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Entrevistas

6 de Noviembre de 2022

Kenneth Bunker y la baja de Boric en las encuestas: “Si las personas no saben exactamente quién es el Presidente, no pueden tener confianza en él y no lo pueden aprobar”

Bunker sostiene que el problema de popularidad del Presidente Boric se debe a un "problema de consistencia".

El director del sitio de análisis electoral Tres Quintos, aborda la popularidad  a la baja del Presidente Boric reflejados en las últimas encuestas. El cientista político lo atribuye a diversos factores, entre ellos, a "problemas de consistencia que genera confusión en las personas", sostiene. 

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Las encuestas aplicadas a los presidentes es un ejercicio de suma ingratitud, pues va reflejando el desgaste propio del ejercicio del poder, afectando irremediablemente la popularidad de los mandatarios. Así lo ha experimentado el Presidente Gabriel Boric, quien ha descendido su aprobación en los sondeos de opinión hasta marcar su propio récord. Ejemplo de ello fue la última encuesta Criteria difundida esta semana, donde el Mandatario alcanzó un 31% de apoyos, descendiendo siete puntos respecto de la medición anterior.

En tanto, la desaprobación a su figura en este estudio, que en líneas gruesas ha sido coincidente con la encuesta Cadem, se encumbró hasta un 57%, el índice más alto desde que fuera electo en marzo este año.

De este fenómeno y otras aristas de la contigencia política, son abordados con The Clinic por el cientista político y director del sitio de análisis electoral Tres Quintos, Kenneth Bunker.

-Diversas encuestas, como por ejemplo el último sondeo de Criteria, están registrando una baja sostenida en la aprobación al Presidente Boric. ¿A qué atribuye este fenómeno?

-Efectivamente, en los estudios que hacemos nosotros, vemos que también hay una caída sostenida de Boric en popularidad, y un aumento en desaprobación. Uno de los factores que explica esto es lo que pasó entre marzo y septiembre hasta el Plebiscito de Salida. Efectivamente, Boric dijo que no iba a hacer ningún gran cambio, que no iba a hacer nada importante hasta después del Plebiscito. Iba a esperar el resultado y eso se tradujo en no hacer nada importante. No literalmente, pero eso fue lo que pasó: el gobierno no gobernó durante seis meses.

Si es que no tiene ningún tipo de resultado en los primeros seis meses del primer año, eso es una muy mala señal. Las personas están viendo que el gobierno no está haciendo nada, donde claramente no tiene nada de útil anclarse a una causa perdida como la nueva Constitución. El gobierno se ancló a eso y eso se hundió. Por lo tanto el gobierno también se hunde.

-¿Y la economía? ¿Y la crisis de seguridad?

-Un segundo factor son las variables de corto plazo, como la economía y la crisis de seguridad y la crisis de inmigración irregular en el norte. Todas son causas que son muy importantes para las personas, y que muy lejos de estar pensando en cosas estructurales como una nueva Constitución, están pensando cómo llegar a fin de mes o cómo pueden vivir en paz. 

Hay mucha delincuencia, la violencia ha aumentado y claramente eso es algo que el gobierno no ha logrado resolver. Lo mismo pasa con la crisis económica y la inmigración. Todos estos factores impactan en lo inmediato en las personas y el gobierno no está dando resultados sobre eso. Por lo tanto, las personas están castigando el gobierno.

-¿Y los flancos propios de la labor de gobierno?

-Y el tercer factor es que hay un elemento de ser amateur, de no resolver crisis políticas que son naturales, de insistir con algunas cosas como lo que pasó con Nicolás Cataldo, como no hacer nada importante hasta el resultado del Plebiscito. Hay muchos errores que son amateur y son consistentes a través del tiempo. Eso no le permite a las personas entender exactamente qué es lo que está haciendo Boric.

También hay un problema de consistencia de él si es de izquierda; si es de centroizquierda, que es lo que dice, que es lo que no dice, y que genera confusión en las personas. Y si las personas no saben exactamente quién es el Presidente, no pueden tener confianza en él. Y si no tienen confianza, no lo pueden aprobar. 

-Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático tendrán un cónclave convocado por el gobierno, para definir una nueva hoja de ruta. ¿Qué escenario visualiza para el Ejecutivo en esta suerte de “segundo tiempo” post Plebiscito de Salida?

-Lo más importante es mostrar resultados, porque el gobierno y el Presidente pueden hablar bastante sobre lo que quieren hacer, sobre lo que lo importante que es la economía y la seguridad, pero si no hay resultados, o si es que va al alza la inflación, por ejemplo, va a ser muy difícil que el Presidente se pueda recuperar. 

Veo al gobierno muy comprometido con temas que son estructurales de largo plazo como la nueva Constitución, pero poco enfocados en la administración. Si Boric es inteligente tiene que soltar un poco todas las cosas que le importan de fondo, y ocuparse más de las cosas que son de corto plazo, como la economía, la crisis de seguridad. Esas cosas son tremendamente importantes y hasta que no haya resultados, no se va a poder hacer nada más. 

