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7 de Septiembre de 2023

El fenómeno “Pincoya”: la concursante más popular de “Gran Hermano” a través de los ojos de su esposo

Pincoya de Gran Hermano

Jennifer Galvarini, más conocida hoy como Píncoya, dio vuelta al público en tres meses, pasando de ser una de las menos queridas a la más popular. Hoy sus frases son usadas en redes sociales para reflexiones y su imagen llegó hasta a los tazones.

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Cuando comenzó Gran Hermano en junio pasado, nadie pensó que Jennifer “Pincoya” Galvarini no solo se convertiría en la favorita del público, sino que también un fenómeno mediático.

La chilota despertó molestia entre sus compañeros por su voz de mando -especialmente en lo que tenía que ver con el aseo de la casa- y su fuerte personalidad. Tres meses después, la autodenominada “Pincoya sin Glamour” ha enfrentado 10 “Placas de Eliminación”, de cuáles se ha salvado con un respaldo del público impresionante.

Sin ir más lejos, esta semana Fran Maira, -una de las jugadoras que muchos pensaron que sería finalista-, debió despedirse del programa con un 88,40% de las preferencias del público, mientras que Jennifer se quedó solo con 11% de esta.

Semanas atrás hizo algo parecido con Viviana Acevedo, quien también se perfilaba como finalista. En ese momento, la futbolista consiguió una histórica votación del 93% de los votos para que abandonara la casa, mientras que “Pincoya” logró un 6%.

El público también hizo pagar a Lucas Crespo por un tenso enfrentamiento con la participante -episodio que convirtió al programa en lo más denunciado ante el CNTV, organismo que este jueves confirmó que formulará cargo por la agresión a “Pincoya”-, consiguiendo el 88% de los votos contra el 11% de Galvarini.

“En mi caso, nunca pensé que iba a escalar tanto este tema, porque ella empezó en el reality de menos a más, creo yo”, reconoce a The Clinic Rodrigo González, esposo de Jennifer.

“Al principio nadie la quería, por eso la mandaban a ‘Placa’ igual, porque era muy mandona, porque era aquí, era allá. Después la empezaron a conocer más, y ella ha sido de una misma línea. Pero yo nunca pensé que iba a escalar tanto, que iba a llegar a ser un fenómeno social”, acota.

De la reflexión al merchandising

En redes sociales, el fanatismo por “Pincoya” llama la atención. Ya no solo es posible encontrar miles de comentarios a favor de ella, sino que ediciones de videos usando sus dichos de ella como frases motivacionales o de reflexión.

“Una vez yo esperé que alguien me salve, y no me salvó. Y de ahí yo dije, ‘nunca más voy a esperar nada de nadie, porque cuando tú esperas algo, de alguien, la desilusión es muy grande”, dijo tras ser salvada del proceso de eliminación por Raimundo Cerda.

Una de las artistas que reflejó su admiración por “Pincoya” de Gran Hermano, fue Frida Carrio, de 36 años y oriunda de Puerto Montt. Ella ilustra hace cinco años de manera profesional y se centra en los dichos sureños acompañados de algunas viñetas divertidas.

“Creo que el fenómeno de la “Pincoya” se da porque nos sentimos identificados con ella, no solo como personaje sino también ella como persona, podría haber sido cualquiera de nosotros, nos representa como mujer trabajadora, orgullosa de sus raíces, comprometida con su territorio, etc.”, explica a The Clinic.

La artista, que también vende su trabajo en su tienda en redes sociales, asegura que “ilustrar a la Pincoyita me ha generado un incremento laboral considerable“.

“Ya tenía mi público, pero como Jenni en este momento está en un peak mediático, evidentemente dibujarla fue muy beneficioso, y lo seguirá siendo para muchos emprendedores y rubros como el turístico y hotelero”, reconoce.

En diferentes tiendas de emprendedores en internet se pueden encontrar tazones, poleras e incluso fundas y stickers para tarjetas con imágenes o frases de Jennifer.

Nicolás Quesille, uno de los responsables de traer el formato reality a Chile y panelista de Gran Hermano, también tiene su teoría sobre el fenómeno de “Pincoya”.

