca nuestro sector, como podría ser la mayoría parlamentaria. Y para lograrlo, necesitamos mostrar unión, que ha sido difícil.

—¿Quién la convenció de volver?

—Guillermo Ramírez me planteó la posibilidad de ir dentro de una lista unitaria y a mí me pareció una gran idea. Ofrecí ayudarle en lo que pudiera, porque me pareció que eso sería una señal súper potente y en ese momento me consultó si estaría disponible para integrar una lista con él. Le contesté que sí, pero que también estaba disponible para no integrarla si es que eso ayudaba.

Finalmente, me dijo que prefería que yo esté en la mesa, y no tuve ningún problema. Creo que como señal política es buena, más allá de que los vicepresidentes del partido hagan mucho, porque la verdad es que no. Es bueno que estemos sentados en la misma mesa quienes antes nos habíamos enfrentado.  

—¿Se ha notado un cambio en la conducción de la UDI con la llegada de Guillermo Ramírez y Juan Antonio Coloma en la secretaría general? ¿Se enmendó el rumbo?

—Absolutamente. Lo han hecho muy bien. De hecho, inicialmente cuando Guillermo me llamó, yo le dije que contara con mi apoyo básicamente porque creía que lo había hecho bien, que había sido claro en sus posiciones y que había que seguir con ese camino, lo mismo Juan Antonio Coloma en la secretaría general. Me parece que hacen un buen equipo. 

—¿Quedó satisfecha con el rendimiento de la UDI en las recientes elecciones municipales y regionales?

—Chile ha sido como un péndulo, pasamos de esta locura colectiva de la Convención Constitucional a un momento en el que la gente está empezando a darse cuenta de que para salir adelante hay que trabajar, y si quieres que te vaya bien, hay que trabajar harto. Todos debemos tener igualdad de oportunidades, pero no es verdad que seamos todos iguales. El que trabaja más, tiene derecho a ganar más y que le vaya mejor; el chiquillo que estudia más, tiene derecho a elegir el mejor establecimiento. Y esta cultura que partió con el gobierno de la Bachelet, donde el mérito se erradicó como bien social, ha ido diluyéndose. Lo otro que se ha diluido es la violencia y la gente está chata, hubo un minuto en que cualquier persona se sentía con el derecho a agredir a otra por el solo hecho de pensar distinto. 

Me parece que todo eso va mucho más afín con nuestras ideas, es lo que hemos defendido siempre. Por eso en estas elecciones demostramos estar más en sintonía con la gente. Nos fue mejor porque además lo que fue la elección de 2021, saliendo del estallido social, no reflejaba lo que es el Chile real.

—No pocos en la oposición eran pesimistas respecto de los resultados de la UDI en las elecciones pasadas, dado escándalos como el Caso Audio o la situación del padre de Javier Macaya. ¿Cómo se lograron sacudir de eso?

—El Caso Audio es escandaloso y de verdad no sé si Luis Hermosilla tiene tanta influencia como dice. Pero sí sé que se jactaba de ser amigo de todos, de derecha y de izquierda. Y si bien han tratado de endosarlo a un sector, creo que salió toda la clase política dañada y no un sector en particular. Y en el caso de Javier, entiendo que él le crea a su papá, si es lo natural, pero se hizo un escarnio público a raíz de una mala declaración que hizo, que reconoció que no fue afortunada. Después han habido tantos escándalos que también influye. Y lo de Monsalve, que no sé si es verdad o mentira, lo tendrá que ver el tribunal, pero lo que sé es que el manejo que ha tenido el Gobierno ha sido de escolar, de principiante. No se leyeron el ABC de la administración pública. 

“Los republicanos han tenido una soberbia que les está pasando la cuenta”

Van Rysselberghe dice que las elecciones municipales y regionales fueron positivas para la oposición, pero reconoce que le habría gustado que les fuera mejor. Destaca el alza en el número de gobernadores electos para el sector, pero lamenta derrotas, como la ocurrida en la Región de Valparaíso con María José Hoffmann, quien también será una de las vicepresidentas de la nueva mesa de unidad.

“No sé muy bien lo que pasó ahí, porque estoy más alejada, pero lo que he escuchado que pudo influir, a lo mejor, es que no hubo primarias y los otros candidatos sintieron esta candidatura como impuesta por la directiva. Eso a la hora de los ‘quiubos’ empieza a generar divisiones o que después no son tan fáciles de revertir en un mes, que es lo que dura la segunda vuelta. Me tinca que por ahí va“, dice.

