¿Qué hacer con los celulares en los colegios? El debate educacional sin respuesta en la previa de la vuelta a clases

Por estos días, con el inicio de marzo, vuelven las clases en diversos establecimientos educacionales del país. Una de las varias medidas que se han implementado en varios colegios para este retorno es la prohibición del uso de teléfonos celulares en la jornada escolar.

En diciembre pasado, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) dio a conocer el informe PISA, que examinó -en 2022- el rendimiento educativo de los alumnos de 15 años a nivel mundial.

El estudio concluyó ―entre otros aspectos― que el uso de celulares y dispositivos digitales reduce el aprendizaje. En el caso de las matemáticas, puede significar perder tres cuartas partes de los conocimientos de un curso.

Un 65% de los estudiantes de 15 años de países OCDE reconocieron que se han distraído con su celular u otros dispositivos digitales. Además, un 59% de los consultados dijeron que se desconcentran con los de sus compañeros.

Además, la organización internacional advirtió que los estudiantes que se distrajeron tuvieron 15 puntos menos, en promedio, en sus resultados en los tests de matemáticas.

Sin embargo, para los expertos de la prueba PISA, no hay una solución unívoca al problema y una prohibición total no pareciera ser la salida correcta. Esto, dado que los celulares tienen una alta penetración social, pero también, porque pueden utilizarse en beneficio del aprendizaje, minimizando su potencial distractivo.

“No es forzosamente la prohibición lo que va a resolver los problemas. Pero hace falta una regulación”, aseguró el informe.

El debate en Chile: los proyectos que discute la Cámara

Actualmente, en la Cámara de Diputados se discuten tres proyectos que buscan regular, de distintas maneras, el uso de teléfonos celulares en la sala de clases. El primero de ellos fue presentado el pasado 3 de julio por los parlamentarios Mauricio Ojeda (Ind), Gonzalo Winter (CS), Emilia Nuyado (PS) y Gaspar Rivas (PDG), entre otros.

La iniciativa pretende modificar la Ley General de Educación y agregar un artículo que establece que “se prohíbe el uso de teléfonos celulares en las salas de clases, durante el horario de recreos y actividades extraprogramáticas en los establecimientos de educación parvularia y básica”.

“El director del establecimiento y los profesores podrán disponer las medidas que sean necesarias en cada caso, incluyendo el uso de medidas disciplinarias, para asegurar que los alumnos no utilicen celulares y dispositivos electrónicos de comunicación durante el trascurso de las clases”, añade en su segundo inciso.

La moción pasó a la comisión de Educación de la Cámara, donde fue discutido el 5 de julio, y luego fue a la Sala de la Corporación.

En tanto, el 19 de diciembre, un grupo de diputados de la UDI, liderados por Sergio Bobadilla, presentó otro proyecto de similares características. La iniciativa establece, en un artículo único, medidas más flexibles que la anterior.

“Los estudiantes de enseñanza básica y media no podrán utilizar teléfonos celulares o dispositivos móviles en clases y otras instancias que se desarrollen dentro de los establecimientos educacionales durante la jornada escolar”, comienza diciendo. Sin embargo, fija excepciones: “Que estos equipos sean requeridos exclusivamente con fines académicos por parte del docente a cargo de la respectiva asignatura, quien deberá dar aviso a los apoderados por escrito con, a lo menos, dos días de anticipación sobre este uso excepcional, comunicando la fecha en que los alumnos podrán ingresar con los referidos dispositivos, los objetivos y las actividades que se pretenden desarrollar con ellos, así como las plataformas, sitios web y/o aplicaciones que se utilizarán”.

En el segundo inciso, el artículo apunta que “una vez finalizada la actividad correspondiente, el docente deberá requerir los dispositivos y mantenerlos en el mobiliario destinado al efecto, para posteriormente entregarlos al término de la jornada escolar”.

A inicios de enero, el proyecto pasó a la comisión de Educación y luego derivó a la sala. Mientras, un grupo de parlamentarios oficialistas, liderados por el socialista Juan Santana, presentó otra moción el 16 de enero pasado. En ella, se señala que “con la finalidad  de contribuir eficazmente al cumplimiento de los objetivos generales de los niveles de educación parvularia, básica y media […], restrínjase el uso de celulares en las salas de clases de los establecimientos educacionales a los alumnos y alumnas, durante el tiempo que duren las horas lectivas”.

“Los reglamentos de los establecimientos educacionales deberán disponer de medidas para el cumplimiento efectivo de lo descrito en el inciso anterior”, añade. Sin embargo, fija una excepción: “Una situación de emergencia que amerite la pronta comunicación entre los padres y apoderados y los alumnos y alumnas”.

La Sala de la Cámara de Diputados aprobó que los tres proyectos se refundieran y se discutieran como uno solo.

Los colegios que han restringido el uso de celulares

En enero, el Colegio San Ignacio El Bosque, de Providencia, anunció a sus apoderados que durante 2024 comenzará a implementarse la política de “no uso de celulares” en el establecimiento. En la comunicación aseguró que la medida se tomó tras un proceso de deliberación que incluyó a padres, madres, tutores, alumnos y profesores.

“El colegio ha decidido prohibir el uso de celulares y otros dispositivos móviles personales durante toda la jornada escolar, en todos los niveles. Esto incluye tanto los tiempos de clases como los recreos”, aseguraron.

Otros establecimientos privados de la Región Metropolitana, como The Grange School, Los Alerces, Santa Úrsula y San Isidro, han adoptado medidas similares.

A ellos se sumó, esta semana, el Colegio Charles Darwin, de Punta Arenas. Como publica Las Últimas Noticias, el plantel permite llevar los celulares, pero prohíbe usarlos durante el día. Los alumnos deben guardar los equipos en cajas fuertes al llegar.

En conversación con el medio citado, el director del colegio, Luis Patricio Yutronic, comentó que “antes había un reglamento que indicaba que no se podía usar el celular en la sala de clases. Pero si un profesor autorizaba para usar la calculadora o algo así, el alumno no podía hacerlo”.

“La verdad es que había un mal uso del celular, porque los alumnos dependían mucho del teléfono. Lo tenían en la mano todo el rato aunque no estuvieran usándolo. Había mucha dependencia e incluso dejaron de sociabilizar en los recreos”, planteó Yutronic.

Tras la medida, el director aseguró que “he visto que los alumnos están más conversadores y más preocupados del compañero. No pienso que el uso de celulares en niños y adolescentes sea malo, pero estaba siendo mal utilizado”.