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Entrevistas

31 de Agosto de 2021

Alejandro Guillier y su quiebre con ME-O: “Él cree más en sus propias capacidades que en lo que pueda hacer el PRO como partido”

Foto: Agencia Uno

De esta forma el senador por Antofagasta explica que Marco Enríquez-Ominami haya decidido ser candidato presidencial a costa de que el Partido Progresista fuese excluido de Nuevo Pacto Social. En esta entrevista, Guillier cuenta que cuando ME-O le manifestó su intención de ser candidato, “le dije que para ese diseño yo no estaba disponible”. “El PRO depende mucho de Marco Enríquez-Ominami”, sentencia el legislador por Antofagasta sobre su breve paso por la colectividad que lidera el cineasta.

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Después de una semana con muchas turbulencias y en la que prefirió mantener un hermético silencio, el senador Alejandro Guillier acompañó a Yasna Provoste este domingo a un acto de proclamación de su candidatura junto a varios otros candidatos. En esa instancia, Guillier oficializó su quiebre con el Partido Progresista y le entregó su apoyo y disposición a la abanderada del Nuevo Pacto Social.

El senador por Antofagasta inició su militancia en el PRO a fines de junio de este año, luego de mantenerse como independiente desde que ingresara al Senado en el 2014. Sin embargo, el anuncio de Marco Enríquez-Ominami de postularse como candidato presidencial progresista, hizo que el partido fuese excluido del pacto parlamentario de la ex Concertación. Con esto, Guillier tuvo que bajar su postulación al Senado.

Al día siguiente de darle su apoyo a Provoste, el senador le contesta el teléfono a The Clinic para desenredar su quiebre con ME-O, relatar su paso por el PRO y justificar su apoyo a la abanderada DC.

-¿Cuándo y cómo se enteró que Marco Enríquez-Ominami iba a ser candidato presidencial?

-La última semana antes de la inscripción él ya estaba en conocimiento de que se estaban ordenando sus juicios y el sábado, desde su casa, me manifestó que iba a ser candidato. Yo le dije que en ese escenario yo no iba a estar. Que no iba a ser candidato a la reelección. 

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-O sea, ¿se enteró el mismo sábado en que fue la consulta ciudadana de Unidad Constituyente?

Exactamente. El mismo sábado, que ya teníamos las tendencias de la consulta, nos juntamos a analizar los resultados. El PRO no quiso participar en la consulta y yo estuve de acuerdo, porque el mecanismo me parecía deficiente. Pero resulta que el efecto que tuvo fue que ordenó a la coalición internamente en la parte política. Así que me pareció que no había que desgastarse con una candidatura presidencial aparte, sino que había que enfocarse en una lista parlamentaria única, con un programa único. 

Cuando Marco me manifestó que él consideraba que el momento era histórico y había que jugársela, tuvo un enfoque individual que rompería con la ex Nueva Mayoría. Yo le dije que para ese diseño no estaba disponible. Fue una conversación fraternal, larga y tranquila. Ahí ya sabía que se iba a postular y esperé a que hiciera su anuncio, que fue al día siguiente, y el lunes en la mañana yo ya estaba haciendo las gestiones para dejar mi militancia en el PRO, porque había que trabajar por la unidad y para eso no podía estar militando en un partido y trabajando en otra coalición. 

El lunes en la mañana yo ya estaba haciendo las gestiones para dejar mi militancia en el PRO, porque había que trabajar por la unidad y para eso no podía estar militando en un partido y trabajando en otra coalición”.

-De lo que usted conversó con ME-O, ¿cómo justificó su candidatura, considerando las bajas posibilidades que tiene de ser electo?

-Lo que él sostenía era que hacían falta liderazgos más fuertes y que él podía representar ese liderazgo. Decía que en segunda vuelta podíamos confluir hacia la unidad con quien tuviera la más alta mayoría de la oposición. Él pensaba que hacía un aporte más bien jugándose como candidato, para darle fuerza a la coalición desde su campaña, lo que yo respeto, pero no comparto. Yo le dije que más bien había que trabajar por mostrar unidad, que su candidatura nos dejaba fuera porque no era viable levantar una lista única (parlamentaria). Sobre todo para mi caso, que siendo ex candidato presidencial no podía aparecer quebrando la unidad con una lista que iba a ir por fuera de la coalición.

-O sea, ¿tomó su decisión pensando en su experiencia del 2017?

-Sí. Tengo la convicción de que el fracaso nuestro no fue porque éramos minoría en Chile, sino porque nos dividimos y comenzaron los cálculos egoístas de que si se desintegraba un sector de la izquierda, el otro sector ganaba. Por lo tanto no quería participar de nada que reviviera la experiencia de quebrar la unidad como en el 2017. De hecho, si en segunda vuelta el candidato más votado de la izquierda es otro distinto a Yasna, lo apoyaré. Lo importante es que la derecha no gane en diciembre porque Sichel ya se mostró como un funcionario de Piñera. Y en ese sentido va mi decisión de no ser candidato; la situación amerita hacer todo tipo de sacrificios personales, porque lo que está en juego son los próximos 40 años.

