Las claves del proyecto de ley de 40 horas: cuándo comenzaría a aplicarse y quiénes quedarían excluidos

El proyecto de Ley de 40 horas, que reduce la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales -uno de los emblemas del gobierno y que modifica el Código del Trabajo- está en su recta final. Este martes 21 de marzo el Senado lo aprobó de forma unánime pasando a su tercer trámite en la Cámara Baja, por lo que cada vez se hace más cercana la posibilidad de aumentar las horas de descanso. 

Fue a fines de agosto cuando el Ejecutivo, con la presentación de una serie de indicaciones, reactivó la discusión de la moción parlamentaria que ingresó en 2017 y fue impulsada por la ahora ministra de la Secretaría General de Gobierno (Segegob), Camila Vallejo. 

Desde ese entonces, la iniciativa tuvo una rápida -pero discreta- discusión parlamentaria. Fue revisada por la comisión del Trabajo y, luego de cinco meses de debate, por la comisión de Hacienda. 

Tras su paso por esas instancias legislativas, la moción –que se encuentra en segundo trámite constitucional– quedó lista para ser revisada por el hemiciclo de la Cámara Alta, en una sesión convocada entre las 16.00 y 20.00 horas. 

Pero, para que el proyecto que reduce la jornada laboral a 40 horas lograra ser despachado por los senadores de ambas comisiones -y obtuviera el respaldo de la oposición-, el gobierno debió realizar una serie de modificaciones a su propuesta inicial.

¿Cómo quedó el proyecto que reduce la jornada laboral?

Estos son algunas de las propuestas planteadas en la moción que revisará esta jornada el Senado:

• Jornadas 4×3. Implica la posibilidad de tener una semana de cuatro días laborales y tres de descanso. El Ejecutivo, eso sí, presentará una indicación esta tarde para incentivar que las empresas que reduzcan las horas laborales anticipadamente, sin esperar a la gradualidad, puedan utilizar con antelación la nueva modalidad, con acuerdo de los trabajadores. 
• Apoyo directo a las micro, pequeñas y medianas empresas para la implementación de las 40 horas, por parte de la Dirección del Trabajo y del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence).
• Posibilidad de que trabajadores y empleadores acuerden días compensatorios adicionales por jornadas extraordinarias. 
• Rebaja a 40 horas laborales para trabajadoras de casa particular puertas afuera; y dos días de descanso adicional para trabajadoras de casa particular puertas adentro.
• El Ministerio del Trabajo será la entidad encargada de crear el reglamento para regular jornadas excepcionales.
• El mayor gasto fiscal que represente la aplicación de la ley en su primer año de vigencia se financiará con cargo a los recursos que se contemplen en los presupuestos de las diversas entidades afectas a la presente legislación. Y, en lo que faltare, el Ministerio de Hacienda podrá suplementarlos con los recursos que se traspasen de la Partida Tesoro Público.

Gradualidad hacia las 40 horas

El proyecto que reduce la jornada laboral no se implementará inmediatamente. La reducción, si la iniciativa se transforma en ley y es promulgada este 2023, será en cinco años.

• 2024: la jornada laboral se reduciría de 45 a 44 horas semanales.
• 2026: la jornada laboral se reduciría a 42 horas semanales.
• 2028: la jornada laboral se reduciría a 40 horas semanales.

Para el presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Ricardo Mewes la iniciativa es fundamental para avanzar en una mejor conciliación de la jornada laboral.

“Estuvimos en las conversaciones que arribaron en este acuerdo y, por lo tanto, nos parece que vamos avanzando en el camino correcto”, dijo a The Clinic.

El líder del mundo empresarial, eso sí, sostuvo que, en caso de aprobarse el proyecto, en el proceso de gradualidad se debe monitorear anualmente la implementación de la reducción de las horas de trabajo.

“Hay que ser bien cautos, porque la gran inquietud es que una reducción de jornada como la que está planteada va a afectar sin lugar a dudas a las pequeñas y medianas empresas. Ante eso, lo importante es que en este proceso de gradualidad vayamos monitoreando año a año el nivel de implementación de esta reforma“, subrayó.

En esa línea, también planteó que, tras dichas revisiones, se puedan trabajar “ajustes” en función a las distintas industrias.

“Para eso -agregó-, tenemos que construir con la ministra un marco que nos permita, probablemente a través del Consejo Superior Laboral, cómo se va evaluando la implementación y ver si efectivamente las normas de la reforma para la implementación cumplen o no con sus objetivos“.

El director del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (UDP), Juan Bravo, plantea una idea similar sobre el proceso de gradualidad.

Según explicó a The Clinic, “la rebaja de la jornada ordinaria a 40 horas es una medida que tiene beneficios y costos, por lo que la manera en que se implemente es crucial”.

En ese marco, comentó que tanto la gradualidad y las medidas de adaptabilidad incluidas en la reforma son elementos “necesarios” desde el punto de vista técnico para la implementación, específicamente porque “reducen” sus efectos colaterales negativos.

Sobre el plazo de gradualidad propuesto en el proyecto, el especialista explicó que es “prudente para irse adecuando al nuevo límite máximo para la jornada ordinaria”.

Y es que, a su juicio, “dará a empleadores y trabajadores la oportunidad de generar un proceso de aprendizaje ordenado sobre las consecuencias que la reducción de jornada puede tener en diferentes dimensiones”.

Así también, precisó que una de las razones más relevantes para realizar la medida con gradualidad es “reducir considerablemente la posibilidad de que el ajuste económico recaiga sobre el empleo”.

Respecto a la adaptabilidad, Bravo puntualizó que “permite obtener ganancias de eficiencia que pueden contrarrestar parcial o totalmente el alza del costo salarial por hora generado por esta reforma”.

Y si bien expresó que a su juicio las medidas de adaptabilidad incluidas en el proyecto van en la “dirección correcta”, también hay espacios de mejora.

Uno de ellos, afirmó, es la retribución de horas extraordinarias con tiempo compensatorio. Según indicó, aquella “debiera ser una posibilidad para todos los trabajadores, sin exclusiones, y además se debería aumentar significativamente el número de días libres compensatorios permitidos por ley”, afirmó.

¿Quiénes quedarían excluidos de la reducción de la jornada laboral?

La moción del gobierno también incluye una modificación al artículo 22 del Código del Trabajo, que determina quiénes quedarían excluidos de la limitación de la jornada laboral.

En concreto, las personas que presten servicios de alta gerencia y quienes trabajen sin fiscalización superior inmediata no serán incluidas en la reducción.

En caso de controversia y a petición de cualquiera de las partes, precisa el proyecto, será el Inspector del Trabajo respectivo quien resolverá si determinada labor se encuentra en alguna de las situaciones descritas.

Promulgación de la Ley de 40 horas

No es secreto que la aspiración del gobierno es promulgar el proyecto de 40 horas laborales el próximo 1 de mayo, en el marco de una nueva conmemoración del Día Internacional de los Trabajadores.

Así lo ha reconocido la propia ministra del Trabajo y Previsión Social, Jeannette Jara.

Para que esa fecha se concrete, sin embargo, la iniciativa deberá tener una tramitación favorable en lo que resta de su camino legislativo.

Y es que de ser aprobada en la sala del Senado, la moción pasará a la Cámara de Diputadas y Diputados para su tercer trámite constitucional. En esa corporación tiene dos opciones: aprobarse o rechazarse.

Si es despachada, quedaría lista para convertirse en ley y el Ejecutivo podrá hacer cumplir su aspiración. Pero, si los diputados rechazan el proyecto, se creará una comisión mixta para continuar con el debate.