Voces ciudadanas y una sola franja televisiva: la estrategia que maneja el A Favor para intentar revertir encuestas sobre el Plebiscito

Este lunes el Consejo Constitucional se llevará mucha atención: se someterá a votación la propuesta final de nueva Constitución redactada por el órgano. Esta requiere de tres quintos de los votos para aprobarse, los cuales en teoría están, y a partir de ahí el foco pasará al plebiscito.

La opción de rechazar el texto se ha mantenido como la preferencia en las encuestas, muy por encima de la opción A Favor. De todas formas, esta última ha ido incrementando un par de puntos, a medida que concluye el trabajo del órgano redactor y se conocen los ejes propuesta de nueva carta magna que regirá en el país.

En Chile Vamos y el Partido Republicano, que representan el A Favor, no pierden la calma y aseguran que aún están a tiempo de dar vuelta el escenario. En el sector buscarán repetir la fórmula que dio frutos en la campaña del rechazo en el plebiscito de salida, dándole mayor relevancia a las voces ciudadanas. A su vez, quieren capitalizar la idea de que aprobando se pone fin a la incertidumbre constitucional.

Por su parte, analistas políticos no creen que se pueda revertir el escenario que presentan las encuestas. Pese a que reconocen que no es imposible, insisten en que el En Contra está muy adelantado. 

Si bien aún no inicia el periodo legal de campañas para el plebiscito, quienes apuestan por la opción A Favor ya comenzaron a trabajar para revertir lo que anticipan las encuestas.

El equipo que está más avanzado es el encargado de coordinar la franja televisiva. Está integrado por el académico y analista político de la UDD, Gonzalo Müller; el ex director de la Secom, Jorge Selume; el economista y exconvencional, Bernardo Fontaine; y el abogado Marco Antonio González.

También se constituyó un equipo que trabajará en la campaña territorial, formado por el exconstituyente RN Ruggero Cozzi; el vicepresidente de Evópoli, José Ignacio Moreno; el excandidato a convencional por la UDI, Jaime Coloma; y el consejero del Partido Republicano, Sebastián Figueroa.

Lo principal para el sector es replicar la fórmula que les dio el triunfo en el plebiscito de salida con el Rechazo. En primer lugar, buscarán convocar a todas las voces que respalde el A Favor. Desde la derecha hasta organizaciones civiles, sin descartar sumar fuerzas del centro que se inclinen por esta alternativa. Así, optarán por un solo bloque en la franja televisiva, que represente a esta opción.

“En la tarea de darle una Constitución nueva a Chile, nadie sobra. Obviamente siempre las puertas están abiertas a trabajar coordinados entre todos quienes quieran empujar la opción A Favor”, señala Ruggero Cozzi. 

Müller agrega que la aspiración es a tener “una sola gran franja, y de alguna manera se refleje ese consenso mayoritario de que la opción A Favor es la que pretende cerrar mejor este ciclo y terminar con la inestabilidad”.

Para transmitir el mensaje, el foco estará puesto en las organizaciones sociales. Tal como para el plebiscito anterior, van a protagonizar las cápsulas, dejando de lado los rostros políticos. A través de esta estrategia buscarán inculcar que es la ciudadanía la quiere aprobar la propuesta, y no vincular el texto a la clase política. 

En cuanto al contenido, la campaña apunta a hacer un contraste con la propuesta rechazada el año pasado, particularmente respecto a los artículos de seguridad.

“Esta es una propuesta que conecta muy bien con varias demandas ciudadanas. La defensoría de las víctimas, la policía de fronteras, la garantía de la propiedad de los ahorros previsionales, sala cuna universal”, argumenta Cozzi.

Un concepto que buscarán capitalizar en el A Favor, es que aprobando la propuesta se pone fin a la incertidumbre constitucional. Este es un terreno en disputa, considerando que en el propio Gobierno han manifestado que si se impone el En Contra no hay más proceso. Por eso que ambas opciones pueden atribuirse ese discurso.

El pronóstico de los expertos: difícil que el A Favor lo logre, pero no imposible

Pese a que el En Contra no ha avanzado en el trabajo de las campañas, analistas políticos y especialistas señalan que corre con gran ventaja. En esa línea, aseguran con el lento avance del A Favor y el poco tiempo, difícil que se revierta el escenario.

