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Entrevistas

27 de Septiembre de 2022

Teresa Valdés, feminista histórica, y salida de Irina Karamanos de la Coordinación Sociocultural de La Moneda: “Logra salirse del problema de la legitimidad del cargo”

Teresa Valdés opina sobre la decisión de Irina Karamanos de ser Primera Dama en el gobierno de Boric Cedida

La integrante del Observatorio de Género y Equidad dice que el cargo de Coordinadora Sociocultural de La Moneda, popularmente conocido como Primera Dama y que la pareja del Presidente Boric adelantó que piensa dejar a "de aquí a fin de año", cuenta con el peso de tener muchas responsabilidades burocráticas, pero que no es un rol electo por la ciudadanía. En todo caso, en esta entrevista la socióloga felicita el tránsito resuelto por Karamanos: “significa modificar una anomalía dentro de la institucionalidad pública”, sostiene a The Clinic.

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Cuando a principios de enero de este año se anunció que Irina Karamanos, pareja del Presidente Gabriel Boric, asumiría el rol de Primera Dama, ella misma se encargó de anunciar que llegaba “con el compromiso de reformularlo”. Una postura crítica ante ese rol que en el mes de Marzo, a cuatro días de que asumiera el nuevo gobierno, se autodefiniera: “No soy ni primera ni dama”, dijo en el programa “Las Caras de La Moneda” de T13.

Habiendo pasado seis meses desde el arribo a Palacio de la administración de Boric, el pasado fin de semana un artículo de La Tercera desveló que el plan de Karamanos era dejar la Coordinación Sociocultural de La Moneda y que las distintas fundaciones de la Presidencia administradas por esa instancia, fueran transferidas entre los ministerios existentes.

Una decisión que la propia Irina Karamanos confirmó la mañana de este lunes 26 de septiembre en La Moneda, aunque primero negó que existiera una fecha exacta para aquel traspaso de fundaciones. De todos modos, se la jugó precisando que “lo más probable es que ocurra de aquí a fin de año”.

Para hablar sobre esta decisión, The Clinic contactó a la socióloga Teresa Valdés, histórica militante del movimiento feminista en plena dictadura cívico-militar y actual integrante del Observatorio de Género y Equidad.

-Irina Karamanos confirmó la intención de dejar la dirección sociocultural de La Moneda. ¿Ayuda a cumplir con el objetivo de “reformular” el cargo de Primera Dama, como ella planteó antes de  asumir el gobierno?

-Efectivamente ella lo que está haciendo es reformular la actividad de esa Coordinación, pero no quiere decir que la vaya a eliminar. 

-¿Le parece un buen modelo traspasar la administración de las fundaciones a los ministerios? Se ha dicho que Cecilia Morel intentó lo mismo y no lo logró.

-Está haciendo lo mismo que intentó hacer la Presidenta Michelle Bachelet a través de Paula Forttes. Ellas tenían perfectamente estudiado y listo el mecanismo para transferir las fundaciones a los ministerios y entiendo que Cecilia Morel también lo tenía estudiado. 

La verdad es que lo que está haciendo Irina Karamanos es lo más razonable, porque significa modificar una anomalía dentro de la institucionalidad pública, porque las fundaciones tienen que ver con políticas públicas. 

“En la medida en que (las fundaciones) se acercan a formar parte de la política pública, lo razonable es que deban transferirse a los ministerios”.

-Profundice.

Las fundaciones han evolucionado desde la dictadura militar, en donde estaban enfocadas en el voluntariado de señoras de distintos sectores sociales, encabezadas por las esposas de los comandantes en jefe de las distintas ramas de las Fuerzas Armadas y Carabineros; desde ahí se transformaron progresivamente y se profesionalizaron. Entonces se pasó del voluntariado a la profesionalización, y eso se viene haciendo desde Leonor Oyarzún de Aylwin en adelante.

