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Opinión

25 de Febrero de 2020

Columna de Alejandro Basulto: El Rechazo no solo miente y desinforma, sino que también es violento

Agencia UNO
Alejandro Basulto
Alejandro Basulto
Por

El proceso constituyente fue puesto en marcha y con ello, las campañas del Apruebo y del Rechazo. Esta situación histórica del país se iniciará oficialmente a fines de este mes, pero ya hay manifestaciones, afiches pegados, entregas de flyers y la conformación de comandos para lo que será, tal vez, la lucha electoral y de ideas para la decisión democrática más importante de Chile en su historia. Este 26 de abril no solo está en juego tener una nueva constitución redactada desde cero (manteniendo tratados internacionales de Derechos Humanos), sino que también, si permitiremos como ciudadanos y ciudadanas de este país, que tengamos nuestro primer pacto social.

Y como se argumentó anteriormente, en la columna “Mitos sobre el Proceso Constituyente”, las mentiras y la desinformación han florecido en torno a este proceso, que en el caso que muchas y muchos queremos, nos otorgará nuestra primera constitución redactada y oficializada de manera democrática. Texto en el que se buscó desmentir tanto mitos que venían desde la ultraizquierda, como también de la derecha y la ultraderecha, en torno al Proceso Constituyente.

Sin embargo, la situación cambió, y quienes están por el Rechazo, que serían en su mayoría los representantes de la llamada “derecha cavernaria”, han agudizado su campaña: esta es ahora más mentirosa y más violenta. Porque pareciera que realmente la mentira y la desinformación es su estrategia política. Debido a que si anteriormente ya buscaban desinformar, ahora son aún peores en ello.

Hablan de que se terminará con la propiedad privada, cuando estamos (y estaremos) adscritos a declaraciones y convenciones internacionales que la señalan como un Derecho Humano. También dicen que votar Apruebo sería premiar a los que ejercieron violencia previo al acuerdo que dio origen a este proceso, cuando ellos son minoría en cada manifestación, y de hecho, por lo general estos grupos de anarquistas y de ultraizquierda están en contra del proceso constituyente. También acusan que se busca dejar los proyectos de ley más importantes y sensibles sin exigencias mayores de quórum, dándole rienda suelta a los políticos, cuando; 1°, se buscaría bajar muchos quórums, como por ejemplo, disminuirlos de ⅔ a ⅗, y tener una constitución que no bloquee transformaciones y conquistas sociales; 2°, finalmente eso lo dicen desde una postura en que agradecen que los altos quórums actuales defiendan su modelo neoliberal impuesto a la fuerza.

Otra de sus mentiras y desinformaciones, tiene como fin defender a las AFP y a la posesión del agua por parte unos pocos privados millonarios, mientras poblados enteros pasan sequía. Dicen que -volviendo al tema de la propiedad privada- se busca reemplazar los numerales actuales al respecto, según ellos, para utilizar los fondos de las pensiones para asuntos no relacionados a la vejez digna, cuando justamente, y desde la izquierda al menos, se busca cambiar lo mencionado en dicho artículo para crear un modelo de pensiones acorde con la seguridad social, que sea tripartito o mixto, y que garantice a todos los adultos mayores un estándar de vida ético. Y en cuanto al agua, ahí no mienten, porque se busca que sea un bien de uso público que no esté en manos de unos pocos empresarios mientras los otros pasan sed y ven morir su ganado.

Una penúltima mentira, es que mencionan que se busca atacar la autonomía del Banco Central, lo que es totalmente equívoco, debido a que hay un consenso mayoritario sobre lo beneficiosa que ha sido su autonomía. Lo que se estudia es cómo mejorarlo y modernizarlo, pero sin afectar su independencia.

Por último, sí, se busca acabar con el Estado Subsidiario desde al menos un sector importante del Apruebo (izquierda y centro izquierda), porque viéndose la segregación en la educación escolar (los peores de la OCDE) y lo postergados que están los otros derechos sociales, se necesita de un estado garante y protector en cuanto a estos derechos, y es por eso, que se requiere de un Estado Social. En Europa (Alemania, Francia, España, Portugal, Noruega, Finlandia, etcétera) los países tienen desde Estados Sociales a Estados de Bienestar. Aquí se busca lo primero. Un estado que garantice derechos sociales, y que por lo tanto, vele también por la inclusión y la cohesión social.

