El fenómeno de la venta de comida callejera ha sido un gran problema durante el último tiempo para las autoridades sanitarias en Chile, debido a las enfermedades que podría provocar el comercio de alimentos en mal estado o con pésima preparación.

De hecho, este martes 24 de enero la Seremi de Salud realizó un fuerte operativo en Recoleta, en el que se confiscaron 200 kilos de comida en mal estado, especialmente pollos faenados en mal estado, que incluso habían sido pintados de color amarillo por parte de sus comerciantes para mejorar el aspecto de esos productos.

En este sentido, el doctor José Miguel Bernucci, especialista en Medicina Interna, concedió una entrevista a The Clinic en la que entregó conocimientos sobre los riesgos y enfermedades que podría generar consumir alimentos en la calle.

“Esto ya es un problema de salud pública, porque estas generan foco de enfermedades de transmisión alimentaria (ETA). Una de las enfermedades bacterianas más comunes son la salmonelosis, salmonellas no tifoideas, brotes de intoxicación alimentaria por estafilococos, virus cólera, virus gastrointestinales y transmisión de hepatitis”.

Asimismo, señaló que los más propensos a adquirir alguna bacteria o virus tras consumir alimentos mal manipulados, son personas menores a cinco años y mayores a 65, ya que podría alterar la deshidratación y producirse una infección más aguda. 

Otro de los puntos preocupantes de las cocinerías callejeras es la trazabilidad, ya que esto complica la detección del problema. Desde un lugar establecido se puede hacer seguimiento de una posible infección, si es que se trató por producción, cadena de frío, manipulación o transporte, pero desde la calle, no existe un respaldo de aquello.

Es por esto que Bertucci recomienda “no comprar comida callejera porque la posibilidad de uno saber la proveniencia de los alimentos es difícil, especialmente si no se conoce el cumplimiento del tiempo de producción, la mantención del frío y la contaminación no cruzada”.

¿Se cumplen las medidas sanitarias?

Los carros de comidas son boom en el centro de Santiago debido a la variedad de recetas que se han expandido producto de la inmigración. 

Alimentos como sopaipillas, papas fritas, hand rolls, sandwiches, pollo frito, ensalada de frutas con yogurth, platos preparados, ceviches y anticuchos, son algunos de los que arrasan en la venta. Pero, ¿existe una supervisión sanitaria al momento de comercializar estos alimentos?

Ante esto, fiscalizadores de alimentos de la Seremi de Salud advierten que “las medidas sanitarias que se deberían tener en cuenta son el acceso a agua potable para una correcta higiene de manos. Mantención de la cadena de frío de los productos elaborados o crudos que lo requieran, como productos lácteos, carnes, cecinas, etc. Se debe evitar la contaminación cruzada (juntar alimentos crudos junto a los cocidos). Esas medidas corren tanto para expender un producto terminado como al momento de elaborar un alimento”.

Por otra parte, añaden que es primordial que “la persona que manipula los alimentos no debe recibir o manejar dinero, y tenga un lavado correcto de manos”.

Es por esto que las recomendaciones desde la Seremi de Salud es preferir comprar en un local establecidos que cumplan con las normas sanitarias y manipulación. Asimismo, verificar que el lugar se encuentre en buenas condiciones estructurales y de higiene, que la persona que está manipulando los alimentos no tenga contacto con el dinero, y que no exista la presencia de animales dentro de la cocina.

Según información recabada desde la autoridad sanitaria, a las personas naturales que desean iniciar o regularizar la venta de ambulantes de alimentos, solo se les permite vender productos de bajo riesgo como: algodón de azúcar envasado, alimentos envasados que no requieren refrigeración, bebidas analcohólicas envasadas, frutas frescas confitadas, frutas y hortalizas frescas, frutos secos, frutos secos confitados, helados envasados de fábricas autorizadas, infusiones de té y/o café en termos sellados, masas dulces envasadas y palomitas de maíz envasadas.

Desde hace algunos meses el Gobierno creó una campaña que buscaba evitar que transeúntes compren en comercio ambulante al interior del Metro, bautizada como “Rompamos la Cadena del Comercio Ilegal”. Ante esto, el subsecretario de Salud Pública, Cristóbal Cuadrado, se refirió sobre los problemas que genera comprar en la calle.

“Quiero destacar obviamente el riesgo. Cualquier producto que está siendo preparado en la vía pública no cuenta con las garantías por ejemplo de que haya agua disponible para un adecuado lavado de manos, el que esos productos tengan una cadena de frío y que con los calores que tenemos en esta época eso nos impacte en la proliferación de bacterias o toxinas”, expresó Cuadrado.