Lo que le importa a las personas es que las condiciones inmediatas de vida mejoren. De nada sirve resolver la desigualdad si es que no hay para comer hoy día. Por eso la pobreza normalmente es prioritaria ante temas como la desigualdad.

-Van dos meses desde el triunfo del Rechazo en el Plebiscito, donde los partidos con representación parlamentaria exploran habilitar un nuevo Proceso Constituyente. ¿Este tema sigue siendo una prioridad para la ciudadanía, o ya se instaló un desinterés frente a este tema tras un intenso ciclo de elecciones?

-Hay un tema sobre la duda de diagnóstico de todo este proceso. Creo que eso no está resuelto y se dio por hecho algo que no necesariamente era el caso de que las personas querían una nueva Constitución por sobre todas las otras cosas: hoy día tampoco es la prioridad.

La preocupación de las personas está en otro lado. O sea, nadie está pensando si es que una nueva Constitución es importante o no, si es que no se está llegando a fin de mes. Básicamente, es más importante los determinantes de corto plazo sobre la calidad de vida que los determinantes de largo plazo. Hay muchas personas que quieren el Proceso Constituyente, pero claramente no con la energía que existía antes.

“Boric dijo que iba a esperar el resultado del Plebiscito y eso se tradujo en no hacer nada importante. No literalmente, pero eso fue lo que pasó: el gobierno no gobernó durante seis meses”.

Igual han pasado muchas cosas que son importantes, como por ejemplo, que la derecha se moviera mucho más al centro en varios temas. O sea, basta ver al presidente de la UDI (Javier Macaya) y varias personas de la primera fila de lo más duro de la derecha, con conceder que la Constitución de Pinochet está muerta y que hay que avanzar. Se está avanzando, pero con las lecciones y el costo que significó haberse dado un gusto en el primer Proceso Constituyente.

-Desde el oficialismo culpan a la derecha de tener la sartén por el mando en las negociaciones para un nuevo Proceso Constituyente. ¿Hay genuina voluntad política de Chile Vamos para elaborar una nueva Constitución?

-Me parece adecuado que los ganadores del proceso, que en este caso la derecha y la oposición puedan, determinar cuáles van a ser las condiciones sobre las cuales se avanza y no tiene por qué ser rápido. ¿Por qué no tomarse un poco más de tiempo en entender bien cuáles van a ser las reglas? Ponerse de acuerdo?

A la izquierda le sirve mucho poner el argumento de que hay que seguir con el Proceso Constituyente, pero eso no es necesariamente el caso. Yo prefiero que se haga algo mucho más corto, más enfocado, usando el input de todas las experiencias anteriores, pero bien pensado. Si nos demoramos más ahora, no creo que sea un problema. Yo creo que la derecha así lo entiende y creo que, más encima, las personas también lo entiendan

La prioridad de las personas hoy día no es que exista una nueva Constitución, la prioridad es la economía. 

-El gobierno difundió los principales lineamientos de su reforma previsional, el que tiene un componente público de reparto a través de la cotización adicional. ¿Qué relato debería adoptar el gobierno para defender su iniciativa donde un sector importante de la ciudadanía registrada en los sondeos de opinión, estaría a favor de que una cotización extra vaya a las cuentas individuales?

-Lo que pasa con las AFP, es que el sistema de capitalización individual ya está radicado en el país. O sea, Con mi Plata No fue la iniciativa popular con más firma y los constituyentes la ignoraron. Hicieron un tema gigante de eso y perdieron drásticamente en las urnas al final.

Pero el gobierno insiste en esa línea y no creo que haya un consenso: creo que a las personas no les va a gustar. Si esto se explica bien desde la oposición, no debiese encontrar mucho apoyo. Si el gobierno es inteligente tratará de hacer las negociaciones políticas, pero con un gobierno que tiene entre un 25 y 33% de apoyo, veo muy difícil alinear al Congreso.

-El PC renunció a presidir la Cámara, luego del veto de la oposición a Karol Cariola. En el oficialismo acusaron “anticomunismo” en esta coyuntura. ¿Realmente hay anticomunismo en la derecha chilena?

-Yo no creo que sea anticomunismo, Lo que pasa es que Karol Cariola empujó un Proceso Constituyente que las personas no apoyaron. Fue jefa de campaña de la que fue dramáticamente derrotado en las urnas y no quiso pagar el costo. ¿Por qué empujaron a una persona que era emblema de la derrota de una causa de la cual la gran mayoría de los chilenos está en contra, como presidente de la Cámara?

Creo que fue un error insistir desde el Partido Comunista en poner uno de los suyos y cuando no le resultó por temas políticos también. Y si es que el Presidente fuera popular, estaría juntando los votos para que elijan a Cariola o cualquier otra persona dentro de la Cámara de Diputados como presidente, pero no lo tiene. Entonces, cuando tú eres débil, cuando el gobierno es débil, debes entender cuál es su posición.

Es lo que pasó con Piñera. O sea, a Piñera le fue mal, perdió el control, bajó la popularidad, se fue con pato cojo, y pasó a la historia como un Presidente básicamente irrelevante en términos de legado en su segundo período.


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