Acreditaciones mundialeras: Despelote Media Center

Por Leo Salazar, desde Johannesburgo

El antecedente es el siguiente. Cualquier periodista que se quería acreditar para el Mundial debía enviar una solicitud y, de ser aceptada, comenzar a pedir tickets para cada partido. Los reporteros y fotógrafos son catalogados, primero, por la nacionalidad del medio para el que trabaja. Asi, la distribución de las entradas (sin costo) se hace por país y luego por una definición extraña. Los que no tienen boletos aprobados, pasan a una lista de espera.
Alli, los engominados funcionarios de la FIFA escriben, en un papel cualquiera, el nombre del periodista que solicita un ticket. Luego, comienzan a llamar a viva voz a los afortunados. Todo bajo el lema “el
que agarra, agarra”.
Para el duelo entre Holanda y Dinamarca los reporteros se pusieron bravos. Faltaba poco para el match y los tickets de lista de espera no se veian. Hasta que comenzo el llamado. De Bolivia, Myanmar y
Uzbequistan fueron los primeros. “Y como los privilegian a ellos”, reclamaba en un claro inglés un japonés, cuya seleccion comparte grupo con los que se enfrentan hoy.
“Es un despelote”, le seguía un argentino. Paso un colombiano y festejó tras recibir el boleto. Y todo esto a un costado del Soccer City, escenario del duelo.
Los de la FIFA se enojan y los reporteros responden. Al medio, voluntarios de todas partes del mundo, vestidos con un llamativo verde, calman las aguas.
Son más de 3 mil periodistas los que cubren el evento y no alcanza para todos. Y eso que todavía no comienza la petición de tickets para la segunda ronda en adelante. “Por favor no estar aquí hasta que
llamamos”, insistía una rubia señorita de la FIFA en español, cuando unos cincuenta reporteros se le subían por el enclenque escritorio.
Un guardia sudafricano, a metros de la escena, se cagaba de la risa.