Álex Ortiz, uno de los humoristas del Festival de Viña 2024, habla de su preparación con coach, psicólogo y recibiendo consejos de Chiqui Aguayo

Dos semanas quedan para que Álex Ortiz haga su debut en la Quinta Vergara. El comediante se presentará el viernes 1 de marzo, en la última jornada del Festival de Viña del Mar 2024, con el trabajo de hacer reír a un público que irá a ver también a Peso Pluma y María Becerra.

La agenda del humorista antes conocido como “Flaite Chileno” no ha parado este verano. Incluso, su última presentación programada antes de ir a la Ciudad Jardín está fijada para el 28 de febrero, cuando el Festival de Viña 2024 esté en su cuarta jornada.   

“Me planifiqué harto, con harto showcito en bares y, además, estoy teloneando a amigos con público distinto, para ir probando las tallas, puliendo, afinando detalles”, cuenta. Esta es su estrategia que decidió adoptar, en conjunto con su círculo más cercano, para llegar preparado a la Quinta Vergara. “Encuentro que es la única forma”, dice, para luego explicar: “He estado abriendo con la Chiqui (Aguayo). He estado abriéndole públicos más grandes. Me presento ahí antes de que ella salga y pruebo mi rutina”.

El fin que tiene él y su equipo es afiatar una rutina, por lo que ha estado moviendo algunos bloques y tanteando el más potente para empezar su rutina en Viña. “Es como un lego, básicamente, que tenemos que ir armando y que los chistecitos también se vayan afinando”, cuenta Álex Ortiz.

“La rutina que llevamos ya la tengo decidida. En realidad lo que hacemos es afinarla, en el sentido de sacarle algunos detalles, unos conectores, agregarle algunas cositas de actualidad, que igual han pasado cositas durante la semana, dándole un poquito más de frescura”, comenta.

La muerte del Flaite Chileno

Hace cinco años Álex Ortiz decidió matar a su personaje “Flaite Chileno” y encauzar su carrera como humorista para un público más transversal. Un camino que lo llevó, primero, al Festival del Huaso de Olmué y ahora al Festival de Viña 2024. “Para mí fue un bonito comienzo, pero está enterrado”, asegura, para luego valorar todo lo que aprendió de ese tiempo.

-¿Qué es lo más difícil de esa transición, de pasar del “Flaite Chileno” a Álex Ortiz?

-Lo más bacán que me ha pasado es que he podido, evolucionar. Darme cuenta de que la gente, el público, se ríe de otras cosas. Me gusta llegar a más gente que, por ejemplo, en la casa igual todos se puedan reír. Antes tenía un humor un poquito más de nicho y de a poquito fui puliendo algunos chistes. Al principio, todos me decían “pero ya te hiciste, entre comillas, un poquito conocido”. Sí, pero yo creo que la comedia te obliga a siempre estar en constante evolución.

-¿Qué ha sido lo más complicado de matar al personaje?

-Fue, netamente, pensar que la gente no me iba a querer ver. Porque aparecía Álex Ortiz y la gente decía: “Quién es este weón. Yo no lo conozco”. A mucha gente no le gustaba que apareciera así, porque decían: “No, yo seguía al personaje”. Pero después, con el tiempo, lo comprendieron y mucha gente ahora me dice: “Oye, ¿sabes qué? Te seguía por el “Flaite Chileno”, pero ahora Álex Ortiz lo encuentro más bacán. Sentí ese apoyo”.

La funa a Luis Slimming

En las últimas semanas una polémica ronda a uno de los comediantes que se presentarán en el Festival de Viña 2024. Luis Slimming optó por dejar las redes sociales, luego de realizar un comentario sobre los 33 mineros y el fallecido expresidente Sebastián Piñera. Una situación que ha generado en redes sociales un llamado a funar al humorista, quien antes también tuvo que lidiar con la viralización de una presentación en la que recibió pifias del público.

“Esos temas son bien personales, yo lo encuentro ultra talentoso y uno de los más, como se dice… básicamente, profesor de esto”, comenta Álex Ortiz. Cuenta que Luis Slimming tiene “una rutina tremenda” y que lo más importante es “enfocarse”. “Le va a ir increíble”, remata.

“Con todos los colegas que me presento (en el Festival de Viña del Mar), la verdad que los encuentro muy talentosos. Por algo nos llamaron, por algo estamos ahí y, lo más importante, es que lo demos todo, para que se note que somos un clan. Que estamos ahí para que la gente lo pase bien, que es lo más importante. En un Festival donde nosotros somos el número más pequeño, queremos que la gente sonría, sobre todo en épocas que no han sido quizás las mejores”, expone.

Sobre cómo llevar la ansiedad en los días previos y que este tipo de situaciones no afecten directamente su preparación, explica que está trabajando con un coach y psicólogo. También cuenta que se mantiene alejado de las redes sociales y que solo maneja su Instagram para ver lo que la gente le comenta. “Me tiran buena vibra. Me estoy enfocando en recibir buena onda”, dice.

Su círculo de contención y la cábala

Álex Ortiz vive estos días previos a su presentación en Viña 2024 con su círculo más cercano. Entre ellos están Rubén Hilcker, Chiqui Aguayo y Vicho Viciani, con quien tiene una amistad de cerca de diez años y con quien se presentará el próximo 30 de marzo en el Arena Monticello. “Siempre ha sido bien parecido a la forma que tengo de trabajar”, explica.

“Rubén me sacó bastantes shows como para probar la rutina. La Chiqui, que es mi amiga, con ella conversamos después de los shows, afinamos algunos chistes y nos podemos decir las cosas realmente como son, porque en esa pega tú tienes que ser sincero con el colega. No sirve de nada que te digan, ‘no, sí, mira, todo bien’. La Pame Leiva, el Vicho… hay muchos que quizás se me queden afuera, pero yo, por lo general, los conozco a casi todos y todos me han tirado mucha buena onda. Estuve con León Murillo el otro día, el mismo dueño del Comedy (Felipe Collinao), porque él siempre anda para todos lados con nosotros. Para nosotros es cábala”, sentencia.