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¿Necesitamos una quinta dosis? El debate de los expertos en torno a un nuevo refuerzo contra el Covid-19

La posibilidad de recibir una nueva dosis contra el Sars-CoV-2 abrió de inmediato varias preguntas. Que si hay suficiente evidencia, que si vale la pena o si será para todos. Frente a las dudas, en The Clinic hablamos con distintos especialistas para que nos respondieran éstas y otras consultas.

Por 8 de Agosto de 2022
Agencia Uno
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Dos años y cinco meses han pasado desde que llegó el virus Sars-CoV-2 a Chile, que dio inicio a la pandemia de Covid19 en nuestro territorio. Desde entonces, hemos entrado y salido de cuarentena, nos pusimos la mascarilla para no sacárnosla y hemos recibido cuatro dosis de distintas vacunas contra el virus. Y, ahora, es probable que tengamos que ponernos una nueva inoculación.

La ministra de Salud, María Begoña Yarza, confirmó el pasado 1 de agosto, durante su interpelación en el Congreso, que se aplicará una quinta dosis. En ese momento, explicó, que estaban a la espera de que los laboratorios fabricantes incorporen a la variante ómicron en las inoculaciones.

De hecho, la secretaria de Estado señaló que han mantenido conversaciones con las empresas farmacéuticas. Estas nuevas dosis estarían disponibles durante el último trimestre de este 2022.

El anuncio, sin embargo, hizo surgir en aquel momento más dudas que certezas, sobre todo respecto de si este nuevo pinchazo tiene respaldo científico o si es necesario. Por ello, en The Clinic recurrimos a distintos expertos para que nos respondieran estas y otras dudas sobre la quinta dosis contra Covid-19.

Este 17 de agosto la jefa de la cartera de Salud anunció que finalmente sí habrá una quinta dosis de vacuna contra el Sars-CoV2, por lo que es importante recordar qué señalan los expertos sobre el nuevo pinchazo que recibiremos durante 2022.

A la espera de más evidencias

Si bien Chile fue el segundo país en el mundo en aplicar la cuarta dosis contra el Covid-19, varios países ya se nos adelantaron para la quinta. Esta inoculación ya se está aplicando en los grupos de riesgo en países como Finlandia, Argentina, Suecia, Australia y Camboya.

De hecho, este nuevo refuerzo ya fue respaldado durante la reunión de inicios de julio de la Comisión Nacional de Respuesta Pandémica (CNRP). En dicha instancia, el doctor e integrante del Consejo Asesor Externo, Rafael Araos, presentó la actualización de los “resultados preliminares del estudio de efectividad del segundo refuerzo”, que se analizaron en conjunto con el Ministerio de Salud.

En este análisis se revisó la efectividad de la cuarta dosis en personas mayores de 20 años respecto de hospitalizaciones y muertes causadas por Covid-19. De manera preliminar, se concluyó que, además de reducir significativamente los decesos e internaciones, también “la velocidad de descenso de la efectividad del segundo refuerzo es más lenta que el descenso de la efectividad del primer refuerzo”.

Esto es respaldado por el doctor José Miguel Bernucci, secretario nacional del Colegio Médico. “Los datos internacionales y de nuestro país están empezando a señalar que la mantención de la inmunidad después de la cuarta dosis es bastante significativa”, señala a The Clinic.

De acuerdo con la infectóloga Katia Abarca, directora clínica del estudio de Sinovac en Chile, en cada una de las dosis, después de unos meses, la inmunidad disminuye. Sin embargo, “con la cuarta dosis también vemos una baja en el seguimiento. No es tan marcada, pero cuando esos anticuerpos de los vacunados con cuatro dosis los exponemos a las nuevas variantes vemos que la respuesta es mucho menor que para la variante original”. 

De esta manera, los expertos más o menos coinciden en que una quinta dosis es necesaria, pero no de manera inmediata. No todos, sin embargo, opinan lo mismo. La doctora Cinthya Urquidi, académica del Departamento de Salud Pública y Epidemiología de la Universidad de los Andes, es contraria a esta idea.

“Desde el punto de vista epidemiológico y poblacional no hay evidencia, y tampoco va a haber a corto tiempo, sobre la efectividad de una quinta dosis. De hecho, hay muy poca evidencia de la cuarta dosis y lo que ha estado saliendo recién es el efecto de la tercera dosis”, afirma.

¿Una vacuna nueva?

De acuerdo a lo que adelantó la ministra Yarza, las vacunas que se aplicarán como tercer refuerzo serán inmunizaciones reforzadas. Como dicen los expertos, esta quinta dosis debería ser una inoculación mejorada, para lo cual las farmacéuticas ya están trabajando.

Como explica la infectóloga pediátrica de la Red de Salud UC Christus, Marcela Potin, “lo que nosotros esperamos, es que sean vacunas polivalentes. Es decir, que tengan más de una variante incluida. Que puedan tener variantes, además de ómicron”.