“A seis semanas del plebiscito de salida, cualquier incremento sostenido en el tiempo podría transformarse en una tendencia que sea capaz de ir contagiando a la ciudadanía de votar A Favor. Sin embargo, de no existir dicha tendencia, el En Contra se irá solidificando hasta, quizás, ser irreversible” dice Miguel Ángel Fernández, docente investigador de Faro UDD.

Para Axel Callis, analista electoral y director de Tú Influyes, “este proceso, al revés del otro, partió con el público En Contra, entonces lo tienen que dar vuelta. Eso es bien complejo, porque los elementos para dar vuelta no son muy populares. No hay incentivos profundos para votar A Favor”.

El analista político y académico de la Universidad Autónoma, Tomás Duval, manifiesta que “resulta muy difícil dar vuelta a ese escenario si las encuestas están bien hechas y están señalando esa estabilidad que ha tenido el encuentro de largo tiempo” y añade que “en una campaña relativamente corta lo que producen cambios son hechos o acontecimientos”.

Una postura distinta tiene Claudio Lagos, doctor en Comunicación Social y director de la Escuela de Publicidad UDP, que manifiesta que es difícil el vuelco, pero no imposible. “En principio, no me fiaría de las tendencias que se ofrecen de momento. Las campañas movilizan y el amplio repertorio de recursos digitales -incluidos los datos “fake”- tienden a incidir en el voto en urna” dice.

La principal muralla con la que se enfrenta el A Favor, de acuerdo con expertos, es el poco interés de la ciudadanía que puede traducirse en un nuevo rechazo, con el fin de cerrar el proceso. Así lo interpreta Fernández, que asegura que hay “agotamiento generalizado de la ciudadanía con el proceso constitucional y con la política. Eso conlleva que la inclinación inicial sea a rechazar cualquier propuesta”.

Postura similar a la Duval, que señala que existe “un distanciamiento, y al apreciarlo como una cuestión meramente política, eso tiende más bien a rechazarlo que aprobarlo”.

Con estos antecedentes, analistas anticipan que quienes estén por el En Contra deben saber capitalizar este escenario y no cometer errores.

Lagos concluye ante esto que en el proceso anterior, la centroizquierda e izquierda entregó “un continuo de mensajes divergentes, sin foco, sin una idea fuerza aglutinadora (…) el resultado, el desastre que todos conocemos. El próximo plebiscito de salida es la oportunidad para no volver a cometer esos errores”.

El oficialismo a la espera de definiciones para plebiscito

No referirse a las campañas a la espera de tener una definición institucional es un discurso que predomina en partidos de Gobierno. Pese a que el En Contra se asocia a la centroizquierda e izquierda, quienes a través de consejeros constitucionales y autoridades han sido críticos con la propuesta, de momento ningún partido del sector ha hecho oficial su inclinación por esta alternativa.

Incluso en oposición hay quienes han insistido que el Ejecutivo debe transparentar su postura para el plebiscito. La portavoz de La Moneda, Camila Vallejo, en el palacio presidencial, respondió a los emplazamientos advirtiendo que “no vamos a caer en esos juegos”.

Si bien ya hay representantes, tanto de Socialismo Democrático, como del Frente Amplio y el Partido Comunista, e incluso de la Democracia Cristiana, hicieron público su apoyo al En Contra, la tendencia es a esperar las definiciones grupales antes de entregar apreciaciones de la estrategia.

De todas formas, un criterio que se mantiene tanto en partidos como en organizaciones es también a funcionar como bloque para la campaña. En el plebiscito anterior se activaron diversos comandos y la intención ahora es a tener un equipo de trabajo que convoque a las distintas sensibilidades. Algunos atribuyen a la división como responsable del fracaso pasado.

En la CUT, al menos, ya entregaron apreciaciones de que ese debe ser el camino, ante la espera en las definiciones de los partidos.

“Estos son tiempos para construir unidad, y no para dividirnos en miles de comandos”, acusa el secretario general de la multisindical, Eric Campos, quien agrega que “el aprendizaje del proceso anterior da cuenta la necesidad de unidad para enfrentar al poder de la derecha. Esa es nuestra aspiración”.

El presidente del Partido Radical, Leonadro Cubillos, dice que “cuando exista una inclinación orgánica en los partidos para optar por una opción, por supuesto que uno trataría de llamar a la mayor unidad posible”. Y apunta a que tiene que existir “la mayor amplitud de cohesión social de todas las instancias que puedan estar sobre el En Contra, porque al final, esto más que interesarle a los partidos, tiene que interesarle a la ciudadanía”.