-A usted lo querían para la reelección, pero por la Región Metropolitana, no de Antofagasta, ¿eso influyó en su quiebre con el PRO?

-Eso tenía una lógica de mover votantes para Unidad Constituyente, era maximizar el voto. Por lo mismo no podía postular, porque la idea era aportar a la coalición y no perjudicarla, pero mi salida del partido no pasó por ir en otra región.

-En algún momento se habló de que la carta presidencial del PRO iba a salir entre usted y ME-O ¿fue así realmente?

-Lo que pasó es que se habló de que yo fuera presidenciable en vista de que ME-O no podía, pero eso era en el entendido de ir a un mecanismo democrático para elegir un candidato único. De todos modos, yo dije desde un comienzo que no estaba disponible porque ya había sido candidato y le correspondía la posibilidad a otro, alguien que representara mejor este momento: que fuese más joven, mujer, de regiones, ojalá de pueblos originarios. En ese sentido yo venía conversando con Yasna desde hace ya mucho antes. Desde que la elegimos presidenta del Senado yo le dije: ahora que eres la presidenta del segundo poder del Estado, eres la principal líder de la oposición, vas a quedar en primera línea para la presidencial. Ella no lo vio así en ese momento, pero la verdad es que era inevitable que pasara y, como lo hizo bien, su liderazgo se fue afirmando y logró algo inédito. 

“Desde que la elegimos presidenta del Senado (a Provoste) yo le dije: ahora que eres la presidenta del segundo poder del Estado, eres la principal líder de la oposición, vas a quedar en primera línea para la presidencial”.

-¿Y eso se lo planteó alguna vez a ME-O?

-En ese tiempo nosotros esperábamos que el tema se resolviera con una primaria para elegir a nuestro candidato. Lamentablemente el PS y el PPD se fueron a buscar alianzas con el FA y eso anuló la primaria, que en todo caso era con Ximena Rincón por parte de la DC. Con todos esos factores se desordenó la coalición, perdimos un tiempo valioso, y ahora tenemos que recuperar el tiempo perdido, porque los demás llevan en campaña 3 meses y nosotros tenemos que salir a dar la pelea ahora. 

-Usted entró a militar al PRO a fines de junio, siendo que llevaba varios años reivindicando su independencia, ¿por qué tomó esa decisión?

-Lo que pasa es que el PRO había hecho varios gestos a los independientes. Por ejemplo en la constituyente, abriendo sus espacios a gente que venía de la sociedad civil. En segundo lugar porque coincidimos en el trabajo territorial en Antofagasta apoyando la candidatura de Ricardo Díaz a gobernador regional, que ganó. Ahí nos encontramos y conversamos de lo que estaba pasando en el país, hicimos una serie de documentos sobre el momento que vive el país pidiendo más ciudadanía y más participación de las organizaciones sociales. 

El diagnóstico común me llevó a pensar qué había un riesgo de quiebre en la ex Nueva Mayoría, porque estaban tratando de dejar a un lado a la DC, lo que yo creo que es un error, y como el PRO estaba haciendo alianza con la DC y los Radicales, me pareció que era una manera de aportar a que no se quebrara la Nueva Mayoría. Finalmente terminó el PRO quebrando la unidad y eso estaba fuera de todos mis objetivos. Hablamos con mucha franqueza con Marco, terminamos sin rencor y decidiendo que nuestros caminos se separaban. 

-El PRO venía de intentar una coalición con el PC, que también terminó quebrando. ¿No le pareció que eso era una mala señal para su objetivo principal de unidad?

-Lo que pasa es que la izquierda hoy en día brilla por sus divisiones.  ¿Quién no ha estado en el pecado del camino propio? Entonces, si es por eso, uno se va para la casa llorando, pero no es tiempo para eso, sino para trabajar e intentar como sea lograr unidad. 

-¿Y qué fue lo que lo convenció finalmente de militar en el PRO?

Más que nada la actitud de abrir las puertas a los independientes. Yo veía que los demás partidos no estaban en esa línea, aunque al final lo terminaron haciendo parcialmente, pero les costó mucho. Yo veía que no se abrían y esto, sin ciudadanía, no iba a funcionar. Los pactos electorales de hoy día no pueden ser limitados a los partidos políticos, se requiere una alianza social y por eso le di mi apoyo público a Yasna, que ya lo había hecho en privado. Yasna representa una alianza no solo política, sino que representa el ascenso de la ciudadanía a la política. 

-Usted mencionó que fue un error del PS y el PPD buscar una coalición sin la Democracia Cristiana, ¿por qué?

-Hubo un intento fallido, porque además ese era un mero acuerdo electoral. Yo creo que la izquierda y la centro izquierda tienen que encontrarse, pero en una apuesta programática, no sólo electoral, los pactos electorales son muy frágiles. Cuando te limitas a un pacto electoral las cosas no funcionan, aquí lo que se necesita es un pacto social y político. Una alianza de largo plazo, con propuesta común. En ese contexto se da mi adhesión al PRO, porque estaban por construir el proyecto a largo plazo.

