Derechos Universales de los Pobres No Abortados

1. Todo pobre no abortado tiene derecho a respetar la ley.
Esto, que a primera vista parece un deber, en realidad es el más universal de los derechos. Está en uno mismo descubrirlo.

2. Todo pobre no abortado tiene derecho a morir sin eutanasia.
Se trata de un derecho contemplado en la ley, pero vulnerado día a día por un sistema de salud que ya no da para más. Si no fuera por la ayuda de los prestadores privados, que disimulan la corrupción del sistema estatal, los pobres se estarían muriendo en masa, lo cual no puede dejarnos indiferentes porque constituye una forma de eutanasia encubierta. Urge aumentar las subvenciones a las clínicas de excelencia, que hoy día se encuentran sobrepasadas por el alto número de jóvenes con apendicitis.

3. Todo pobre no abortado tiene derecho a ganar el salario mínimo.
Esto se ha hecho un símbolo de la identidad del pobre nacido vivo. Por lo tanto, apostamos a flexibilizar el mercado de salarios mínimos, permitiendo a los empleadores un trato más informal con los jóvenes no abortados que quieran combatir el ocio, integrarse al mercado crediticio y estudiar Criminalística en el instituto profesional de su elección.

4. Todo pobre no abortado tiene derecho a ser un futbolista millonario.
La movilidad social llegó a Chile para quedarse, y el Estado debe promover sus distintas expresiones sin imponer una igualdad de tipo retroexcavadora. Como lo prueban las encuestas, los chilenos valoran el esfuerzo individual, de ahí que nadie cuestione los privilegios de un Alexis Sánchez o un Arturo Vidal. Y si los ricos pueden progresar a la manera de los ricos, es justo que los pobres también puedan hacerlo a la manera de los pobres.

5. Todo pobre no abortado tiene derecho a ser homosexual y soltero.
Se trate de un hombre con pene o de una mujer con vagina, todo gay o lesbiana pobre es libre de vivir plenamente su sexualidad, y de manifestarla tanto en privado como en discotecas. En ese sentido, llamarle a esa unión “matrimonio” sería una burla innecesaria a su condición, pues se sabe que la voz “matrimonio” procede de la raíz “matrix”, vale decir, “mujer con vagina que no aborta”, lo cual supone la existencia de un papá y una mamá.

6. Todo pobre no abortado tiene derecho a que los inmigrantes lo respeten.
Debemos promover una cultura de integración hacia los inmigrantes, y lo cierto es que la mayoría de ellos ha venido con la intención de aportar a la sociedad. Pero hay algunos (coincidentemente, los más feos) que provocan a los chilenos con miradas intimidantes, y en algunos casos lascivas, por no hablar de aquellos que les quitan el trabajo, los asaltan con armas de las FARC o han traído la tuberculosis a Chile. Por lo tanto, no se puede generalizar.

7. Todo pobre no abortado tiene derecho a pagar la micro.
Los pobres, como podemos ver en las calles, han imitado el modelo europeo de movilización urbana, utilizando el transporte público para desplazarse. Por desgracia, los promotores del aborto libre inventaron el Transantiago, que fomenta la evasión y la competencia desleal entre pobres de una misma especie. Quien daña el prójimo se daña a sí mismo, y la sociedad debe ser sensible a eso, protegiendo al evasor.

8. Todo pobre no abortado tiene derecho a una prisión digna.
Digamos las cosas como son: es la desigualdad y la falta de oportunidades lo que expone a nuestros jóvenes al flagelo de la droga y la delincuencia, a lo cual se suma que los flaites no abortados, dentro de sus definiciones socioculturales, tienden a ser flojos, ladrones, borrachos y tontos. Pero aun en estos casos, la vida es sagrada, por lo que debemos asegurar que paguen por sus errores voluntarios en cárceles dignas y no en verdaderas escuelas del delito (para eso ya están los liceos municipales).

9. Todo pobre no abortado tiene derecho a veranear en Santiago.
Como lo sabe la opinión pública, los pobres dados a luz nunca han gustado mucho del nomadismo y los grandes viajes, privilegiando la sobriedad en sus vacaciones. Aun así, los más aventureros emprenden travesías a Cartagena, y a otros se les ve en las diversas piletas de la capital, pasando sus vacaciones en familia, rompiendo con la rutina y sin gastar más de la cuenta. Los alcaldes de Chile Vamos se comprometen a que esto siga ocurriendo.

10. Todo feto declarado inviable, mas no abortado, tiene derecho a ser un milagro de la ciencia.
El Estado no puede hacerlo todo, pero tiene que garantizar ciertos pisos mínimos, y el senador Espina ha redactado una indicación sustitutiva para consagrar este derecho en nuestra legislación.

11. Toda mórula mayor de 18 años tiene derecho a la objeción de conciencia.
A diferencia de lo que ocurre en Venezuela, en nuestro país las personas importan, y la Universidad Católica también, de manera que ninguna de ellas puede ser obligada a matar un niño inocente. Algunos intentan extender el mismo argumento a la madre que pretende abortar, pero esa interpretación es arbitraria pues la mujer presta el cuerpo, no la conciencia.

12. Todo pobre no abortado tiene derecho a conocer a Jacqueline van Rysselberghe.
Con esto se quiere enviar una señal potente a los ateos y jesuitas que nos acusan de olvidar a los pobres que han salido del vientre materno. También se pretende reafirmar que la vida empieza desde la concepción, porque Jacqueline fue alcaldesa de Concepción.

13. Toda adolescente no abortada tiene derecho a concebir al futuro hijo de su padrastro en un ambiente libre de ideologías.
Violar a una mujer está mal, pero un mal no se combate con otro mal. Además, permitir el aborto a diestra y siniestra es una manera de premiar al violador, por razones que algún día lograremos explicar. Es importante aclarar que aquí se expone el caso de una violación terrible, pero este derecho también se aplica para el caso de una violación normal.