La “castigadora” adolescencia que vivió Francisco Saavedra: confesó que en un momento le rogó a Dios “no sentir que me gustaran los hombres”

Una dura confesión realizó Francisco Saavedra luego de detallar los difíciles momentos que atravesó en su adolescencia, etapa en la que debió lidiar con un entorno religioso al mismo tiempo que sufría los prejuicios sobre la homosexualidad.

En conversación con revista Velvet, el rostro de Canal 13 partió refiriendose a su relación con la comunidad LGBTQ, afirmando que “no me considero un activista, pero creo que he sido muy activista desde el silencio”.

El animador de Lugares que Hablan apuntó así a que “no todos tienen las mismas maneras de hacerlo y lo mío responde también a cómo me fui asumiendo. Nunca he negado ser quien soy, pero decidí hacerlo público recién el año pasado (2021)”.

“Siento que me saqué un tremendo peso de encima. Después de todo, es mi vida, es natural y es como la de cualquier ser humano. Los procesos son bien personales y creo que nadie tiene que exigirle nada a otra persona, sobre todo en una sociedad que aún sigue siendo un tanto homofóbica”, sostuvo.

La difícil adolescencia de Francisco Saavedra

En la entrevista el conductor de televisión además se refirió a la relación con su familia, afirmando que en el caso de su padre fue “siempre buena. A mi papá le conté que era gay el mismo año que firmé el Acuerdo de Unión Civil, yo estaba comprometido y mi papá no sabía”.

“En realidad, él lo sabía, pero no quería asumirlo y ese mismo día le dije, ‘papá soy gay y me voy a casar. Si te va a dar el infarto que te de doble de una’. Él me quedó mirando y se le cayó una lágrima, ahí le dije que por favor parara porque yo era el mismo que hacía cinco minutos atrás”, relató.

Ante esto, Francisco Saavedra reveló que su padre “lo primero que me preguntó es si alguien había abusado de mí. Y no lo culpo por eso, porque es de una generación distinta, por eso tampoco culpo a muchas personas que en su ignorancia juzgan”.

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“Hoy es el hombre más orgulloso de su hijo y de las decisiones que he tomado. Adora a su yerno y es el abuelo más chocho que pueda existir”, añadió al respecto.

En este punto, Francisco Saavedra confesó además que vivió “una adolescencia muy castigadora porque estudiaba en el Instituto San Martín de Curicó, de los Hermanos Maristas. Todo era sobre la base de la culpa”.

Fue en ese contexto en que se produjo uno de los momentos que marcó esta etapa de su vida. “Me acuerdo haber ido una vez a la capilla del colegio, a los catorce años, rogándole a Dios no sentir que me gustaran los hombres”, afirmó.

Asimismo, contó que a “la primera que le conté fue a mi mamá. Ella me dijo que había llorado un día entero, pero que al despertarse a la mañana siguiente se había dado cuenta de que yo seguía siendo el mismo. Esa fue la misma frase que cinco años después le repetí a mi papá”.