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8 de Diciembre de 2023

La segunda vida de Álvaro Morales tras alejarse de la ficción en TV para dedicarse a la cocina: “No voy a dejar botado lo que hago por una teleserie”

Fotos: Felipe Figueroa

El actor se alejó de las telenovelas al cumplir 50 años y tras un periodo de muchos cambios, donde además de perder a su mejor amigo debido al cáncer, se dio cuenta de qué es lo que realmente quería hacer en su vida. Hoy habla sobre cómo vivió ese momento, su nuevo emprendimiento y su regreso a la pantalla chica, pero como panelista.

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“Partí así en los 90 y no voy a volver para atrás”. Así explica Álvaro Morales la determinación que tomó sobre su presente y futuro laboral ligado a la televisión. Tras cumplir 50 años, el actor tomó la decisión de dar un paso al costado de las teleseries, al realizar una crítica mirada a lo que estaba ocurriendo con la oferta laboral que tenía él y sus colegas, producto del escenario actual de la ficción nacional en los canales.

“La televisión, de algún modo, venía con un detrimento en términos de industria, ya no estaban los canales haciendo teleseries como eran antes. La época de esplendor ya había pasado, estaban las nuevas plataformas, o sea, ya no había el público que había antes ni era el mismo rating”, cuenta.

Álvaro Morales construyó una carrera a la par del periodo dorado de las telenovelas de TVN, junto a Vicente Sabatini y María Eugenia Rencoret, siendo parte de historias como “Ionara”, “La Fiera”, “Los Pincheira” y “¿Dónde está Elisa?”, entre otras telenovelas. También fue parte de las áreas dramáticas de Chilevisión (“Mujeres de lujo”, “Infiltradas” y “La sexóloga”) y de Mega, la que fue su última casa televisiva. Fue en este canal donde un hecho particular terminó por pavimentar su camino de salida de las ficciones. “Como la industria no estaba búllante como antes, entonces empezaron a alargarlas”, recuerda sobre lo que empezó a suceder con las teleseries.

Esto tuvo un impacto directo en él y otros colegas, ya que podían pasar hasta 12 meses esperando a ser contactados para una nueva producción. “Ahí nos llamaron a mí y a varios para decirnos que no íbamos a estar contratados, sino que solamente seríamos contratos por proyecto“, dice.

La nueva modalidad no le acomodó al actor y decidió dar un paso al costado de la pantalla chica. “Era una etapa de tiempo donde tenías que estar esperando de si te llamaban o no, entonces dije: ‘Partí así en los 90 y no voy a volver para atrás’. Creía que ya era momento, había estado 30 años sin parar trabajando en la tele, y si me necesitaban me iban a llamar. Así que agradecido de todos los años maravillosos que viví en la tele, dije: ‘Me voy a dedicar a la cocina'”.

Álvaro Morales

La segunda vida de Álvaro Morales

Su situación laboral y el haber cumplido cinco décadas de vida llevaron a Álvaro Morales a darse cuenta que “pasa una cosa que siempre digo: uno se da cuenta de que tiene dos vidas, y la segunda comienza cuando te das cuenta de que tienes una”.

“Ahí yo dije: ‘¿Cómo me gustaría que fuera esta otra mitad de la vida, si tengo tiempo, energía y puedo?’. Y la cocina fue mi primera opción”, relata. “Ni siquiera lo pensé y entré no más. Yo no soy ingeniero comercial, no hice una planilla Excel, simplemente armé una aventura en otra aventura nueva”, agrega.

La historia de cómo llegó al mundo de la cocina data de hace tres décadas, cuando lo que empezó como un hobby lo fue conquistando lentamente hasta enamorarlo. “Es un romance, un coqueteo, un affaire, que se fue profundizando”, dice.

Durante muchos años tomó cursos y aprendió lo que pudo, pero no fue hasta que conoció al empresario gastronómico Alan Lethaby que se decidió a hacer algo con todo ese conocimiento.

Ambos encontraron puntos en común en torno a la mesa, los que terminaron siendo los cimientos de una gran amistad. Fue ahí cuando Alan Lethaby, dueño del restaurante “De cangrejo a conejo”, le propone realizar un emprendimiento juntos. “Él tenía una idea de hacer un restaurant chiquitito, solamente de sándwiches gourmet de charcutería, así que yo me fui a estudiar charcutería, justamente para armar esto”, recuerda.

