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14 de Febrero de 2025Los beneficios de los besos, y cuáles son los mejores según la ciencia
Presentes en el 90% de las sociedades humanas, los besos desde siempre han causado fascinación no sólo entre los románticos, sino también entre los científicos.
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Los besos y sus beneficios han sido por generaciones objeto de estudios científicos que han revelado su impacto positivo en la salud física, emocional y mental. Más allá de ser una expresión de amor o cariño, besar tiene efectos fisiológicos y psicológicos que pueden contribuir al bienestar general tanto de una persona como de la pareja en su conjunto.
Según explica a InfoBae la doctora Beatriz Literat, sexóloga clínica y ginecóloga, besar activa 146 músculos y permite intercambiar hasta 80 millones de bacterias, pero su verdadero poder radica en la química que desencadena en el cuerpo.
“La sola palabra beso nos transporta a situaciones de calma, atracción, amor, encuentro, entrega y muchos otros sentimientos de afecto”, explica. “Desde los primeros días de vida hasta las relaciones humanas más íntimas, este acto no solo despierta emociones profundas, sino que también tiene efectos positivos en nuestra salud física, mental y emocional”.
Por su parte, el cardiólogo Mario Boskis destaca que besar favorece la liberación de oxitocina, conocida como la “hormona del amor”, así como de dopamina y adrenalina, lo que genera placer, apego y una mayor activación del corazón. Además, reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés, lo que disminuye la presión arterial y mejora la salud cardiovascular.
“Se ha comprobado que al besarse, se generan estímulos en el cerebro que favorecen la liberación de la hormona oxitocina, la cual produce un sentimiento de afecto y apego, sumada a otra potente sustancia, la dopamina que genera un sentimiento de recompensa y placer”, y además “se estimula el sistema simpático, con lo cual se libera adrenalina, que actúa directamente sobre el corazón y es la responsable de acelerarlo y aumentar su fuerza de contracción. Esto hace que muchas veces digamos que podemos sentir al corazón ‘latir de emoción’ ante una alegría o también sentir palpitaciones y taquicardia ante una noticia que nos causa tristeza o ira”.
También es un “mecanismo de adaptación” presente en nada menos que el 90% de las sociedades humanas, acota la antropóloga Helen Fisher, explicando que esta práctica ayuda a evaluar posibles parejas a través de señales químicas, olores y sabores. Además, estudios de la Universidad de Oxford han demostrado que el beso fortalece las relaciones a largo plazo al generar mayor conexión emocional.
Por su parte, el psicólogo Alexis Alderete resalta los beneficios psicológicos de los besos. “Liberan serotonina, la ‘hormona de la felicidad’, reducen la ansiedad y refuerzan el apego. También fomentan la confianza y el bienestar emocional en la pareja”, señala.
Por estos motivos y más, los expertos coinciden en que el beso es un buen mecanismo para reducir el estrés y la ansiedad, al disminuir la producción de cortisol y favorecer la relajación; para fortalecer el sistema inmunológico debido al intercambio de bacterias que se produce entre los participantes; para mejorar la salud cardiovascular, dado que disminuye la presión arterial y el colesterol; para reforzar los vínculos afectivos al favorecer la intimidad y la conexión en las relaciones; y para incrementar del deseo y la satisfacción sexual, al favorecer la producción de testosterona, hormona clave en la excitación sexual.
¿Y, cuáles son los mejores?
Bueno, hay un tipo de beso en específico que los terapeutas de pareja suelen recomendar: los de 6 segundos.
Según explica Telemundo, se trata de un ejercicio desarrollado por los psicólogos clínicos John y Julie Gottman que busca lograr que una pareja reconecte, bajo ciertas condiciones, para volver a encender la “chispa” entre ellos.
Según explican, llegaron a ese número tras estudiar a tres mil parejas a lo largo de treinta años, descubriendo que esos seis segundos en los besos son suficientes para desencadenar beneficios como la liberación de oxitocina, calmando el centro del miedo en el cerebro y fortaleciendo la confianza.
Si no tienes con quien besarte, tienes una alternativa: los abrazos de 20 segundos también tienen el mismo beneficio.