“Me parece que era válido buscar una lista común de la izquierda y la centro izquierda en primera vuelta. Pero no dejando fuera al centro, porque se lo regalas a la derecha”.

-Entonces, para usted, ¿el PS y el PPD se estaban desviando del sector con el que tenían mayor coincidencia programática?

-Claro. Aunque me parece que era válido buscar una lista común de la izquierda y la centro izquierda en primera vuelta. Pero no dejando fuera al centro, porque se lo regalas a la derecha.

-Si el PRO no obtiene cuatro diputados en las próximas elecciones, arriesga perder su legalidad. Considerando esto, ¿qué es lo que está persiguiendo Marco Enríquez-Ominami con su cuarta postulación? 

-Bueno esa es una de las consideraciones que tuve para renunciar. Yo entendía que el PRO estaba en el diseño de la unidad y aquí voy a hacer una autocrítica: el PRO depende mucho de Marco Enriquez-Ominami, entonces como partido dependen mucho de sus legítimas aspiraciones, y digo legítimas porque la directiva nacional le dio el respaldo para ser candidato. Ahí fue que ME-O encontró el espacio y se la quiso jugar, pero porque en el  fondo él cree más en sus propias capacidades que en lo que pueda hacer el PRO como partido. Yo creo que eso es un error, el PRO iba a tener una muy buena opción en el momento en el que estábamos, pero con la separación de Unidad Constituyente se ve muy comprometido.

-¿Le parece legítima la decisión de ME-O, aunque la directiva le haya dado el espacio?

-Bueno, todos los partidos han proclamado entre cuatro paredes. Es complejo esto de proclamar candidatos, a una ex candidata la nombró la ex presidenta Bachelet y, que yo sepa, ni siquiera le preguntó a su partido. Creo que este es un momento de debilidad  de los partidos, pero hay salidas. Eso es lo que veníamos planteando con ME-O: partidos más ciudadanos, más  representantes de los movimientos sociales. La política del siglo 21 es de una democracia más participativa, no bastan los mecanismos de democracia participativa que hay hoy en día, hay que aumentarlos. En ese ámbito los partidos políticos van a tener que competir con los movimientos sociales y esto hace a la democracia algo más horizontal. Hay más actores a considerar para tomar decisiones y me da la sensación que los partidos le tienen un poco de miedo a eso. 

-La decisión de ME-O hizo que muchos precandidatos del PRO no pudiesen estar en la papeleta. ¿Sigue siendo respetable la decisión considerando ese factor?. 

-ME-O perjudicó gravemente al PRO. Por lo menos para mi perdió sentido el trabajo con ese partido. Pero creo que no hay que enajenarse con nadie, porque la política está tan líquida que uno nunca sabe si es que la candidatura de Marco podría terminar beneficiando incluso a Yasna.

“Estoy apoyando candidaturas cruzadas, o sea gente del FA”

-Hablemos de su futuro. ¿Cuál va a ser su rol en la campaña de Provoste?

-Tengo que trabajar con la gente que está en el despliegue territorial. Articular a todos los mundos de las organizaciones sociales y de la sociedad civil como juntas de vecinos, clubes de adulto mayor, organizaciones deportivas y todo lo que sea el Chile organizado en el territorio. Eso incluye también a los ambientalistas, a los animalistas y toda la gente que tiene demandas específicas y que constituyen organizaciones no gubernamentales. Yo voy a hacer presencia donde el comando estime necesario y me voy a enfocar en la presidencial, aunque también voy a aportar en las candidaturas parlamentarias y de cores .

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-Y a largo plazo, ¿va a seguir como independiente?

-Por ahora voy a seguir como independiente porque es de la forma en que aporto mejor al comando de Yasna. También estoy apoyando a muchas candidaturas a parlamentarios y, además, estoy apoyando candidaturas cruzadas, o sea de gente del Frente Amplio y de la alianza de Apruebo Dignidad. Así lo hice también en la elección de constituyentes, gobernadores, alcaldes y concejales. En algunas partes apoyé a gente del FA, hicimos cosas con Comunes, también apoyé a un amigo del Partido Comunista y otros independientes. Aunque la mayoría de la gente que apoyé era de nuestra coalición, de la ex Nueva Mayoría. En el fondo, tenemos la necesidad de hacer puentes y que no pase lo que me pasó a mi en 2017. 

-Ya, pero eso sigue siendo en el corto plazo. Después de la campaña, ¿va a seguir trabajando en política?

-Yo ya estoy en la política, me gustaría continuar colaborando donde sea necesario y donde aporte más. Quiero apoyar la creación de nuevos liderazgos. Hay muchos jóvenes que entran a los partidos y quieren ser candidatos sin tener ni siquiera una formación. Tienen  que desarrollar habilidades comunicativas, de trabajo en equipo y yo creo que en eso puedo ayudar mucho. 


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