Entrevistas
23 de Septiembre de 2023Max Salgado, actor de “Como la vida misma”: “Sería interesante ver un personaje homosexual como villano”
El actor de 30 años está recibiendo el cariño del público gracias a su rol en la teleserie de Mega. Hoy habla del inicio de su carrera a los 12 años en un capítulo de "Mea Culpa" y cómo la industria y el público está recibiendo a los personajes queer. "(Ese cariño) Da cuenta de la llegada que tienen estos temas en el público. Habla de que se genera una aceptación, y creo que eso es muy importante en el día de hoy, en el contexto actual que vivimos", dice a The Clinic.
Compartir
Max Salgado, mucho antes de la teleserie Como la vida misma, tenía 12 años cuando debutó en televisión, y lo hizo en Mea Culpa, aunque no en un capítulo cualquiera. Corría 2005 cuando fue elegido para trabajar en El tambor, un episodio que contaba el segundo asesinato a manos de Hugo Bustamante, actual condenado por la muerte de la joven Ámbar Cornejo.
Pese a lo crudo de la historia, disfrutó del proceso, tanto así que al año siguiente Carlos Pinto lo llamó nuevamente, esta vez para El día menos pensado. En el episodio titulado El niño que regresó -que debutó en 2006-, Max Salgado dio vida a Gabriel, un niño de 10 años que aseguraba haber reencarnado en Raimundo, un hombre casado y con dos hijos.
“Estas tramas que eran como súper espeluznante y todo, yo siempre me lo tomé como un juego, así que desde ahí en adelante la actuación fue como algo muy orgánico”, explica el actor en conversación con The Clinic.
De hecho, el mayor recuerdo que tiene de Mea Culpa es de “cuando lo estaban metiendo en un tambor. Me acuerdo de que volví a la casa y dije, ‘mamá, hoy día me mataron'”, relata, entre risas.
Para Max Salgado, el arte y la actuación no era algo ajeno a su vida, aun a esa edad. Su padre es chelista y exmiembro de la Orquesta Sinfónica, su madre también es músico y su hermana es bailarina, así que no fue sorpresa que siguiera esa ruta.
El éxito de Como la vida misma
A sus 30 años, el actor disfruta de uno de los momentos más altos en su carrera gracias a su trabajo en Como la vida misma, la actual vespertina de Mega. Allí da vida a Joselo, un joven estudiante que siempre ha dejado de lado sus cosas, para ser el principal apoyo de su madre (Sigrid Alegría), asumiendo casi un rol paterno para sus hermanos.
Todo cambia tras conocer a su nuevo vecino Thiago (Francisco Dañobeitía), que no solo lo inspira para cambiarse de carrera y pasar de Derecho a Cine, sino que también se enamora de él.
Joselo ha tenido una gran aceptación por parte de la audiencia, especialmente en redes sociales. “La verdad no sé bien a qué se debe la buena recepción, como cuál es el fenómeno más macro que se ha producido”, dice.
“Yo me inclino a pensar que también tiene que ver con una cuestión de interpretación, que es de un carácter más cercano, más realista. Tiendo a pensar que siempre que la gente ve una emoción verdadera, un personaje que es real, va a empatizar con mayor facilidad”, añade.
Asimismo, afirmó que “siempre supe que no quería que fuera algo caricaturesco”. “Quería algo que fuera más abordado como desde el amor en una perspectiva más amplia. Quería que se mostrara una relación muy fraternal entre Joselo y Thiago, quería una cuestión muy cómplice entre ellos dos y es lo que hemos trabajado entre todos”, explica.
“Da cuenta de la llegada que tienen estos temas en el público“
Pero además de eso, Max Salgado también rescata el lado positivo que genera el personaje y su historia en el público.
“(Ese cariño) Da cuenta de la llegada que tienen estos temas en el público. Habla de que se genera una aceptación, y creo que eso es muy importante en el día de hoy, en el contexto actual que vivimos”, reflexiona.
Según relata el actor, la historia ha resonado mucho en los papás. “A veces leo comentarios de padres y madres que dicen que ven la teleserie con sus hijos y que para ellos es muy importante que la TV, que es un medio tan masivo, pueda mostrar estas cosas en un horario familiar, porque los niños lo integran, no se lo cuestionan”, acota.