“Jennifer es espontánea y alegre, llena de una energía que en comienzo puede cansar, pero con el paso de los días esa energía se percibe como auténtica”, aseguró a The Clinic.

“Esa autenticidad es el mayor el atractivo en la personalidad de la Pincoya, que la lleva a expresarse sin filtros, desnuda o con palabrotas, aunque la carencia de filtros es su mayor debilidad porque la hace irascible y a veces impulsiva”, continúa.

Para Quesille, la cara amable está en su sello chilote, su personalidad acogedora, siempre disponible a ayudar a quien lo necesite.

“Nos proyectamos en su simpatía, en su normalidad, en su capacidad de observadora atenta del juego, porque muchas veces ella opera más como una televidente que como una participante, en el intento de interpretar lo que ella y sus compañeros hacen en la casa estudio”, explica.

“Pincoya” antes del “glamour” de “Gran Hermano”

Jennifer Galvarini nació en Ancud, como una de cuatro hermanos, de un matrimonio entre un pescador artesanal y una dueña de casa -actualmente monitora del Hogar de Cristo-.

Ella estudió técnico en enfermería, gracias a tres trabajos que le permitía pagarlo. Actualmente, se desempeña en el Hospital San Carlos de Ancud, aunque para poder unirse al reality show, pidió autorización para ausentarse seis meses sin goce de sueldo.

Durante la pandemia estuvo en primera línea ayudando con crecientes casos de Covid-19, sin embargo, cuando la situación se volvió insostenible, sus superiores permitieron que aquellos que trabajadores que tuviesen a su cargo, personas dentro de los grupos de riesgo, podían realizar otras labores desde sus hogares.

“Pincoya” era uno de esos casos, pues tiene un hijo -actualmente de 11 años- y que debido al trabajo de su esposo, como marino mercante, no tenía un sistema de apoyo para cuidarlo.

Fue precisamente en ese periodo donde nació “Pincoya sin Glamourrr”, un personaje que construyó para hacer humor en redes sociales, gracias a la idea de una amiga.

Según contó su marido a The Clinic, Jennifer siempre tuvo una personalidad fuerte pero también histriónica y con un gran sentido del humor. “En ese tiempo ella ni siquiera manejaba redes sociales, nada. Ni siquiera tenía teléfonos inteligentes porque no le gustaban”, narra González.

“Mi señora, la Jennifer, siempre fue media chistosa, media parlanchina, buena para hablar y buena para la talla, tiene harta personalidad. Ahí una amiga le dijo ‘hay una aplicación, TikTok, donde puedes subir videos de humor y cosas así, y empiezas a tener seguidores'”, recuerda.

Fue entonces que creó el perfilPincoya sin Glamourrr”, donde compartía contenido de humor usando personajes inventados por ella, sin un guion de por medio. “Ahí Jennifer encontró su veta media humorística”, agrega Rodrigo.

Sus videos -donde aparece en su hogar realizando labores cotidianas y con bromas que va creando en el momento-, empezaron a tener un éxito inesperado e incluso fue llamaba para promocionar un casino.

La vida de Jennifer empezó a cambiar gracias a su sentido del humor, conoció una comunidad en redes sociales que la apoya hasta el día de hoy, también tuvo varias apariciones en el programa Buen Finde de TVN y tuvo la oportunidad de conocer algunos rostros de televisión, a quienes invitó a salir en sus redes sociales.

Estaba viviendo eso, cuando se enteró de que se realizaría un nuevo reality show. Se decidió a postular y envió su video a CHV.

Los grandes amores de “Pincoya”

Jennifer y Rodrigo se conocen hace 22 años y llevan 16 de matrimonio. Él siempre le manifestó que no le gustaba la exposición, pero la ha apoyado en todo desde el primer día. De hecho, “Pincoya” se preocupó de cuidar la identidad de él y del hijo de ambos en sus videos de humor, llegando a no usar su propio nombre, en redes sociales.

Todo cambió cuando fue elegida para ingresar al reality y su familia debió acompañarla a Santiago.

A pesar de saber lo que podría venirse si su esposa quedaba, Rodrigo -que estaba embarcado cuando comenzó el reality- le entregó calma y la impulsó a seguir adelante. “Siempre le dije que se fuera tranquila, que viva su momento, esta experiencia que quizás nunca más se le va a repetir en la vida y que la aproveche, porque las oportunidades se dan así y hay que tomarlas, si no pierde uno“, relata González.

