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Mundo

28 de Abril de 2017

La suerte está echada: Trump admite que la posibilidad de agarrarse a misilazos con Corea del Norte es real

"Hay una posibilidad de que podamos terminar teniendo un gran, gran conflicto con Corea del Norte. Absolutamente”, dijo.

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Una guerra entre Estados Unidos y Corea del Norte, con Donald Trump y Kim jong-un al mando de esas naciones, estaría lejos de ser como esos juegos de niños en los que se usan soldaditos y cohetes para desarmar una base armada con palos, ahí en medio de la tierra de un jardín. No, acá la cosa es seria. Hay armas nucleares de por medio y misiles con un alcance como para atravesar la tierra.

Por eso es que las últimas semanas donde la tensión va en aumento son como para no tomarlas a la ligera. Trump es virulento y el joven norcoreano no lo hace nada de mal, aun cuando desde la nación asiática han dicho que ellos promueven la paz y que sólo responderían si es que Estados Unidos los ataca.

Este mismo viernes, como para empezar un fin de semana con el culo a dos manos (más allá de que Chile no le importe a nadie), Trump agregó más leña al fuego -y fuego nuclear- que se prendió entre ambos gobiernos desde hace rato. “Hay una posibilidad de que podamos terminar teniendo un gran, gran conflicto con Corea del Norte. Absolutamente”, admitió a la agencia Reuters.

“Nos gustaría resolver estas cosas diplomáticamente, pero es muy difícil”, asevera el mandatario gringo, pensando en que capaz que alguien crea que Estados Unidos nunca ha estado interesado en meter sus narices en otras latitudes del globo.

Para colmo, Trump dice contar con la venia de China para tener ordenadito ese pedazo de la tierra donde también coexisten Corea del Norte y sus vecinos del sur con los que desde hace rato no se pueden ver ni en pinturas.

Y bien, como si no bastara con amenazarse mutuamente con misiles que convierten todo en cenizas o proyectiles que cruzan el globo, en la misma entrevista con Reuters Trump le deja un recadito a Kim que de seguro le sugirió como si le tocaran la oreja: “Tiene 27 años. Su padre murió y se hizo con el poder. Y no es fácil a esa edad. No le doy crédito ni se lo quito. Sólo digo que es difícil. Y no sé si es racional o no. Sólo espero que lo sea”.

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