En cuanto a la violencia del Rechazo, primero realicemos un ejercicio histórico. Ya que hablamos de la misma derecha que primero justificó el genocidio en la Araucanía, y que después estuvo del lado de Diego Portales, realizando escarnios públicos (como en la Edad Media), penas de azotes, cierre de chinganas (tabernas populares) y persiguiendo -muchas veces con resultados fatales- a disidentes políticos.

También nos referimos a ese mismo sector que estuvo con Arturo Alessandri en su segundo gobierno, realizando matanzas, censurando medios y la libertad de expresión, además de reprimir con fuerza toda protesta que cuestionara el estatus quo. Son quienes han avalado -al menos en su momento- cada una de las 23 masacres perpetradas por las FFAA contra el pueblo chileno. Y ni hablar de la derecha que todavía hace apología a la dictadura de Pinochet, en la que sistemáticamente se violaron los Derechos Humanos, matando a miles y torturando a decenas de miles.

La misma derecha, que a través de personeros como Jaime Guzmán, Jovino Novoa, Hernán Larraín, Andrés Chadwick, Juan Antonio Coloma, Evelyn Matthei e Ignacio Pérez Walker, defendió la Colonia Dignidad del pederasta Paul Schäfer. Quien por cierto, obtuvo el permiso para crear su antro de maldad, en un gobierno de derecha, con Jorge Alessandri al poder, viniendo ya con un pasado que incluía una militancia en las Juventudes Hitlerianas y acusaciones por el abuso sexual de dos niños, por las que, de hecho, escapó de Alemania. Después con Pinochet, además de recibir su propia visita, Colonia Dignidad fue utilizada como un centro de tortura contra la oposición al régimen.

Y es también, el mismo sector político que después defendió a Karadima y atacó a sus denunciantes (lo que hacen algunos hasta hoy). Que aplaude cada vez que se reprime al pueblo Mapuche, y que fue la primera en justificar y hasta en apoyar el asesinato de Catrillanca. Y sin ir más lejos, es la que busca darles más atribuciones a Carabineros y que salgan los militares a reprimir, aún a pesar de que hay informes de Amnistía Internacional, ONU, Human Rights y de la misma Corte Interamericana de los Derechos Humanos, en los que se señala la preocupación de estos organismos por el actuar policial y la generalizada violación de los Derechos Humanos en el país.

A ello le sumamos, las cifras del INDH, que nos informan de 3.765 personas heridas (282 niños, niñas y adolescentes), y de estas: 445 con heridas oculares (34 con estallido o pérdida), 2.122 heridas por disparos y 271 heridas por lacrimógenas (los que nos habla de disparos al cuerpo, lo que va contra el propio protocolo de Carabineros). Sin olvidar las 197 denuncias por violencia sexual y las 520 por torturas y otros tratos crueles. Casos, ante los que la derecha del Rechazo en vez de indignarse, hasta los apoya y les hace apología. Como cuando entre dos vehículos policiales aplastaron a un manifestante, quedándose los más moderados en silencio, mientras los más derechistas se mostraban hasta conformes con lo ocurrido.

Para peor, han aparecido en sus últimas manifestaciones en Las Condes, dos fenómenos que solo ayudan a confirmar su carácter violento. El primero, ya mencionado de hecho, es que muchas de sus consignas y cánticos a viva voz, hacen apología a la dictadura y a la incitación al odio y la violencia tácita contra cierto grupo de personas (de izquierda en general).

Y segundo, y lo más grave, la aparición de grupos de choque de extrema derecha, que desde antes de hecho, ya hacían llamados -al menos uno de estos colectivos- desde su canal, avisando de que iban a matar “comunistas”, “antifas”, “rojos” y “manifestantes”. También, en sus redes sociales por ejemplo mencionan desde su cuenta oficial que, “nuestros enemigos perecerán sin importar su edad, raza, género o condición socioeconómica”, y esto tras haber subido amenazantemente la foto de un niño de no más de 10 años. Frases como: “Vamos a matarlos a todos como la otra vez”, “Cuando por fin carabineros nos dio el espacio para actuar, les sacamos la concha de tu madre” y “Con rabia y con más ganas de sacarle conchatumare a los ‘antifas’ culiados (…) cuídense rojos culiados, porque estoy en la calle, estoy libre y tengo cualquier gana de sangre”, del líder ‘capitalista’ de uno de estos grupos, nos señala el carácter anti-social y el peligro público que son.

