La ruta del pato: 7 recomendaciones en Santiago para probar el plato

Cada vez que voy a un restaurante y encuentro que tienen alguna preparación con pato en su carta, la verdad es que me cuesta pedir otra cosa. Lamentablemente, esta ave de carne mucho más potente y consistente que el pollo, no abunda en nuestros menús.

Años atrás prácticamente la única posibilidad de comer pato era en los restaurantes chinos, sobre todo los más elegantes y tradicionales. Sin embargo, ahora eso es más bien excepcional y por lo general lo que más se escucha en estos lugares es un rotundo “no hay pato”.

Afortunadamente, la nueva camada de restaurantes franceses -o de inspiración gala– que han aparecido en Santiago desde hace poco más de una década nos han abierto las posibilidades de poder tener preparaciones en base a pato más a la mano. Y es lógico, los franceses son uno de los principales consumidores de pato del mundo.

Ahora bien, en algunos -muy pocos- restaurantes peruanos también hay pato, así que vale la pena estar atentos. Además, si no se pueden comer preparaciones en base a esta ave en muchos restaurantes siempre estará la opción de conseguirlo en algún comercio y cocinar en casa. Al final, como siempre, solo hay que saber buscar.

En primerísimo lugar vale la pena destacar al China Village (Salvador Izquierdo 1757, teléfono 222777499, La Reina), donde aún se puede pedir como en los viejos tiempos el muy tradicional Pato Pekín ($27.190 la media porción pero que comen dos sin problema), que aquí se sirve debidamente trozado y por supuesto laqueado, acompañado de unos panqueques de arroz, salsa de ciruelas y cebollín picado bien fino.

Una delicia por donde se le mire y prácticamente igual a lo que se pedía en muchos restaurantes chinos durante los grises años ochenta. Ojo, China Village tiene varios locales, pero sólo en este de La Reina me consta que siempre tienen el mentado Pato Pekín.

Siguiendo con las maneras clásicas de comer el pato, nada mejor que visitar Amandine (Enrique Foster 30, teléfono 228921250, Las Condes), un restaurante regentado por el chef belga Rudy Scholdis, un verdadero experto en patos y con mucho carrete en cocinas europeas.

Por lo mismo, aquí se va a la segura al pedir el clásico Confit de Canard ($21.000). Es decir, la pata del pato confitada en su propia grasa (en el local, no comprada en conserva), quedando así tierna y jugosa, además de muy sabrosa. Todo esto acompañado por papas fritas, champiñones salteados y algo de cebolla asada. Un don plato, ideal para tener una copa -o una botella- de Pinot Noir cerca.

Y para no ser menos, acá va otro clásico pato en clave francesa: el Magret de Canard au Miel ($18.000) que ofrece el siempre conveniente Le Bistrot (Santa Magdalena 80 Local 7, teléfono 222321054, Providencia). Este plato consiste en la pechuga del pato cocinada en su punto. Es decir, dorada por fuera pero prácticamente cruda -aunque tibia- por dentro. Esta se sirve con una reducción de miel, papas confitadas (en grasa de pato) y champiñones. Un plato contundente que llama a bajativo y siesta.

Le Bistrot Viet (Padre Luis de Valdivia 33 Piso 2, teléfono 233457491, Santiago) es primo del anterior restaurante y aquí la cosa es -obviamente- con especialización en comida vietnamita, la cual se caracteriza por una histórica y maravillosa fusión franco asiática.

Claro ejemplo de todo esto es su Pierna de Pato al Curry y Leche de Coco ($15.400), donde el pato se cocina con jengibre y raíz de galanga, combinación que forma un rico mix ácido-dulce, más un poco de hierba luisa. Una forma distinta de comer el pato, con sabores más punzantes y algo de frescor.

Otro pato distinto que se puede probar en Santiago es el que desde hace algunas semanas se ofrece en el restaurante Tanta de Plaza Perú (Isidora Goyenechea 3000, Las Condes). Se trata del Muslo Confitado Cinco Sabores ($38.900), que consiste en el pato confitado y servido con una salsa butter curry al rocotto, servido sobre un arroz meloso verde con albahaca y coco.

Es decir, un plato con muchos sabores y texturas. Además contundente, así que se puede compartir. Y ojo, este plato -más otros que se ofrecen en este Tanta– pertenecen a la carta del restaurante Astrid y Gastón de Lima y fue el propio Gastón Acurio quien vino a Chile a supervisar que se ejecuten tal cual se hacen en la capital peruana.

Mención aparte merecen las varias preparaciones que incluyen pato en la carta de otro peruano famoso: La Picantería (Alonso de Córdova 4355 local 301, teléfono 233233820, Vitacura). Las hay con arroznormal y frito, en salsa y hasta en una especie de ceviche. Fluctúan entre los $25.000 y $30.000; siempre contundentes, ideales para compartir.       

Ahora, si prefieren cocinar el pato en casa y así ahorrarse algo de dinero, vale la pena visitar algunas sucursales de los supermercados Unimarc (como el de Avenida Santa María en Las Condes o el de Los Trapenses) donde es posible encontrar patas, pechugas e incluso patos enteros en formato congelado y a precios bastante más asequibles que si se va a un restaurante. Otra opción es visitar ww.helenedeflurac.com donde se pueden comprar platos preparados en base a pato, además de distintos cortes, confit en conserva e incluso el cada vez más escaso -pero exquisito- Foie Gras.