Leonor Varela y su momento en el cine estadounidense: “La importancia de tener un rol en una película o no, no es tan de vida o muerte”

Leonor Varela se toma una pequeña licencia a la hora de abordar su actual momento profesional. Al teléfono, en medio de una pausa de las grabaciones de “Got Talent Chile” -el programa de talentos de Chilevisión donde será jueza junto a Antonio Vodanovic, Francisco Reyes y Diana Bolocco- dice a The Clinic que su relación con la industria cinematográfica la encuentra en un ciclo de su vida diferente, “donde me siento mucho menos hambrienta de conquistar”.

“Siento que uno, no es por ser vulgar, se pasa un poco todo por la raja”, dice, explicando que “la opinión de la gente no es tan importante”. Y profundiza: “La identificación con el rol de actriz no está tan intensamente funcional. Sí, soy actriz, pero también soy escritora, mamá, jurado en un programa de talentos, entonces hay muchas cosas. La gravedad y la importancia de tener un rol en una película o no, no es tan de vida o muerte simplemente”.

“Tell it like a woman” (2022) fue la última cinta de Leonor Varela en la industria estadounidense de la actriz radicada en Los Angeles, donde compartió elenco con la gandora del Oscar Marcia Gay Harden, la actriz Eva Longoria y la cantante y actriz Cara Delevingne. Antes, fue parte de una cinta independiente llamada “American cherry” (2021) y su más reciente filme fue “La vaca que cantó una canción hacia el futuro” (2022), dirigida por la directora nacional Francisca Alegría. Tres proyectos, de distintas características, que sirven para graficar una carrera que está marcada por momentos que define como una ola que va y viene.

“Hay que saber surfearla con esa misma templanza, con esa misma grace (gracia), con esa misma calma, muy centrada y sabiendo que van a haber altos y bajos. Tengo muy buenos representantes, mis managers, mis agentes que me apoyan y audiciono, audiciono. Hay unas cosas que me ofrecen que me gustan o no. Les digo que sí, que no, y hay otras tantas que peleo. Recién estuve muy cerca de algo y, bueno, no salió. Hay que tener paciencia para que lo que sea justo va a salir y, entre tanto, seguir haciendo cosas que te generan alegría”, expone Leonor Varela. Todo en un ambiente muy competitivo.

“La gente que gana es la que persevera, la que tiene afán de. Piensa en alguien como John Travolta. No trabajó durante una década y después volvió con ‘Pulp Fiction’ (1994). Casos así hay millones y millones. A lo que voy es que hay que entender que uno ama lo que hace, lo hace con calma y con la quietud y la templanza necesaria para perdurar, o uno accroche ton chapeau (cuelga el sombrero), como se dice en francés. Pero me siento súper tranquila”, dice Leonor Varela.

Leonor Varela y su regreso a Chile

En este presente es que Leonor Varela regresa a Chile. Ya antes había tenido acercamientos con la cinta “La vaca que cantó una canción hacia el futuro” y la campaña que realizó con National Geographic para impulsar la reserva Kawéskar. “Se ha dado que las cosas que han venido de acá han sido las que me han hecho vibrar y he dicho que sí. La verdad que es rico volver a mi país, lo disfruto mucho. Es súper rico en esta etapa de mi vida, donde me siento como más tranquila, más pausada, más tranquila conmigo misma”, afirma.

-¿Por qué optar por reencontrarse con el público chileno a través de un programa de talento?

-Fue una propuesta que me llamó la atención. Es un programa que tiene un formato muy atractivo para mí, porque se trata de ver arte, de ver gente haciendo sus talentos y eso es lo que más me gusta en la vida: el arte, la expresión de talentos diversos de voz, de baile, de humor, de magia, stand-up y todo. Entonces, es una oportunidad muy linda de estar en contacto con la gente. Era algo que no había explorado y me gusta siempre pasearme por géneros diferentes en el cine, en la tele y esto es una manera de explorar algo novedoso para mí. Me llamó la atención todo eso.

-¿Cómo se ha sentido la dinámica de ser juez?