“Creo que ese cruce que se produce, esa retroalimentación familiar que se produce al interior de las casas que ven la teleserie en familia, es lo más valorable, y da cuenta también de la labor que empieza a cumplir la televisión… un rol de apertura que abre espacios, espacios de diálogo, espacios de conversación, de reflexión, solo presentando estos temas”, sentencia el actor de Como la vida misma.
“Sería interesante ver un personaje homosexual villano”
De esta forma, Joselo se une a una larga lista de personajes homosexuales que se han tomado las teleseries en los últimos años. Eso sí, ya no con un tono caricaturesco o de humor como solía hacerse.
La mayoría de estos roles se han posicionado incluso por sobre algunas de las tramas principales. Pero, ¿su presencia responde al escenario actual o una fórmula para el éxito?
“Yo creo que nunca es una sola razón”, asegura el actor, afirmando que tanto las áreas dramáticas como las producciones tienen la necesidad de apuntar a públicos diversos. “Lo cierto es que hay que hacer que una misma teleserie sea para varios públicos, entonces tienes que mostrar la diversidad de relaciones que existen en el mundo real”, explica.
Asimismo, continúa con otra hipótesis. “Además, a estos personajes siempre se les ha dado un carácter más bien carismático. Yo no he visto, por ejemplo, una mujer lesbiana o un hombre homosexual que sean villanos, al menos yo no lo he visto. Quizás sería interesante ver un personaje homosexual como villano y ver qué es lo que pasa”, dice.
De niño asesinado a galán juvenil
Tras su paso por “Mea Culpa” y “El Día menos pensado”, cuando llegó la hora de elegir una carrera, sabía que teatro estaba en su corazón, pero también evaluó otras alternativas.
“Yo quería estudiar otra cosa cuando era más chico. Me gustaba mucho derecho, pensé en estudiar ciencias políticas, pensé en estudiar psicológica, pero finalmente, cuando ya llegó el momento de decidir, quise estudiar esto, para lo que yo sabía que tenía un talento”, cuenta.
Max Salgado se tituló de la Universidad de Chile, y además de trabajar en televisión, también se perfeccionó como doblajista, prestando su voz para series infantiles de Nick Jr., Cartoon Networks, Discovery, Disney, entre otras.
Pero la televisión siempre ha sido su mayor fuente laboral y en su curriculum cuenta con producciones como las series Príncipes de Barrio, Santiago Paranormal, Historias de Cuarentena y los largometrajes, Piola y La Contadora de Películas.
En cuanto a teleseries, Max Salgado se ha unido al elenco de 20añero a los 40, de Canal 13, además de Edificio Corona y Amar Profundo, de Mega.
Al menos en pantalla chica, el actor siempre se ha mantenido tocando la misma tecla como de chico bueno e incluso galán juvenil, sin embargo, sin embargo, reveló que le encantan los desafíos y qué tono le gustaría interpretar.
“La última serie que vi se llama The Bear y trata de un cocinero, y no sé, me gustaría encarnar algún personaje con un oficio, cosa de tener que aprenderlo”, reconoce.
“Por ejemplo, guardando las proporciones, grabamos una teleserie en Concepción donde teníamos que hacer de pescadores, y eso ya te da como otro estímulo para investigar tu personaje, tienes que meterte en el mundo de los pescadores, escuchar su habla, observar como la forma que tienen de moverse etcétera”, recuerda.
El rol que Max Salgado más desea
Pero además de dar vida a un villano, Max Salgado tiene claro cuál es el rol que le fascinaría hacer. “Siempre he creído que es un desafío de hacer, con respeto y cabalmente, un personaje que tenga una alguna diferencia cognitiva como importante”, expone.
“Creo que esos personajes guardan muchos detalle, los que uno puede investigar y ahondar. Me gusta mucho lo que hace Sean Penn en esa película, ‘I am Sam’, cuando yo vi esa actuación fue realmente… Dije, ‘qué increíble el estudio personaje que hizo’. Fue maravillosa”, dice.
Actualmente, Max Salgado está comenzado a trabajar con algunos colegas una nueva obra de teatro, de la cual no puede adelantar mucho y a la espera de los siguientes desafíos que le prepara el futuro.