El trasfondo de la crisis de Salud que podría ocurrir por el paro de funcionarios y la situación de las Isapres

“No están cumpliendo las expectativas“. Esa frase espetó el presidente del Colegio Médico, Patricio Meza, tras el anuncio del Presupuesto 2024, en donde se detalló un aumento de 1,2 mil millones de dólares hacia temas de salud. Sin embargo, para el gremio los montos no dejaron conformes. Las críticas del Colmed llegan en medio de situaciones que ya complican, de cierta forma, al Ministerio de Salud (Minsal).

En primer lugar -y más cercano- está el paro nacional que convocó la Confederación Fenats Nacional, de trabajadores del sector de sanitario, para el próximo lunes. El motivo está en el despido de 6.300 trabajadores de la salud pública, quienes se vieron perjudicados tras el fin de la alerta sanitaria -el 31 de agosto- por coronavirus. Esa alerta permitió la contratación de más de 60 mil trabajadores profesionales y técnicos durante la pandemia, bajo ese motivo.

Por ende, la desvinculación de esa cantidad de personas ha generado reproches hacia el Minsal. “¿Por qué no se hizo algo mucho más programado, paulatino?“, dice, en conversación con The Clinic, la académica de la Facultad de Salud y Odontología de la UDP, Dennisse Brito.

“Hay alternativas, como la reconversión de labores. A partir de estas nuevas necesidades que existen en los tres niveles de atención, poder reconvertir algunos trabajos para dar respuesta a nuevas necesidades era una solución“, plantea. Por su lado, el exministro de Salud, Jaime Mañalich, expresa que existe “una necesidad de esos puestos muy grande, producto que por el mismo covid-19 se acumuló una cantidad de personas que no han recibido sus cirugías y atención y que, hoy, la están requiriendo”.

Eso sí, el exlíder de la cartera señala que la culpa no recae en el ministerio, sino en la Dirección de Presupuestos (Dipres) que asigna los recursos.

Salud mental y desigualdad en despidos

El sentir de los trabajadores de la salud es un tópico que Brito levanta, y que cree que ha pasado desapercibido.

“La salud mental ha sido muy poco considerada”, dice. Ello le llama la atención, pues defiende que el bienestar de un funcionario “tiene efectos en la atención con sus pacientes”. “Un profesional que tiene problemas de salud mental no te va a atender con la misma calidad de alguien que está bien“, argumenta.

Además, apunta que en los últimos despidos concretados el género femenino se vio particularmente afectado. Según un estimativo de la Confederación Democrática de Profesionales Universitarios de la Salud (Confredepus), de los 6.300 afectados, 4.700 son mujeres.

“¿Qué pasa con eso? ¿Cómo no hay ningún tipo de análisis? Es algo que también debemos de cuestionarnos“, apunta.

Isapres en el horizonte del Minsal

Otra problema por solucionar del Minsal es el qué va a suceder con las isapres. Durante la jornada de este viernes la superintendencia de Salud concretó lo que ya había anunciado esta semana: la solicitud de una nueva prórroga de seis meses a la Corte Suprema para acatar el fallo que dicta la devolución de cobros excesivos de acuerdo a la tabla de factores.

El trabajo en una ley corta de isapres que permita la devolución de los cobros a sus clientes sin generar el quiebre del sistema es el desafío máximo que tiene la ministra de Salud, Ximena Aguilera.

Sobre lo mismo, Mañalich acota que el ministerio “no está bien parado“. “Me preocupa enormemente que la aprobación de la ministra Aguilera está cayendo relativamente rápida en la opinión pública”, añade.

A eso, el exministro suma que el Minsal tiene tres cabezas: el director de Fonasa, el superintendente de Salud y la ministra Aguilera: “No veo que haya un mecanismo de gobierno claro entre esas tres partes”.