VIRAL. ¿La pobreza guarda relación con las habilidades para nadar? Esto dice la OCDE sobre el debate que se abrió tras el piscinazo de Viña 2024

Esta semana, en el contexto del Festival de Viña 2024, los vecinos de Viña del Mar y los trabajadores de la prensa eligieron a los embajadores del certamen. Los galardonados fueron, esta vez, el chico reality Nicolás Solabarrieta y la influencer Naya Fácil.

El piscinazo de los elegidos tuvo lugar este jueves en la piscina del Hotel Nilahue. Y, en particular, el de la influenciadora generó una serie de reacciones en redes sociales, pues no sabía nadar, por lo que evitó tirarse un piquero y simplemente se sumergió.

“Las personas pobres no tuvimos acceso a clases de natación. Hoy me atreví y sin miedo. Llegando a Santiago retomaré mis clases de natación y juro que en un tiempo más estaré nadando”, explicó Naya Fácil en su cuenta de Instagram.

Sus palabras abrieron un debate en redes sociales. A través de X ―antes Twitter―, el microbiólogo de la Universidad de Chile, Francisco Chávez (@bioBlogia) se preguntó si “¿será cierto que la pobreza guarda relación con las habilidades para nadar?” y abrió un hilo.

¿Será cierto lo que dice @naya__facil de que la pobreza guarda relación con las habilidades para nadar? Me disfracé de @elaval y fui a las fuentes más confiables para responder la pregunta. Abro pequeño 🧵 para explicar. https://t.co/elji2YEPhE pic.twitter.com/43c2EKmUIZ

— Francisco P. Chávez (@bioBlogia) February 29, 2024

La fuente principal de su análisis fue el estudio “Swimming skills around the world” (Habilidades para nadar alrededor del mundo), elaborado por la OCDE en 2022. El sondeo estudió “las habilidades para nadar en todo el mundo y las inequidades que encontraron tanto entre países como dentro de los mismos”.

“La habilidad para nadar sin ayuda varía según el desarrollo económico de los países. En países de bajos ingresos, el 27% sabe nadar. En ingresos medios, el 38%. En países ricos y de la OCDE, el 75%. Es decir, en países pobres, 3/4 no pueden nadar, mientras en ricos solo 1/4”, detalló.

Luego, añadió que “¿Qué encuentran en los países? Que la capacidad de nadar y el riesgo de ahogamiento varían según la educación. Quienes estudian más años tienen más probabilidad de saber nadar. Sólo 21% con poca educación en países pobres sabe nadar, frente al 84% en países ricos con alta educación”.

El especialista agregó que “en el tema de género también hay inequidades. Los hombres reportan mayor capacidad para nadar que las mujeres. La brecha de género es mayor en los países de bajos y medianos ingresos bajos, pero en países de altos ingresos y de la OCDE, las diferencias se acortan”.

“Conclusiones: las brechas en la habilidad de nadar por género, edad y educación subrayan desigualdades globales”, afirmó. A su vez, aseguró que “esto resalta la importancia de integrar lecciones de natación en la educación para fomentar la libertad y el empoderamiento individual”.

Por ello, sostuvo que “si bien Naya Fácil tiene razón en que los pobres tienen menos habilidades para nadar, dentro de los pobres tener mayor nivel educacional, también influye en disminuir esa brecha”.