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Cine & Streaming

23 de Julio de 2023

La cirugía estética que destrozó la carrera de la actriz de Dirty Dancing: “Parecía que había cometido un crimen imperdonable”

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Jennifer Grey confesó que tras realizar una operación en su nariz el público la dejó de reconocer y las ofertas de trabajo desaparecieron. "Fue muy devastador. Ser tan incomprendida en todo el mundo durante décadas... La falta de generosidad y humanidad me hirió tanto", confesó años más tarde.

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Dirty Dancing, la película estadounidense estrenada en 1987 se convirtió de inmediato en un éxito mundial y es considerada uno de los grandes clásicos de dicha década. Sin embargo, su gran popularidad tuvo resultados totalmente opuestos para sus dos protagonistas: Patrick Swayze y Jennifer Grey.

Los actores fueron los encargados de dar vida a Johnny Castle y Frances “Baby” Houseman respectivamente en la cinta mostrando a esta recordada pareja que superó sus diferencias sociales a través del baile. Otro elemento destacado de la producción fue su banda sonora, por la que incluso ganó un premio Oscar a Mejor Canción Original gracias a (I’ve Had) The Time of My Life, el clásico tema usado en el último baile.

Respecto a sus protagonistas, tras el éxito de Dirty Dancing por un lado Patrick Swayze se convirtió en una de las grandes estrellas de Hollywood participando en innumerables producciones. En la otra vereda se encontraba Jennifer Grey, quien tras una drástica decisión en su vida de ha a poco desapareció de la palestra.

La propia actriz confesó años más tarde que todo esto se debió a un cirugía estética que se realizó, hecho que aseguró la dejó irreconocible. Debido a esto es que comenzó a perder ofertas de trabajo en la industria del cine.

El éxito tras Dirty Dancing

Más de 30 años después del estreno de Dirty Dancing, en mayo de 2022 Jennifer Grey publicó su autobiografía Out of the Corner: A Memoir. En este libro la actriz repasaba su vida y cómo luego del éxito de la película su vida cambio completamente, aunque no de la forma en que todo el mundo se esperaba.

Según recogió BBC, la artista explicó que todo se debió a los complejos que le significó a lo largo de su carrera tener una “nariz judía”. Al respecto explicó que por su origen en su familia pensaban que esto la estaba afectando en no tener oportunidades de trabajo.

Pese a esto, la actriz confesó que al momento de grabar la película estrenada en 1987 “tenía casi 30 años y había pasado gran parte de mi vida adulta tratando de amarme y aceptarme tal como era. Así que pasar por el quirófano lo sentía como peligrosamente cerca de admitir la derrota”.

Si bien se negó a realizarse una rinoplastia, en el libro detalla que tras ser parte de Dirty Dancing finalmente tomó la decisión de someterse a una pequeña intervención. De esta manera relata que contactó a un renombrado cirujano plástico para que se hiciera cargo del procedimiento.

Sobre la operación, precisó que el objetivo era simplemente afinar su nariz, pero mantener la protuberancia que tenía sobre el tabique. Jennifer Grey reconoció que gracias a esto comenzó a recibir más y más papales en la industria del cine, hasta que un episodio volvió a cambiar el panorama.

YouTube: People

La operación que cambio la vida de Jennifer Grey

Era 1992 y la actriz se encontraba grabando una nueva película. Se trataba de Wind (La fuerza del viento), un romance de acción y aventura basado en hechos reales. En medio de este rodaje, según detalló en su autobiografía, el director de fotografía John Toll le realizó un comentario sobre el aspecto de su nariz.

Las palabras de este apuntaron así al trozo de cartílago que sobresalía de la nariz de Jennifer Grey, ante lo cual la mujer decidió volver a realizarse una intervención. El citado medio precisó así que volvió a contactar a su cirujano para eliminar esta protuberancia, ante lo cual procedieron con el plan.

Sin embargo, una vez realizada la operación estética y la actriz se sacó los vendajes, se dio cuenta que el resultado no era el esperado. “No podía entender lo que estaba viendo. Sabía que algo malo había sucedido”, afirmó Jennifer Grey sobre el momento en que se vio en un espejo.

En esta línea aseguró que esta segunda operación provocó que incluso el público no la pudiera reconocer. Debido a esto afirmó que “parecía que había cometido un crimen imperdonable: despojarme deliberadamente de lo único que me hacía especial”.

Posteriormente en algunas entrevistas Jennifer Grey explicó que tras esa nueva operación “no sé qué hizo, pero cambió la proporción de mi rostro. Tenía un aspecto diferente de una manera que no tenía sentido. Fue el momento más duro, solitario y confuso de mi vida. Fue muy devastador. Ser tan incomprendida en todo el mundo durante décadas… La falta de generosidad y humanidad me hirió tanto”.

Producto de esto es que reveló que le comenzó a costar encontrar trabajo. “En esa soledad toqué fondo. Y entendí quién era y cuánto valía de una manera que nadie podía volver a quitármelo”, reflexionó. “Ahora soy más feliz que nunca y me siento muy agradecida de haber sobrevivido. Y no pienso en mí o en mi nariz. Pienso en lo que he contribuido en esta vida, como madre, como amiga”, cerró Jennifer Grey.

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