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Entrevista Canalla

11 de Diciembre de 2020

Loreto Aravena, actriz: “Conocí al hombre detrás del apellido”

Tuvo un año muy intenso. Además de la pandemia, tuvo peleas, crecimiento espiritual, una terapia, escribió un libro, se fue de las teleseries, se unió a su hija y, al parecer, volvió al amor con Max Luksic.

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Loreto Aravena aparece en una pantalla Lenovo, en el fragor de Zoom (la neo cautela ante el rebrote), a cara lavada, la famosa sonrisa, vistiendo una polera de día martes, una polera roja en armonía a su aura, al yoga, a la paz completa y un ojo le brilla:

-¡Hola!

Loreto Aravena, la actriz, saluda con un signo de exclamación. Aquí, claro, estamos ante Claudia Herrera, la de Los 80, la hija de Juan. Es ella, el ícono del televidente sufrido, el personaje que unió a la clase media, o, por supuesto, a la media clase. Y es Sussy Sánchez, la soltera del muslo vistoso. Y son varias otras mujeres mezcladas en ocho producciones de televisión. Estamos ante una voz radial de Cooperativa. Y ante una conductora de televisión en el 13C. Ante la mamá alucinada. Y ante una hija de la tierra cuando se estira, flexible, al hacer yoga. 

-¿Su año ha sido tremendo?

-Uf.

Y ahora dice:   

-¡Espérame!

Y corre. Y vuelve. Identificamos un alarido. Es su hija. Y Loreto Aravena se humaniza porque le transpira la frente. 

-Uf. Perdona. Uf…- dice.

-¿Siempre corre?

-Siempre.

Tiene 37 años, una hija, un ex marido, una pareja de lujo, una casa en Ñuñoa. Tiene un auto, es Leo, come sano. Es hija de Hilda Soto y Luis Aravena. Fue criada en Puente Alto, su cuerpo adquirió volumen a los 12 años y desde entonces convive con muchos silbidos. Actualmente los peatones se giran cuando pasa ella, perfumada, la actriz de teleseries, la protagonista del comercial de Speed Stick año 2013, la protagonista del comercial de Teatrical, la crema que te protege contra los surcos. 

-Su año, Loreto…- sugerimos.

-Qué.

-Ha sido impresionante- dramatizamos.

-Mucho.

-¿Le incomoda si a continuación le relato cómo ha sido su año?

-No, por favor.

EL AÑO DE LORETO ARAVENA

Basados en información recopilada, fidedigna y otra bulliciosa, le podemos comunicar a Loreto Aravena que durante este 2020 ella se ha buscado y ha pensado mucho en sí misma (ella sonríe, apenas). Este 2020 ella fue despedida de Canal 13 (ella no sonríe). Este año, también, en mitad de la pandemia, renunció públicamente a hacer más teleseries, pero, a la vez, hoy aparece en más teleseries que nunca (Pacto de sangre, Soltera otra vez, Los 80). Este año perdió plata (seria). Este año se metió con firmeza en el yoga (sonrisa). Un día de este año se sacó una foto saliendo de la ducha y tuvo 22 mil likes (sonrisa). Otro día de este año hizo un video en que, en el Valle del Elqui, saludó al sol con un ejercicio corporal, hondo, y debió hacer una contorsión frente a la cámara y unos desgraciados la acusaron de que estaba exponiendo sus glúteos (cara de rabia). Este año anunció que puede ser constituyente (titubea). Que es parte de Comunes, y, por ende, es parte del Frente Amplio. Este año se murió su mascota, su perro Don, con quien estaba junta desde hace diez años (cara de tristeza absoluta). Este año recrudeció su pelea con Héctor Morales porque él la acusó de influir en su despido de Canal 13, dado su romance con Max, el número uno (se pone muy seria). Este año practicó, digamos, el autoconocimiento, se hizo masajes a sí misma, palpó sus contornos, se hizo más sabia (asiente). Este año se ensambló con Ema, su hija (le brillan los ojos). Este año ha actuado en la obra Perfectos Desconocidos (sí, dice). Este año hizo terapia por cuatro meses. Este año creció. Se cansó. Estuvo sola. Gritó. Lloró un montón. Rió. Este año ha vuelto a amar. 

AHORA ELLA OPINA DE SU 2020

-Uf…, qué intenso el año…- Loreto suspira-…pero, en todo caso, todos mis años son intensos…

-¿Así como éste?

-Así como éste. Yo nunca he parado.

Y revisa el año.

-Me despidieron de Canal 13, sí- dice.

-¿Estoy en más teleseries que nunca? ¡Sí, es verdad, jajaja!- dice.

-Se murió mi perro…- y baja la voz. 

