Carolina Arredondo enfrenta su primer traspié a cargo del Ministerio de las Culturas: dos proyectos finalistas se bajan de la convocatoria del Bienal de Venecia

Otro nuevo suceso se suma al ajetreado Ministerio de las Culturas, Artes y Patrimonio, liderado por la ministra Carolina Arredondo.

Esta jornada se dio a conocer la decisión de dos compañías que desistieron de continuar en la convocatoria para presentar su proyecto en la Bienal de Venecia, a concretarse en 2024. El motivo, sin embargo, fue lo que llamó la atención y preocupación, puesto que podría levantar un nuevo episodio de dificultades a un ministerio que ya tiene un historial complejo.

De acuerdo a un reporte de La Tercera, el día martes los representantes de Pabellón Atacama, campaña que participó de la convocatoria que llamó el ministerio, renunciaron a su puesto de finalistas para integrar la Bienal. El motivo que brindaron fue claro: respondió a una “sumatoria de escollos en la organización del concurso“.

Una de las razones principales que argumentaron su renuncia a la convocatoria se encontraba en la pérdida del espacio físico con el que contaba Chile desde 2009 al interior del edificio Arsenale, en donde se desarrolla la Bienal. Los finalistas (que son siete) no estaban al tanto sobre ese cambio. Sobre lo mismo, comentaron que ubicarse adentro del lugar era “un estímulo determinante“. En reemplazo de esa pérdida, el ministerio de Arredondo les habría propuesto un sitio al exterior, lo que calificaron como “un retroceso para la representación nacional de Chile“.

“Debilita la visibilidad y difusión de cualquiera de los proyectos que resulte ganador (…). Este cambio compromete seriamente los objetivos de difundir, visibilizar e internacionalizar el arte contemporáneo chileno”, señalaron.

Además, criticaron la “nula información” y los retrasos en las fechas que se habían propuesto para anunciar al ganador. Desde la compañía argumentaron que la realización de sus actividades en la ciudad italiana conlleva un “gran trabajo de preparación“, así como también un considerable gasto de recursos públicos.

Otro proyecto, El Pabellón de la Libertad, también se bajó del proceso de selección final.

Sergio Parra, del Pabellón Atacama, señaló a Ex-Ante que la pérdida del pabellón al que acostumbraban en la Benial se debió a que “al Ministerio de Cultura se le olvidó pagar el arriendo” del sitio.

La respuesta de la Subsecretaría de las Culturas y las Artes

En un comunicado de seis puntos, Alessandra Burotto, secretaria ejecutiva de Artes de la Visualidad en la Subsecretaría de las Culturas y las Artes, salió a explicar la bajada de los proyectos chilenos de la Bienal de Venecia. Burotto sostuvo que “no existe deuda ni retraso en la gestión del pabellón chileno”.

Además, expresó que hubo dificultades para encontrar el espacio adecuado para el pabellón chileno, dado que “el pabellón que se reservó para la 60ª BAV es un espacio destacado que cuenta con 400 m2, una planta abierta en el primer piso y un corredor perimetral en el segundo”. También, detalló que “con el fin de garantizar la igualdad de información entre los proyectos, se ampliaron las fechas de postulación a un total de 50 días corridos para que los postulantes trabajaran con tranquilidad en la primera etapa, un plazo inédito en este concurso”.

Alessandra Burotto remarcó que “la Bienal constituye un espacio estratégico para la circulación de los artistas locales en el circuito internacional”. Y destacó que “nos impulsa a construir puentes y redes de intercambio cada vez más robustos para la promoción y circulación de diversos agentes de las artes de la visualidad”. Junto con ello, aseguró que “seguiremos fortaleciendo las gestiones para que las y los artistas chilenos que finalmente asistan, cuenten con las mejores condiciones para hacerlo”.

Un ministerio áspero

La situación abre el primer flanco a la estrenada ministra Arredondo, quien arribó a la cartera el pasado 16 de agosto, en el último cambio de gabinete del Presidente Boric, en el cual Jaime de Aguirre fue removido de su puesto -al que había arribado en marzo-.

Pero la situación venía dificultosa desde antes. El ministerio que recibió Arredondo traía consigo el rechazo a participar en la Feria del Libro de Frankfurt, la que dejó versiones contrapuestas entre De Aguirre y Boric.

En medio de eso transcurría el paro del Ballet Folklórico Nacional (Bafona), quienes desde marzo están con sus actividades detenidas, buscando una mejora en su sitio de trabajo, como también una homologación de sueldos con sus colegas de otras orquestas.

A ello se suma también la polémica que generó la salida de la entonces subsecretaria Andrea Gutiérrez, quien fue vinculada con la firma de unos convenios con la Red Salas de Cine, liderada por la pareja de su exjefe de gabinete, Pablo Casals, por 208 millones de pesos.

Además, Alejandra Jiménez, seremi de Cultura de la Región Metropolitana también se vio envuelta en una polémica que la llevo a renunciar. En su caso, se vio involucrada en la entrega de recursos públicos a la ONG El Circo del Mundo de Chile, la cual cofundó y a la que le prestó actividades hasta su ingreso al Gobierno en marzo del 2022.

Así las cosas, el control de la cartera no ha sido calmo, pese a que ese ministerio -en particular- era visto como una fortaleza para la gestión del actual Gobierno.