Estas amenazas tuvieron resultados: dos hermanos golpeados, una por llevar una bandera mapuche y el otro, su hermano, por ir a defenderla, terminando muy lesionado por la violencia recibida; también dos periodistas de este medio (The Clinic) no solo fueron agredidos, sino que también sufrieron un robo por parte de estos grupos paramilitares del Rechazo; y además, de que hasta otras manifestantes del Rechazo, una señora de edad por ejemplo, fueron atacadas fuertemente por el líder y rostro visible de estos grupos armados ultraderechistas. Vale acotar, aunque sea obvio, que en ninguna de esta de estas agresiones hubo legítima defensa: que es defenderse proporcionalmente ante una agresión y hasta que esta cese (con el agresor generalmente reducido o huyendo). Estos grupos no actúan en defensa propia o de sus aliados, sino que simplemente, gustan de ejercer la violencia, sin contenerse, contra quienes piensan distinto a ellos.

Lo también preocupante, es que buena parte del Rechazo, e incluyo a los adherentes y sectores cercanos a José Antonio Kast, en vez de condenar esta violencia, ejercida por estos grupos paramilitares, se les ha visto generalmente en silencio al respecto, e incluso, apoyándoles. Basta meterse a las redes sociales de estos grupos armados y ultraderechistas, para ver como militantes del partido de “JAK”, hinchan por ellos.

Claramente, saldrán quienes acusen que desde sectores de la izquierda también se ejerce la violencia. Lo que es innegable. Quienes son por cierto una minoría y dividiéndose la violencia ejercida en varias: porque está la de la legítima defensa (proporcional y hasta que la violencia cese) ante los abusos policiales ya conocidos y consignados por diversos informes de organismos internacionales; y está la que es efectuada por razones políticas, sociales u otras (pueden ser todas juntas o separadas), siendo estas, las violencias vandálicas (ataques directos a la propiedad privada y pública, agresiones a otras personas, etc), que son condenables y minoritarias dentro de ya una minoría.

La famosa Primera Línea es justamente un grupo multiforme que tiene como foco principal defender a los manifestantes, pero que debido a su heterogeneidad puede incluir todos estos tipos de violencia (tanto la de legítima defensa, como las otras). Sin olvidar, que estos grupos minoritarios que ejercen estos tipos de violencia (y en especial, quienes ejercen las últimas mencionadas), son por lo general escépticos y hasta opositores ante el Proceso Constituyente, no pudiendo ser considerados parte del Apruebo, como lo intenta hacer creer la derecha del Rechazo.

Estamos en un momento único de nuestra historia, y es importante de que todas y todos, seamos responsables. Las mentiras, la desinformación y la violencia no deben tener espacio. Que las personas del Rechazo y del Apruebo, manifiesten sus posturas democráticamente, sin violencia, sin recibirla.

Y es lo que por ejemplo, la gente de las marchas por el Rechazo (de no más de cientos de personas), en los sábados en Las Condes, no respeta, porque no solo tienen a grupos paramilitares de extrema derecha, sino que hacen alusión y defienden las violaciones a los Derechos Humanos, de un régimen criminal y sanguinario, que todavía hoy tiene presente sus secuelas, en las víctimas, sus familiares y en la comunidad que les rodea.

Votar Apruebo es especialmente vencerlos a ellos, a los mentirosos y violentos. Derrotar a quienes no creen que todas las personas tiene inherentemente dignidad y derechos. Y si la razón de votar Rechazo es el escepticismo ante lo que pueda salir de este proceso constituyente, o si por razones ideológicas hay una postura favorable a la constitución actual -lo que es legítimo- es importante tener en cuenta que hay un plebiscito de salida después de la Convención Constitucional. Aprobar en abril es básicamente abrirse al diálogo democrático que dará origen a nuestro primer pacto social.

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