-Súper bien porque es una cosa muy espontánea y soy muy de piel, me acomoda esta cosa tan orgánica, natural. También ha sido difícil porque cuando uno tiene que ser crítico y enfrentarse a decirle a alguien que no quedó, ha sido, por momentos, súper complicado. Es difícil, es un asiento muy difícil de llenar. Además que quién es uno para juzgar a nadie. O sea, es una cosa un poco extraña, ¿no? De tener que tener ese poder y ese rol y discernir un poco lo que significa decir quién pasa y quién no pasa. Así que súper grato por momentos y también desafiante.

-Hay quienes critican a este tipo de programas de talento, asegurando que este tipo de shows distorsionan la vocación del arte.

-No sé si entiendo del todo tu punto, porque el arte siempre está hecho para ser compartido. El arte que se quiere profesional y que se desea profesional necesita un público que sea una audiencia para un actor o un cantante o un humorista o para un pintor. Uno puede pintar solo, hacer humor solo en su pieza, pero si no hay un retorno del público, entonces cómo.

Lo que esto hace es más bien darle una oportunidad para que la gente se dé a conocer y se enfrente a, quizás, una fantasía y vea lo que es la realidad de un humorista frente a un público. Todos somos seres creativos, pero quienes llevan esa creatividad al arte son los que pueden compartirlo de una manera efectiva, donde hacen vibrar. No tiene que ser técnicamente perfecto, pero nos tienen que hacer vibrar. Uno quiere sentir cosas, ellos quieren comunicar, que se sepa traspasar, y eso es más difícil de cuantificar, pero no encuentro que lo banaliza.

-¿Siente que esta es una forma de que una nueva generación la conozca?

-Me parece una excelente motivación. Soy mucho más intuitiva, me muevo de manera mucho menos estratégica. Confío mucho en la vida y, en ese sentido, me dejo guiar por ella y si es acá, es acá. Si eso efectivamente genera un vínculo con generaciones nuevas que no me conocen, bienvenido sea. Siempre hay que reinventarse, nadie tiene nada por sentado. Uno tiene que constantemente estar volviendo a crecer, volviendo a nacer, muriendo y volviendo a nacer. Este proyecto me gusta porque me permite ser otra cosa y encontrarme con el público, conmigo misma, con lo que estoy haciendo y eso me encanta.

– Hay personas que comulgan con su historia de vida más que con su carrera.

-Me encanta eso. Tras haber escrito el libro sobre mi hijo, que fue lo último que presenté en Chile, no me llama la atención que así sea. Ese libro lo publiqué en plena pandemia y fue (y sigue siendo) una experiencia hermosa encontrarme con este público que me conoce de esa manera con la cual puedo compartir esa parte de mí y que se vincula con mi hijo desde el más allá como cuando estaba acá presente. Me siento muy enriquecida por esa experiencia. Me encanta encontrarme con las mujeres, hombres que leen ese libro y que me hablan de cómo ese les impactó o les generó una impresión en sus vidas particulares, es muy hermoso.

-Uno puede reconocerla como una de las actrices chilenas que abrió puertas en Hollywood. ¿Cómo siente ser parte de esa historia de abrir espacios para que actrices y mujeres vinculadas a la industria del cine hayan podido encontrar su camino y destacar?

-Me parece súper importante que el segmento que somos, nuestra cultura, nuestra identidad, se vea representada en un mundo que quizás parece inalcanzable. Es muy importante verse representado. La representación realmente te acerca un sueño, lo vuelve más posible, más real, más como ‘bueno, entonces yo también puedo’. Es un honor haber sido partícipe de inspirar a otras personas a que también se lancen en sus propios caminos, sus propios éxitos.

-Pedro Pascal hoy destaca en Hollywood. ¿Ha tenido alguna vez la oportunidad de coincidir con él?

-Me topé a Pedro en los premios Fénix en México. Yo estaba todavía dándole leche a mi hija, hace como 7 años, (él) estaba recién salido de “Game of Thrones”. Es que yo en “Game of Thrones” lo amé, lo encontré puro fuego. Tengo fotos con él que la verdad atesoro porque es un derroche de simpatía, de talento y de buena onda. Se merece todo el éxito que está teniendo.

-Que dos chilenos se vean en este tipo de universo, es distinto.

-Por supuesto que hay una cercanía entre chilenos. El efecto tribu es real. Uno siempre, cuando ve a alguien como uno, y por eso hablaba de la representación, de verse representado en una industria grande. Ver a alguien como uno genera ese aliento a seguir adelante, a impulsarse, a verlo posible, a creerse el cuento.