-Hice un video saliendo de la ducha. Pero en otros videos he tenido más likes- calcula.

-Soy parte de Comunes, un movimiento que está ligado al Frente Amplio. Pero eso de ser constituyente no es tan así. Hay gente que yo creo está más capacitada que yo para esa función. Pero claro que me interesa lo que está pasando en mi país- pone el ceño fruncido.

-Fui a marchas- agrega- pero ya no voy más a marchas.

-¿Por qué no?

-Porque se volvieron peligrosas y yo tengo una hija- resume, tajante.

Y sigue revisando su año.

-Sí, hice un video en el Valle del Elqui, un video con ejercicios de yoga, y unos estúpidos me acusaron de que sólo quería mostrar el poto.

-Tengo entendido que usted estaba saludando al sol…

-Así es… era un amanecer…¡Y por eso daba la espalda a la cámara!

-Nadie saluda al sol no mirando el sol. Sería una afrenta…- la apoyamos.

-¡Obvio!

-Perdone, ¿aumentó su autoconocimiento? Eso lo dijo en un medio de prensa…

-Sí, claro. Creo que el autoconocimiento es fundamental para tener una mejor vida sexual. Hay que conocerse para poder alcanzar una unión mayor.

Aquí ocurre un silencio. Corto y sensorial.

Ella lo interrumpe y continúa revisando su 2020.

-Faltó algo en ese resumen de mi año…

-Qué.

-Escribí un libro.

-¿Cómo?

-Ya lo terminé. Es un libro coral, escrito por varias mujeres.

-¿Pero qué libro es?

-Se llama S.O.S. Mamis, está basado en la obra que hicimos con Tamara Acosta, Jenny Cavallo, María Elena Swett y Paz Bascuñán. Son distintas miradas sobre la maternidad.

Entre todos los otros hitos – despido, ducha, el sol, Elqui, una pelea, la tele, Ema, su perro Don, una obra, conocerse, el virus, vivir-, más encima un libro en editorial Zig-zag, a la venta, con dibujos y reflexiones sarcásticas sobre la crianza.

-No paro- insiste.

-Pare.

-No.

-¿Y lo de Héctor Morales?

A la actriz se le acaba la risa magnética. 

-Mira… lo que más me afectó este 2020 fue lo de Héctor Morales.

Y se queda helada recordando ese día.

“Creo que el autoconocimiento es fundamental para tener una mejor vida sexual. Hay que conocerse para poder alcanzar una unión mayor”.

Breves detalles de una pelea

Héctor Morales un día mandó un video a sus contactos y, según parece, en ese video exponía pensamientos en torno a la censura en los medios de comunicación tras el estallido social. Héctor acusa que ese video llegó a la cúpula del Canal 13, es decir, a Max, el Uno, Un Luksic Caramba, porque él suponía que se lo envió Loreto Aravena. Y entonces despidieron a Héctor. Y Loreto acusa que no tiene nada que ver. Y se empezó a decir que Héctor se puso rojo y que Loreto se puso azul. Y dicen los enfurecidos, los de Héctor, que Héctor prefiere estar en la calle y alzar el puño y que Loreto, en un mat, prefiere estirar la espalda. Dicen los otros, los de Loreto, que Loreto va de frente y que Héctor va de encapuchado. Lo cierto es que se pelearon por escrito, en público. Y la amistad de colegas se redujo a cenizas. 

Entonces Loreto Aravena quedó afectada. 

HÉCTOR Y MÁS ALLÁ

Loreto es una actriz de izquierda que se emparejó con un señor que tiene un montón de millones. Ese señor se llama Max Luksic, es hijo de Andrónico, y su fortuna no cabe en la pantalla de una calculadora. Max es millonario, dirige el Canal 13, y debe ser muy simpático. Loreto, según deducimos, lo ama. Y por ese motivo, dice Loreto, la gente la juzga, Héctor la juzga, pues hay misoginia en muchos ambientes. 

-Por pololear con un Luksic…

-Diga…

No le es sencillo. 

-Por pololear con un Luksic… perdí toda credibilidad en la palestra pública.

Sigue, entonada, desahogándose:

-Yo- dice- soy de izquierda. Mi familia es de izquierda. Mi papá es primo de Carmen Gloria Quintana, la mujer que quemaron. Tengo familiares que se fueron al exilio. Y, claro, ahora me juzgan por pololear con Max.  

-¿Usted lo ama? Pensé que habían terminado…

-Yo no voy contando a la prensa todo lo que va pasando en mi vida personal…

El reportero concluye que esta mujer ha vuelto a amar. Ellos se aman. Es maravilloso, piensa, es el triunfo del carácter sobre la copucha. 

