Diego Schalper (RN) y conmemoración de los 50 años: “El gobierno ha tenido una capacidad muy lamentable de polarizar los espacios”

El diputado y secretario general de Renovación Nacional (RN), Diego Schalper, no está conforme. El despliegue con el que el gobierno se ha abordado la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado no ha sido de su gusto.

En conversación con The Clinic, el parlamentario esboza en las formas en las que un Presidente, en su opinión, debería referirse a temas de tal complejidad. Además, habla sobre las nuevas generaciones y el rol contradictorio de algunos en la condena de ciertos eventos.

Asegura que una una gran mayoría de chilenos sólo espera que pase el 11 de septiembre para que se vuelva a conversar sobre los temas que les aquejan en el día a día.

–¿Considera que le falta algo la conducción de esta fecha?

-Que el Presidente se ponga de acuerdo consigo mismo, porque se comprenderá que un día no puede ser estadista e invitar a una declaración común, y al día siguiente tener una manera poco inteligente de referirse a una situación trágica, como es un suicidio. Para qué decir insultar al fundador de uno de los partidos de oposición. Pensaba que el Presidente al ser de mi generación, una persona de 40 años, iba a poder mirar lo que pasó el 11 de septiembre del 73 con más distancia, con menos intención de provocar conflictos.

–¿Qué le ha parecido el tono del Presidente? 

-Transformó la conmemoración de los 50 años en un recurso para hablarle a la izquierda más dura de su gobierno, pese a haber fracasado el proyecto constitucional pasado. Lo que esperaba de él era una mirada de futuro y no un recurso para hablarle a los sectores más radicales. 

Nuevas generaciones

–¿Tiene alguna opinión sobre los nuevos y jóvenes integrantes de la política que tienen que tomar la sartén de un evento histórico que siempre ha sido complejo de manejar?

-El año 2019 hubo un momento en donde uno tenía que revalidar sus credenciales democráticas, condenando la violencia como medio de acción política, e insistiendo en que los Presidentes terminen sus mandatos. La izquierda de mi generación no estuvo a la altura de esas circunstancias. Tuvieron una actitud condescendiente y complaciente con la violencia. Yo no puedo juzgar a mi generación por algo que no vivieron (el golpe de Estado). Cuando me piden una opinión respecto a esa naturaleza, siempre digo “no me haga a mí funcionar como si estuviera viviendo el 12 de septiembre del 73, pero sí me puede pedir explicaciones respecto de cómo me comporté el año 2019”. Respecto a ese año soy crítico del Frente Amplio y la izquierda porque, en esa coyuntura, el nunca más validar la violencia como medio de acción legítima no estuvieron dispuestos a honrarlo.  

-Pero los políticos, independiente de  su generación, debiesen marcar su postura sobre un evento histórico como el 11 de septiembre.

-Respecto a ello tengo cuatro “nunca más” en la cabeza: nunca más a validar la violencia como acción política; nunca más a violar la Constitución en el ejercicio del poder; nunca más hacer fracasar la democracia; y nunca más violar los derechos humanos. Esos cuatro pilares para mí son indispensables, pero tienen que se tienen que honrar siempre. En mi comportamiento político, al menos, he mantenido esa línea. 

–¿Considera que esos “nunca más” se comparten en su generación de derecha?

-Con quienes son mis compañeros de ruta en las discusiones políticas dentro de la coalición creo que tenemos muy claros estos cuatro pilares. Nunca me voy a parar desde una superioridad moral para decirle a otros lo que tienen que hacer.

–¿Valora positivamente alguna acción que ha realizado el gobierno para esta conmemoración de los 50 años? 

-Soy de la idea de que la reconciliación en Chile tiene que contener verdad. Por lo tanto, para mí una iniciativa o cualquier esfuerzo que busque encontrar la verdad respecto de aquellas personas que perdieron a sus familiares es parte del desafío. Soy parte de una generación que quiere mirar el futuro con reconciliación y entendemos que la reconciliación supone verdad, supone justicia, supone ser capaz de reparar aquellos que se han visto violentados por lado y lado, pero también supone entender que el futuro se construye en la medida en que no hay venganza.

Voy a dar un ejemplo muy concreto. Cuando se tienen a personas privadas de libertad que no están en condición física ni mental para sobrellevar la pena con dignidad, el que ellos tengan acceso a beneficios carcelarios es parte de la reconciliación, porque cuando usted hace que una persona esté privada de libertad en condiciones de absoluta intemperancia, uno transforma la pena en venganza y eso no es parte de la reconciliación.

–¿Se refiere los detenidos por violación a los derechos humanos?

-Menciono a todo aquel que está privado de libertad. Tener a una persona privada de libertad, en condiciones tales que no es capaz de saber dónde está, que está incapacitada para llevar adelante esa pena, me parece que transforma la pena en venganza. Ese tipo de reflexiones también tienen que ser parte de la reconciliación de Chile.

–¿No considera que solamente corresponde a una pena por cumplir?

-Uno tiene que pensar que los derechos carcelarios son comunes a todas las personas, porque también son derechos humanos. Eso también contempla que llevar adelante la prisión con dignidad. Cuando una persona no está en condiciones mentales, está enferma, está con una enfermedad terminal, parte de la reconciliación tiene que considerar que esa persona, digámoslo así, se les respeten sus derechos carcelarios.

Plan Nacional de Búsqueda

-¿Le gustó el programa que presentó el gobierno el pasado 30 de agosto?

-Creo que la reconciliación supone también la verdad, conocer la verdad sobre hechos que son dolorosos para muchas familias chilenas. Todo esfuerzo que vaya en esa dirección y que honestamente, de buena fe, vaya queriendo contribuir a alcanzar la verdad, me parece que es parte de la reconciliación.

Lo que pasa es que el gobierno ha tenido una capacidad muy lamentable de polarizar todos los espacios. Toda esta polémica de las invitaciones es absolutamente ridícula, porque si el gobierno hubiese tenido la intención de hacer de ese hito algo de unidad, no manda una invitación por correo electrónico en la víspera de la actividad. Lo que hace cualquier gobierno sensato es preocuparse por una vía telefónica, personal, de que en el lugar hubiesen estado todos. Estoy seguro que eso es lo que habría hecho Ricardo Lagos.

–Iba a preguntarle eso. ¿Por qué RN no estuvo en la ceremonia?

-Por una razón muy simple, porque el presidente del partido me ha dicho que no tuvo noticia de la invitación. RN en esto ha sido un partido que ha participado de manera permanente en todos los hitos de la transición democrática en Chile. Es un partido que tiene clarísimo que la democracia supone ir resolviendo los temas del pasado, del presente y del futuro. Si el gobierno realmente tenía interés en que estuviéramos, tiene que aprender a cuidar un poquito las formas. Me preocupa que el Presidente, pudiendo haber hecho esto una cosa transversal, no hizo todos los esfuerzos que debía haber hecho si realmente tenía esa intención.

–¿Su reparo es que la invitación haya sido por correo electrónico?

-No, mi reparo es que cuando un Presidente quiere hacer algo significativo dispone de los medios para eso. Siempre me hago la pregunta de cómo habrían hecho esto personas que tienen vocación de estadista. Podría asegurar que no mandan un correo electrónico en la víspera de la actividad, sino que llaman personalmente a esos presidentes de partidos para que estén ahí.