—En el caso del Partido Republicano, crecieron, pero tenían expectativas más altas en esa elección. ¿Por qué no lograron ser la fuerza hegemónica, como algunos creían?

—Republicanos partió muy bien en el segundo proceso constitucional de 2023, pero ahí empezaron a tropezar. Esa elección, la del A favor, debió haberse ganado, si imagínate que la izquierda tenía como opción aprobar la constitución de Pinochet, con todo lo que pesaba. Creo que se enredaron en cosas que no eran sustanciales. Por ejemplo, yo estoy contra el aborto, sin embargo, haberse enredado en ese tema semántico del “qué o del quién”, dio pie para generar divisiones y excusas con las que empezó a ser difícil que esto se aprobara. Y se perdió una oportunidad gigantesca.

—¿Les pasó la cuenta ese proceso?

—Los republicanos se farrearon esa oportunidad y a partir de ahí empezaron a dar tumbos con una soberbia que les está pasando la cuenta. Esto mismo de Kast de decir que por principios va a primera vuelta y no quiere ir a primarias y ni siquiera pensarlo, suena como capricho personal. Suena como que tienen más interés en crecer que en ganar. En crecer ellos, que en ganar para Chile. Eso empieza a desilusionar a la gente. Y esto mismo de decir que iban a ir con gobernadores en todos lados, bueno, perdimos un par de gobernadores producto de eso. 

“La gente está valorando el liderazgo de Evelyn Matthei”

“Creo que Evelyn Matthei lo ha hecho regio, superbien”, dice Van Rysselberghe cuando se le pregunta su opinión sobre el liderazgo de la ahora exalcaldesa de Providencia, que se abocará a partir de este lunes en una inminente carrera presidencial.

—¿Cree que Matthei ha corrido riesgos?

—O sea, la Evelyn fue a acompañar al Pancho Orrego cuando perdió, eso no lo hace cualquiera. Estuvo apoyando a todos los candidatos, no solo los de la UDI, sino que participó y se la jugó por todos. Eso ayuda. Además, creo que le haría muy bien a Chile. El país tuvo una presidenta mujer que, desde mi perspectiva, dejó el país en supermalas condiciones, y ahora me gustaría tener una presidenta mujer que deje al país avanzando hacia mejores condiciones de vida para los chilenos.

—¿Cuál debería ser su tono para los próximos meses?

—La Evelyn tiene que mostrar lo que ella es. Por ejemplo, es una persona capaz de dialogar y por algo Claudio Orrego usaba imágenes de ella en su campaña. Ella es capaz de dialogar, pero también de plantarse claramente cuando algo no le parece, y es capaz de enfrentar situaciones difíciles, como cuando dijo que habían entregado pruebas a la fiscalía y fue capaz de desafiar con su verdad a otros estamentos. Es una mujer competente, inteligente y capaz. Y además, estar dispuesta a ir a una candidatura presidencial con el país como está, endeudado y sin un peso, es un gran mérito que quiera ir. La gente está valorando su liderazgo.

—¿La ve bien frente a un liderazgo como el de José Antonio Kast?

—Como señalé, creo que tiene hartas virtudes. Pero esta rigidez, que no sé si de él, de su partido, o de quienes lo asesoran, le está empezando a pasar la cuenta. Esta cosa de querer ir a primera vuelta a todo evento, a mí me lo han comentado varias personas, ya empieza a verse como un capricho personal. La Evelyn ha ido varias veces y no le ha ido bien, pero con José Antonio también ha pasado… y ha ido muchas veces a contrapelo de las encuestas. En esta oportunidad, con el país como está y con las fuerzas políticas en general que están dispuestas a buscar la unidad, que él que diga no estar dispuesto a esa unidad, le va a pasar la cuenta.

—¿Dice que el electorado de la derecha les pide unidad para la presidencial?

—Sí, de todas maneras. Por algo la Evelyn está punteando en las encuestas. Si más del 60% desaprueba la gestión de Boric, esas personas no quieren algo similar y hay que hacer todos los esfuerzos para que no pase eso.

—Si el Partido Republicano va por fuera, ¿es malo para la derecha? 