“Le dije que yo me iba a ser cargo de nuestro hijo, y quién mejor para cuidarlo que su propio padre, porque ese era el drama que tenía”, relata.

El niño tiene 11 años y, según su papá, al ser hijo único, es muy regalón. “Cuando él escucha los saludos que ella le da en el reality como que le entra la penita a él, pero se le pasa altiro, porque nosotros lo disfrutamos y lo pasamos bien”, afirma el esposo de Jennifer.

Eso sí, le ha explicado al niño que todo lo que ve o se dice en el reality, “es un juego, que no todo es verdad, para que entienda de esa manera y no se quede con los dichos, porque de repente hay dichos que son medios fuertes o cosas que se salen de control”.

Fact checking: “Pincoya” y las preguntas en Gran Hermano

Son innumerables las discusiones y debates que han existido en torno a “Pincoya” dentro y fuera de Gran Hermano. Uno de los más llamativos fue cuando, enojada con Rubén, quien es carabinero en retiro, lanzó un epíteto en su contra tildándolo de ‘paco culiao (sic)’.

Más tarde ofreció disculpas y aseguró que ella había pertenecido a la Institución. Pero ¿es verdad?

De acuerdo al marido de Jennifer, la técnico en enfermería sí fue parte de la institución de Carabineros por más de cinco años. “Yo cuando la conocí, ella trabajaba para Carabineros, pero como civil, haciendo labores de enfermería”, asegura.

“Pero en realidad, mucho de enfermería no hacía, sino que hacía puro papeleo no más, entonces estuvo como cinco años, pero se aburrió y decidió entrar al hospital a trabajar, porque decía que se estaba perdiendo ahí, que con suerte ponía una inyección”, recuerda.

Rodrigo también aclaró otra polémica nacida de Mónica, quien puso en duda que Jennifer hubiese viajado a Isla de Pascua, como lo contó en una conversación.

“Miente, miente y miente (…) Yo creía que ella era como yo, luchadora, que se sacaba la cresta trabajando en la feria y de la noche a la mañana te dice que conoce Isla de Pascua y otras partes, que pesca una mochila y sale a pasear”, comenzó diciendo indignada la concursante más longeva de la historia del reality.

Si una mujer está trabajando en la feria, ¿va a tener plata pa’ eso? No…”, añadió, encontrando apoyo en Hans: “Se contradice en sus palabras”.

Lo cierto es que Jennifer sí visitó Isla de Pascua con un grupo de amigas por una semana. “Viajó con chicas del hospital. Mi señora además tenía una amiga que vivía en Isla de Pascua, y que antes había vivido en Chiloé… no se quedó con ella, sino que en una cabaña, si”, cuenta el hombre, quien no pudo acompañarla por su trabajo.

Otra de las grandes preocupaciones de Mónica y de las redes sociales son los constantes “juegos atrevidos” de “Pincoya” en Gran Hermano.

La adulta mayor, incluso se indignó con Jennifer cuando Sebastián (Ramírez) puso merengue en el cuerpo de la mujer, el cual supuestamente después lamería. A eso sumaron sus baños desnuda en la piscina e incluso un par de besos con Francisca en una fiesta.

“Yo tengo una mentalidad bien liberal”, dice su marido, para luego agregar: “Incluso me dan risa todas las payasadas que hace mi señora en la tele”.

“Yo lo tomo bien. Lo que pasa es que la gente habla demás, por ejemplo, si hubiese sido la Francisca la que hubiese estado en la piscina, así como Dios la trajo al mundo, no iban a hablar lo mismo, si no hubiesen andado todos contentos tirándole flores”, cuestiona.

“Hubo gente que la criticó harto, ‘que la vieja ridícula’, que ‘qué va a decir su marido, su hijo’. No sé de qué se preocupa la gente, nosotros estamos bien acá y todos sabemos que es un juego y cada uno juego como quiere. A mí no me incomodan ese tipo de cosas”, cierra.

Por el momento, “Pincoya” sigue siendo la favorita para ganar Gran Hermano, algo que sin duda su familia y sus seguidores los hará más que felices.

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