Entonces, esta anomalía que son las fundaciones a cargo de la Presidencia de la República, tienen que ver con momentos históricos en los que ha habido necesidad de dejar una marca, de dejar un legado en el marco de un rol social de la esposa del Presidente. Pero en la medida en que se acercan a formar parte de la política pública, lo razonable es que deban transferirse a los ministerios. 

-¿Y qué tan complejo es hacer este traspaso?

-Esto tiene consecuencias en cuanto a las condiciones laborales. No es fácil la transferencia, sobre todo en el caso de Integra y de la Junji -Junta Nacional de Jardines Infantiles-, porque tienen sistemas y formas de contratación. 

Es muy razonable que se haga, sin embargo, estas son fundaciones y como tales no están sujetas a las mismas condiciones. En ese sentido, es muy valioso ir eliminando estas anomalías que estaban sujetas a otras formas de relación laboral.

Por otra parte, al traspasarse a los ministerios, se hace cargo el Estado del financiamiento. El financiamiento de algunas fundaciones son algunas maneras indirectas de llegar a la autoridad máxima, a través del financiamiento de estas fundaciones a cargo de la Primera Dama. El que se transfieran a  los ministerios significa que su financiamiento va a ser transparente y sus contrataciones también. 

-¿Se puede completar el traspaso de aquí a fin de año?

-Pienso que puede tomar tiempo la transferencia de las fundaciones, sin embargo la dirección es correcta. Efectivamente, algunas requieren de cambios legales y otras de su incorporación en el presupuesto nacional: yo creo que es un proceso que va a tomar más tiempo. No sé si lo va a seguir encabezando Irina Karamanos o si habrá otra persona con el rol en el cargo de la Coordinación Sociocultural.

“En este rol protocolar (como Primera Dama) ella ha sido perfectamente discreta, no ha generado un protagonismo, no ha buscado llamar la atención particularmente”.

-Si Karamanos dejará el cargo de Coordinadora Sociocultural, ¿cree que debería seguir participando en actos oficiales del gobierno en el rol de Primera Dama? ¿Cómo la ha observado en ese rol estos seis meses de gobierno?

-No creo que haya relación entre que ella sea coordinadora sociocultural con que participe de los actos oficiales de gobierno acompañando al Presidente Boric. Eso lo han hecho todos los Presidentes que van con sus parejas si les parece pertinente. Ella podrá innovar en esto. De hecho, en este rol protocolar ella ha sido perfectamente discreta, no ha generado un protagonismo, no ha buscado llamar la atención particularmente. 

Pienso que, efectivamente, hay un cambio generacional, donde hay una pareja bastante moderna que no se ajusta a otros tiempos. Ese es un cambio cultural perfectamente atendible y es interesante, le trae oxígeno al país.

“Dejar ese cargo (coordinadora sociocultural) le dará muchísima más libertad para los proyectos que quiera desarrollar. Tiene un espacio limitado de todas maneras por ser pareja del Presidente”.

-En entrevista con este medio en enero de este año, usted planteaba dudas respecto a si Irina Karamanos podría sortear las “trampas patriarcales” del cargo. ¿Cree que con el anuncio de hoy logra escapar de esas trampas? 

-Yo pienso que trampas patriarcales hay en todos los espacios y, donde ella esté, por ser la pareja del Presidente, igual va a estar sometida siendo especialmente  examinada y criticada, eso siempre se puede dar. Y es parte de las trampas patriarcales estar en una condición de  expectativas. 

No creo que haya habido nada especial en este período, sin embargo, dejar ese cargo le dará muchísima más libertad para los proyectos que quiera desarrollar. Tiene un espacio limitado de todas maneras por ser pareja del Presidente, pero que podrá disponer para otro tipos de proyectos. 

El dejar ese rol de Coordinadora Sociocultural es interesante en el sentido de que ella logra salirse del problema de la legitimidad del cargo: ese es un cargo que no es elegido por la ciudadanía. En ese sentido, me parece súper interesante dejarlo y desarrollar actividades desde otra posición. La legitimidad de no ser una persona escogida y tener un rol especial lo hace más complejo para la ciudadanía.


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