—No sé si es malo o bueno. Lo que está claro es que la Evelyn gana en todos los escenarios, incluyendo en un enfrentamiento con José Antonio. Y a mí me da la impresión que José Antonio Kast lo que quiere es hacer crecer a su partido, más que favorecer a nuestro sector. Le puede pasar lo mismo que le pasó con los gobernadores, en donde juraban que iban a tener no sé cuántos gobernadores y se quedaron con cero, producto de lo mismo. Uno no puede girar siempre a cuenta de una imagen que se empieza a desgastar.  

—¿Sería un error que la oposición no realice primarias entonces?

—Sí, sería un error. Sería un error incluso para los republicanos.

Van Rysselberghe y el rol de la oposición: “Tenemos que mostrar lo que somos y no tenemos por qué avergonzarnos”

La expresidenta de la UDI es reconocida dentro del sector como un liderazgo más frontal y duro. Aquello fue, por ejemplo, lo que pedía Van Rysselberghe a la anterior mesa que condujo Javier Macaya y María José Hoffmann, con la que a ratos se enfrentó.

—¿Ha sido ese el sello de la oposición o ha faltado mayor actitud?

—No es que me guste el sello duro, me gusta el sello claro. A lo mejor por formación profesional, estoy convencida de que es sano decir lo que uno piensa. Lo puedo decir yo o lo puede decir el adversario, y no por eso tienen derecho a descalificarme. A mí lo que no me gusta es decir una cosa cuando se piensa otra… El más o menos me carga. Creo que hay que ser claros, porque esa claridad genera respeto. Y el respeto genera adhesión. Me parece que en eso Guillermo Ramírez ha estado bien, y me parece que la oposición tiene que ser así. Tenemos que mostrar lo que somos y no tenemos por qué avergonzarnos. Yo creo que los carabineros pueden usar la fuerza legítima contra la violencia ilegítima, y lo creo. ¿Por qué no lo voy a decir?

—¿Qué opina de cuando la oposición se divide en torno a pedir responsabilidades políticas por el Caso Monsalve, como ha sucedido respecto de la ministra Carolina Tohá?

—Lo que pasa es que decir lo que uno piensa no significa ser leso. Hay que dar las peleas cuando uno puede ganarlas. Creo que la ministra Tohá lo ha hecho pésimo y da para una acusación constitucional, pero yo no impulsaría una acusación constitucional testimonial, porque finalmente eso termina ayudándola a ella, al aglutinar a las fuerzas del oficialismo en torno a su figura. 

—¿Y está de acuerdo cuando en la coalición han dicho que no están por remover a un presidente democráticamente electo?

—Fíjate que con todo lo que no me gusta Gabriel Boric, creo que sí. Tendría que pasar no sé qué cosa, pero el remover a un Presidente de la República, eso sí que es debilitar la democracia. Si no, nos vamos a transformar como en Perú donde remueven a los presidentes porque sí o porque no. Y al final del día, si tenemos un Presidente que está ahí, es porque la gente lo eligió. No te digo que nunca, porque no lo sé, pero no se puede jugar con las acusaciones constitucionales.

“Piñera y Matthei me preguntaron (si volvería a liderar Concepción). Les dije la verdad: estaba en otra”

Jacqueline van Rysselberghe dice que nunca evaluó en los últimos meses presentarse como candidata para volver a la alcaldía de Concepción, como a ratos se escuchó dentro de la oposición. Pero reconoce que en el sector sí sondearon su disposición, ya que su nombre es una marca registrada en la zona.

—¿Se lo pidieron? ¿Quién?

—Más que pedírmelo, me preguntaron. Me lo preguntó en su momento el expresidente Sebastián Piñera, que me llamó. Me preguntó también la misma Evelyn. Les dije la verdad: que yo estaba en otra, que no tenía ningún problema en ayudar, pero que creía que era tiempo de liderazgos nuevos. Y que no… ni a gobernador, ni tampoco cargos en el gobierno. Yo estoy feliz, estoy bien.

—¿Valió la pena la competencia de su hija, Valentina Pavez, por la alcaldía de Concepción? ¿Qué lecciones se sacan? Obtuvo un 8% de los votos en la elección reciente.

—Lo que pasa es que la Región del Biobío es una zona supercompleja, donde la UDI está muy dividida. Por eso me parece importante esta señal que dimos como partido. Y mira, el candidato que llevó republicanos (James Argo) era un candidato de la UDI. La Valentina no iba a ir como candidata, porque tenía dentro de sus planes hacer un magíster el próximo año en España, pero le pidieron que fuera porque creían que, como el candidato que patrocinaban los republicanos no era de republicanos propiamente tal, se podía hacer una primaria para buscar el mejor candidato en una zona que es de izquierda.