Este tipo de vacuna se asemejaría a la que usamos contra la influenza, “que incluye dos virus de influenza A y dos o tres virus de influenza B. Y, desde luego, necesitamos más adelante una vacuna que tenga la capacidad de montar una respuesta inmune larga”, señala Potin.

Como agrega Abarca al debate, en el estudio clínico de CoronaVac iniciarán “un estudio con vacunas contra la variante ómicron hacia el final de este mes o inicios de septiembre. Ojalá tengamos datos en los próximos dos o tres meses. En el intertanto es posible que las otras plataformas hagan disponibles sus nuevas vacunas”.

De hecho, otras farmacéuticas han adelantado que ya iniciaron su trabajo para sumar nuevas variantes a sus vacunas. Pfizer y BionTech dieron a conocer sus dos presentaciones de refuerzos contra ómicron, mientras que Moderna ya presentó su versión rediseñada.

Como explica Bernucci, se está trabajando en inoculaciones “específicamente contra ómicron 2 y la (variante) BA.5, que están produciendo un escape inmunológico. Es por eso que es muy probable que vayamos a tener una nueva dosis, pero que el período de interdosis va a ser mayor. Algunos dicen que a finales de este año, otros dicen durante el 2023”.

Y agrega que el acuerdo general de los expertos “es que vamos a dejar de hablar de sexta, séptima u octava dosis. Más bien nos vamos a poner en el escenario de una vacunación anual”.

Para un grupo o para todos: ése es el dilema

En Chile, el Comité Asesor en Vacunas y Estrategias de Vacunación (CAVEI)  ya recomendó en mayo pasado un tercer refuerzo de vacunación contra el Sars-CoV-2. Esto, en los casos de “personas mayores de 65 años, en inmunosuprimidos, en personas con enfermedades crónicas y en trabajadores de la salud” que hayan recibido su cuarta dosis hace seis meses.

Sin embargo, la idea de una vacunación focalizada en un grupo o una universal para esta quinta dosis es un debate (y un dolor de cabeza) para los expertos.

Para Cinthya Urquidi, “no es sostenible tener una quinta dosis sin evidencia de forma masiva, y ésta también debería ser de forma más selectiva”. Es decir, vacunar “ya no con un criterio masivo, sino que un criterio más clínico, a personas que tengan cierto perfil de riesgo”.

Lo mismo opina Fernando Valiente, virólogo e investigador del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Chile. En sus palabras, el “tercer refuerzo, por el momento, se justifica aplicarla en grupos específicos, de adultos mayores e individuos inmunocomprometidos”.

Esto, explica el experto, “dada la evidencia disponible, donde se indica que los niveles de protección en estos grupos decaen luego de 6 meses producto de su condición”. Sin embargo, “aún no es necesaria para la población general, donde los niveles de protección se mantienen por más tiempo”.

Para Potin, sin embargo, “va a tener que ser un poco más que eso. No estamos hablando de una infección menor. Ómicron y las nuevas variantes van a ser siempre más agresivas, no sólo en personas de riesgo”. 

Abarca es de la misma idea, aunque señala que “siempre es correcto comenzar con los grupos de riesgo, con los que están más expuestos o que, por su actividad, son esenciales para el funcionamiento del país”. Y agrega: “Este virus afecta a todos por igual. Si bien estamos en un momento en que hemos reducido significativamente las muertes y las hospitalizaciones, igual tener Covid significa que la persona tiene que quedarse siete días en su casa, con todo lo que implica”.

Focalizarse en los rezagados o en la quinta dosis

Uno de los principales cuestionamientos que surgieron ante la idea de un nuevo refuerzo es la alta tasa de rezagados para la cuarta dosis. De acuerdo a los datos del Minsal, casi un 30% de la población objetivo de esta inoculación no se la ha puesto.

Por eso, los expertos tampoco se ponen de acuerdo respecto de si se debe reforzar el programa de cuarta dosis o poner los esfuerzos en la quinta. Para la doctora Urquidi, “lo que sabemos hasta la fecha, con evidencia, es que hasta la tercera dosis de vacunación, independientemente de la vacuna, hay una protección significativa contra Covid severo y muerte”.

Por ello, para la académica “habría que poner énfasis en las personas que han iniciado su proceso y no lo han culminado. Va a haber un pequeño grupo, muy reducido, que es la minoría, que no se va a vacunar. Pero sí hay una población intermedia, que es la que importa. Que sí podría vacunarse y no lo ha hecho”.

Para Abarca, sin embargo, “los esfuerzos tienen que ser en los dos ámbitos. Es decir, reforzar la inmunidad de quienes se han quedado rezagados, pero no por eso dejar de lado a las personas que han cumplido”. Ello, porque su inmunidad baja después de unos meses.

Como recuerda Potin, las medidas de autocuidado y la vacunación buscan disminuir la circulación del virus. “Mientras más infecciones hay, más variantes tenemos. Le damos más oportunidad al virus de mutar y cambiar material genético para resultar en una cepa nueva”, alerta la infectóloga.

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