Columna de Francisca Gallegos y Paula Poblete | SUF automático, un avance hacia la protección social

En el núcleo de nuestra labor como Gobierno, reside el compromiso inquebrantable de derribar las barreras que obstaculizan el bienestar de las personas. Que la población más vulnerable del país no reciba un beneficio social al que tiene derecho por no hacer el papeleo, es una falla del Estado.

No podemos dejar la carga en las personas si consideramos los múltiples motivos por los cuales podrían no estar haciendo un trámite que significa un aporte monetario directo a su bolsillo.

La labor del Estado -y nuestra como Gobierno- es garantizar la protección social como un derecho. Eso se traduce en algo que puede parecer muy obvio, pero no lo es: que todos y todas quienes sean destinatarias en el papel de nuestras políticas públicas, lo sean, en efecto, en la práctica.

En ese camino, desde el Ministerio de Desarrollo Social y Familia surge el Subsidio Único Familiar Automático (SUF automático). Nueva política de pago del Subsidio Único Familiar, que esta vez no requiere inscripción, trámite, papeleo ni burocracias. Es asignado automáticamente a niñas, niños y adolescentes del 40% más vulnerable del Registro Social de Hogares que cumplan con los requisitos.

Desde enero, el Estado se hace presente con el SUF automático aportando $20.328 a 390.000 niños niñas y adolescentes que ahora, sin ninguna postulación, podrán acceder a este beneficio. Es decir, cruzando bases de datos y definiéndolo como una prioridad política, podemos tocar la puerta de cientos de miles de hogares chilenos con una buena noticia, contribuyendo a la seguridad económica de las familias, tal como el Presidente Boric nos ha encomendado.

Dentro de los requisitos se encuentran tener menos de 18 años, estar dentro del 40% más vulnerable, ser parte de los programas de salud, estar matriculado en algún establecimiento educacional, no contar con reconocimiento en Asignación Familiar o Subsidio Familiar tradicional, ni recibir el Subsidio de Discapacidad para menores de 18 años.

El SUF Automático es un reflejo de que cuando existe la voluntad de aumentar la presencia del Estado, con la protección social como horizonte, sí es posible hacerlo. Al mismo tiempo, es un ejemplo de que quitarle el peso de la responsabilidad del trámite para la obtención de beneficios sociales a las y los ciudadanos debe ser una prioridad.

Así, este cambio representa más que una simple mejora. Se trata de cómo la modernización del Estado se pone al servicio de la gente. Es el inicio de un cambio de paradigma, transformando una postulación en garantía, estableciendo un piso progresivo de protección social y cambiando la forma en que el Estado se relaciona con quienes más lo necesitan, especialmente a niñas, niños y adolescentes. En este nuevo enfoque, el Estado toma la iniciativa y avanza hacia un Chile que cuida.

*Francisca Gallegos, Subsecretaria de Servicios Sociales y Paula Poblete, Subsecretaria de Evaluación Social.