—Al final, fueron tres candidatos de la derecha…

—Y dos de los tres pidieron primarias. ¿Quién se negó? Republicanos. Luego se habló de hacer una encuesta vinculante. ¿Quién se negó? Republicanos de nuevo. Y después se habló de negociar políticamente, que uno fuera por la alcaldía y la gobernación se dejara a Chile Vamos, pero respondieron que no y que querían todo. Con ese escenario, personas de la UDI, parlamentarios en particular que no me quieren mucho (ríe), apoyaron al republicano. Entonces, el haber llegado tarde, con el desorden del sector en donde se hablaba de bajar o no candidatos, todo eso terminó mermando una candidatura. 

—Los republicanos no se sacan de la cabeza que la candidatura de la UDI solo tuvo la finalidad de impedir que ellos se quedaran con la alcaldía de esta capital regional…

—Ellos decían que en cualquier escenario, ellos ganaban. Y no es verdad, no ganaron. Yo lo que decía es que si estaban tan seguros con que eran tan bacanes y tan buenos como candidatos, cuál era el susto para que los midieran en una encuesta. Pero no. No se entiende.

—¿Cómo explica el triunfo de Héctor Muñoz, del Partido Social Cristiano, de tinte evangélico, en la alcaldía de Concepción?

—La Región del Biobío es una región donde la población evangélica es muy alta. Héctor Muñoz había sido concejal y candidato a alcalde y no había ganado. Hay que recordar que su señora (Francesca Muñoz) es diputada, entonces tampoco partía de cero. Creo que hicieron algo que estuvo bien hecho, que es como no hubo primarias del sector, hicieron sus propias primarias internas y partieron con ello la campaña desde mucho antes. Tenían además toda la situación de Chile Vamos y republicanos, que ayudó.

—En su región, Alejandro Navarro tuvo la mayor derrota de la segunda vuelta de gobernadores. ¿Qué expresó la ciudadanía?

—Cuando yo ingresé a la universidad, Navarro era dirigente estudiantil; luego, salí de la universidad y él seguía siendo dirigente estudiantil… Si bien yo he estado hartos años en política, Navarro lleva infinitamente más. Luego, influyó mucho que hayamos ganado más alcaldes. Ponte tú, en Penco ganó un alcalde de Chile Vamos, que es de la UDI, y en primera vuelta Navarro ganó en Penco, que es donde vive. Pero en segunda vuelta, perdió en esa comuna, y creo que influyó que los alcaldes electos se la jugaron. Además, obviamente jugaron en contra sus declaraciones sobre Maduro, y sucedió que la centroizquierda, que podía haber votado por un candidato de izquierda o centroizquierda, finalmente terminó votando por (Sergio) Giacaman. Es un poco lo que pasó a Claudio Orrego en la segunda vuelta de 2021 con la Karina Oliva. 

“No quiero cargos de gobierno, no los necesito”

—¿En su región sigue vigente la marca Van Rysselberghe?

—Lo que pasa es que uno no puede borrar con el codo lo que escribe con la mano. Nosotros los Van Rysselberghe somos una familia conocida acá, despertamos pasiones, yo sobre todo, más que el resto de la familia. Pero es lo que hay.

—¿Dónde se verá a Jacqueline van Rysselberghe en dos años más?

—Acá en la consulta. De verdad. Tengo hijos que están saliendo de la universidad y quiero que tengan pega, que puedan vivir en Chile tranquilos, que puedan desarrollarse, crecer y tener oportunidades. Si yo puedo ayudar para que eso se concrete, feliz. E insisto, no quiero cargos de gobierno y además no los necesito. A veces aparecen los haters que te dicen esto, pero no. Yo gracias a Dios nunca necesité la política para vivir, nunca. Me va mejor como psiquiatra que como política. 

—¿No la veremos en un eventual gobierno de Evelyn Matthei?

—No, no. Mira, para que estén tranquilos los que se asustan: vivo en Concepción y no tengo ningún interés en irme a vivir a Santiago.

—¿Y volver a liderar la UDI?

—Una de las cosas que me gustó fue liderar la UDI. Pero hay que hacerlo desde Santiago, tendría que vivir en Santiago. Porque liderar la UDI desde Concepción, es imposible. No tengo ni un interés en irme a vivir a Santiago, mi marido trabaja acá y yo tengo mi consulta acá. No tengo ese interés al menos en el futuro mediano.

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