-Desde que empecé esta relación me han tratado muy mal…- afirma ella, herida.

-¿Qué le han dicho?

-Uf. Me dicen “interesada” en las redes sociales. Que he estado con él por la plata. Que me ayuda. Y yo llegué al 13, el 2008, a hacer la teleserie Preciosas. Entonces ha sido muy heavy la misoginia. Sólo por ser mujer…

A Loreto le flaquea el tono de voz.

-¿Y sabes qué?…

-Qué…

-Me enamoré. 

Y, bueno, lo repite:

-¡Me enamoré! ¿Es eso tan raro, tan terrible?

-Noo- la miramos. 

-Lo aprendí a conocer. 

-¿Qué vio?

-Conocí al hombre detrás del apellido. Pero, claro,  no se me valida por mi trabajo. No, obvio que no. Pasé a ser La Mujer De…

-¿Es usted La Mujer De?

-Yo jamás me anulo por estar con una pareja. Jamás.

El reportero la ve sufriendo, con la voz dolida, incómoda. 

-¿Y sabes?- agrega-… por eso lo de Héctor fue asqueroso… su acusación no tuvo ni pies ni cabeza… Si yo hubiese tenido la capacidad de despedir a alguien, yo no me habría despedido. 

-¿Nunca más hablaron?

-¡Nunca me respondió el teléfono! No dio la cara… No sé… en esta carrera no podemos empezar a cagarnos al de al lado. Tenemos que construir. 

Y sugiere que su hombre, Max, es especial. Y a veces, al pasar, ella dice “mi suegro”, y uno da un salto, pues se refiere al más poderoso de todos. Y ella aclara, escueta, que Andrónico es un agrado, que se puede conversar de todo con él. Sugiere que es criterioso, que todos allí son criteriosos. 

-Y yo sigo siendo una mujer de izquierda y todo bien…

Aunque si viaja y alguien la ve tomando sol en Cancún, por ejemplo, todos dictaminan que le pagaron el viaje, que Luksic se puso. Sea donde sea que pueda ser vista, ella está ahí por Luksic. “Aunque me vean en Buenos Aires, o en Vicuña, siempre pensarán que me pagaron todo. Oye, como si yo no trabajara”, opina. Y ella, señoras y señores, se hizo a sí misma, le ganó a la vida. 

-Yo pude hacerme un nombre- dice.

BIEN ARRIBA

Ella no olvida que es la que se forjó entre dos viejos esforzados. Ella sigue siendo la que brotó desde un margen, desde Puente Alto, la que a los 14 años tomaba la micro hasta Vitacura para ofrecer a la élite queso en un supermercado. La que veía cómo cambiaba el paisaje de una comuna a otra, cómo iban apareciendo los árboles de a poco. Era la señorita con volúmenes que era acosada en el pasillo e iba armada con un tenedor. “Se los clavé a varios”, afirma, severa. La que se abrió un espacio, dice, la que alcanzó las metas. La que se compró una casa en Ñuñoa. La que está pegada allí junto a su hija.

-Sí… en realidad éste ha sido un año especial…

-¿Le sirvió la terapia que tomó este año?

-Descubrí cosas.

-¿Qué descubrió?

-Que puedo ser feliz con esta mini familia que tengo.

Emma, 5 años, y Loreto, 37 años. Dos chilenas haciendo patria en Ñuñork. Ema a veces grita, se cae, llora. Loreto corre, transpira, hace yoga.   

“Soy parte de Comunes, un movimiento que está ligado al Frente Amplio. Pero eso de ser constituyente no es tan así. Hay gente que yo creo está más capacitada que yo para esa función”.

Y Loreto dice:

-Soy agradecida de lo que tengo.

O dice:

-Hay que abrazar el dolor.

O bien:

-Valoremos el estar.

Y si uno le dice:

-¿A qué se refiere?

Ella responde, con voz de yoga, con voz de yogui:

-Estar de verdad.

Y opina que necesitamos mirarnos a los ojos. Opina que ella ya no es la misma. Que está dichosa sin teleseries, con más tiempo para todo, que prepara un programa sobre los barrios. Y no sabe si volverá a ser mamá. Ha crecido, anuncia. Tengo equilibrio, señala. Y ahora Loreto Aravena es una mujer más sabia que luce la frente amplia. 

Y se resume en este orden:

-Mujer, madre, actriz.

Y agrega la frase más contundente de su año:

-Soy feliz.

Entre el sol, el yoga, un libro, el amor, él, su hija y la terapia, Loreto Aravena termina el histórico 2020. Y por última vez deja ver su famosa sonrisa, sus ojos brillando, la polera roja. Y, entonces, felizmente cierra el año. Y con mucha delicadeza, también su computador. 


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