Una aventura que terminó convirtiéndose en el primer gran dolor de Álvaro Morales en su nueva vida ligada a la cocina. Mientras el actor estaba aprendiendo de charcutería, su amigo fue diagnosticado con un agresivo cáncer al pulmón. “Alcanzó a durar como un año y tanto. Tuvo un deterioro muy triste, doloroso y rápido“, dice. “Ahí quedó en nada este proyecto, y me dediqué a acompañar a mi amigo en esto”, agrega.

Pero su amistad con el empresario gastronómico trascendió, convirtiéndose en su gran motivación para seguir explorando el camino de la cocina y honrar su memoria.

Rica Rica es el nombre de la pizzería que inició hace dos años, antes de la pandemia, y que es uno de sus grandes proyectos en esta segunda vida. Pese a que su objetivo principal eran los eventos y la realización de talleres de cocina, las cuarentenas y restricciones sanitarias lo obligaron, nuevamente, a tener que adaptarse a las circunstancias y establecerse en un local para hacer delivery hasta volver a la normalidad.

Pero el tema de los eventos siempre estuvo presente. “(La pega de un restaurante y local) Es una 24/7, que, básicamente, no te da tiempo para nada más. Y la verdad es que yo no sólo quería cocinar, sino que también quería pasarlo bien… era una nueva etapa en mi vida”, explica.

A eso se sumaba la posibilidad de estar cerca del público en los eventos, algo que lo conectaba con su vida pasada como actor. “Era un lugar donde me sentía cómodo. Nosotros armamos un mini escenario, porque hacemos talleres de pizzas y pasta, y la interacción con el público era algo que innatamente se estaba desarrollando un poco en lo que yo había sido como actor”.

Álvaro Morales

El regreso de Álvaro Morales a la TV

Hoy, su emprendimiento sigue creciendo. Además, su nuevo periplo en el mundo gastronómico lo llevó a cruzar camino con el hábitat que albergó su pasión inicial: la televisión. Específicamente, para hablar de cocina.

La opción nació tras una invitación a “Milf”, el programa que antecedió a la nueva apuesta de Claudia Conserva, tras lo cual siguió asistiendo algunos días a la semana. Cuando se reformuló, Juan Carlos Valdivia, cabeza de la productora que realiza el espacio, quiso que siguiera. Fue así como le ofrecieron ser parte oficial de “Claudia Conversa”, que va de lunes a viernes por TV+ a las 16:30 horas.

En este espacio no solo es un panelista, sino que es el encargado de mostrar y hablar de las tendencias culinarias y dar ideas de cómo sorprender a través de la cocina.

“Ha sido maravilloso, súper caído del cielo. Primero porque es un grupo humano súper lindo y a mí me gusta trabajar en grupo que sean entretenidos… Además, me da la oportunidad de proyectarme desde la cocina, es que lo que quiero”, afirma.

Álvaro Morales

“Mi gran inquietud es que no soy un comunicador, soy actor. Pero la cocina me ha permitido elaborar este lugar donde uno está entregando de alguna manera una mirada directa al público. Y esto me ayuda mucho para aprender de ellos que son comunicadores reconocidos y de tomo y lomo”, plantea, deslizando elogios a Claudia Conserva, Francisca Conserva, Titi García-Huidobro y Patricio Sotomayor.

Su regreso al frente de las cámaras deja abierta la posibilidad de que Álvaro Morales se vuelva dar una oportunidad con su primera pasión. Eso sí, sus requisitos son amplios. “Yo podría, pero de lunes a jueves, porque viernes y sábado tengo trabajo. Dependiendo del horario yo podría, porque me encantan los equipos de trabajo y es lo que más echo de menos. Pero lo haría solo si es que calzara dentro de lo que yo hago, si no, no”, advierte el actor.

“No voy a dejar botado lo que hago por una teleserie. (Mi prioridad es la cocina) 100%. Me encanta la actuación, pero si puedo lo hago, si no, no”, sentencia.

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