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Entrevistas

26 de Mayo de 2024

Sebastián Sichel busca ser alcalde de Ñuñoa y critica a Revolución Democrática: “Transforman los municipios en nichos ideológicos”

Fotos: Nico Amaya

El excandidato presidencial de Chile Vamos, hoy convertido en candidato a alcalde por Ñuñoa, ahonda en las críticas que tiene respecto a la actual jefa comunal Emilia Ríos (RD) y cuestiona a su partido y a los integrantes de su municipio de la "gestión deficiente". Asimismo, rescata los modelos de integración social del edil de Maipú, Tomás Vodanovic (RD) y, en materia educacional, espera que los liceos de excelencia de la comuna se mantengan en el municipio y no se trasladen, eventualmente, hacia un Servicio Local de Educación Pública (SLEP).

Por Jorge Palacios y Agustín Morel

A Sebastián Sichel le reconocen fácilmente en un restaurante ubicado a metros de la Plaza Ñuñoa. Producto de ello, una persona se le acerca y le brinda una breve arenga, que segundos después se transforma en un abrazo y un retrato para el recuerdo.

Ello, en consideración de que hoy el exabanderado presidencial de Chile Vamos, exministro de Desarrollo Social y expresidente Banco Estado figura como candidato para la alcaldía de Ñuñoa, liderada actualmente por Emilia Ríos (RD), de quien “no tiene dudas” que no tiene malas prácticas, “pero pertenece a un partido político que está ligado al Caso Fundaciones“.

Es a ese partido, Revolución Democrática, a quien Sebastián Sichel le apunta varios de los males que argumentan la negativa impresión que tiene sobre la gestión de Ríos en la municipalidad. Entre ellos, apela a un “sesgo ideológico” que ha impuesto agendas que, a su parecer, no han coincidido con la prioridad de los ñuñoínos.

¿Por qué el elector de Ñuñoa tendría que confiar en un candidato que hace un mes estaba postulando a la comuna de Santiago?

—Porque están desesperados. Porque tienen una mala administración. Tienen una comuna que es un pequeño Chile, que tiene recursos municipales malgastados. Porque, además, saben que el problema no es dónde duerme la persona que administra el municipio, sino si va a hacer bien la pega o no. Y porque además han aprendido que gente sin experiencia que llega a los municipios hace muy mal a las municipalidades. Parte importante de la conversación que he tenido con vecinos ha sido cómo esta idea moral de Revolución Democrática, de como que ellos tienen derecho a estar primero que el resto porque son mejores, porque viven ahí, porque son más jóvenes por lo que sea, se ha transformado finalmente en pésima administración en el municipio.

Existe un estigma del ñuñoíno que se transformó en sinónimo de ser del Frente Amplio. ¿Por qué cree que se creó este meme, esta imagen del “ñuñoíno” llegando a ser considerado un insulto?

—Primero, porque creo que la municipalidad transformó el municipio en un reducto de sus militantes y de este perfil que poco tiene que ver con el ñuñoíno que se levanta en la mañana, que se saca la cresta, que quiere que su hijo sea profesional, que tenga pega. Que es emprendedor, que tiene una historia ligada a la comuna y que es mucho más que eso. Ojo, que hay ciertas cosas de este tipo que hay que mirar con cuidado.

Yo soy de aquellos que creen que la revolución que viene en el mundo tiene que ver con la economía circular. Que el tema de igualdad de género o el tema de diversidad sexual son prioritarios en la agenda pública, pero creo que esos son condiciones que requieren como requisitos previos que haya orden y seguridad, que haya crecimiento y que haya pega. Lo que ha hecho muy mal en este caso la alcaldesa de Revolución Democrática es transformar este estereotipo en el modelo de gestión municipal. Lo que ha hecho es transformar esto, que es una caricatura de la gente que vive en Ñuñoa, en la forma de hacer gestión municipal. 

Sebastián Sichel

Preocuparse solo de los temas woke o de una agenda más bien que solo atienda a minoría y no hacer la gestión básica de un municipio, que es hacer bien la pega para que haya orden, para que haya seguridad, para que haya higiene, para que haya espacios y áreas verdes, para que se gasten bien los recursos, para que los emprendedores puedan desarrollar sus negocios.

¿Qué ofrece el candidato Sichel a Ñuñoa que no esté ofreciendo la actual administración? 

—Primero, no vengo a aprender a un municipio. Gran parte del problema que tiene el mundo de Gabriel Boric, de RD y lo han dicho, es que otra cosa es con guitarra. Tuve la fortuna, lo digo así, de ser presidente del Banco Estado, que maneja un presupuesto mucho mayor que la municipalidad. De ser ministro, de dirigir la Corfo y apoyar a miles de emprendedores. Tuve la oportunidad maravillosa de ser director de empresa, de ser abogado, de ser profesor, de estudiar mucho y creo que esa experiencia puede servir mucho en la gestión local y es transformadora.

Si tomé la decisión de ser candidato a alcalde es porque creo que aquí es donde se transforma la vida de las personas. Y esa experiencia quiero traerla a la gestión local y demostrar que, con lo mismo, los mismos recursos que tiene un municipio como Ñuñoa, se puede hacer mucho más de lo que se está haciendo.

“La gran tragedia de RD es su sesgo ideológico”

Uno de los flancos de la alcaldesa Emilia Ríos ha sido la educación, particularmente luego de que se desvincularon a 279 profesores, que luego se reintegraron. En la perspectiva de educación municipal, ¿qué propone usted?

-La gran tragedia de Revolución Democrática es su sesgo ideológico, que en vez de hacer municipios ciudadanos, transforman los municipios en nichos ideológicos. Porque lo que pasa en la educación en Ñuñoa es pragmático en este caso. Si tú eres alcaldesa de Ñuñoa y tienes los mejores colegios de Chile, lo que harías es mejorar esos colegios, hacer más inversión y seguir haciendo lo que hacías bien. Y aquí hizo todo lo contrario, desmanteló los colegios: 300 profesores despidió y después, cuando los reincorporó, no fue por gusto, fue porque le rechazaron el despido.

Eso demuestra el fanatismo ideológico que enceguece muchas veces a la extrema izquierda y a la extrema derecha del país. De no entender que lo que tú tienes que hacer es lo correcto, no lo que te dictan tus convicciones, a veces creadas. En el caso de Revolución Democrática, en el libro, y no creadas en la experiencia de haber dirigido municipios o empresas, de haber participado en la vida diaria. Para poder diseñar políticas públicas tienes que haber necesitado de políticas públicas. Le pasa a la alcaldesa lo mismo que al presidente Boric: que esa falta de experiencia se nota en decisiones como esta.

Emilia Ríos llega en un contexto en donde durante varios años era la derecha la que comandaba Ñuñoa. ¿Cómo se posiciona un candidato de derecha en la comuna, tomando en consideración ese último precedente? 

—Primero, yo compito contra la gestión actual. Y esta gestión es deficiente. Segundo, tengo la ventaja de ser un liberal de centro y querer construir un municipio para todos los ñuñoínos, por eso espero que me apoye la gente que votó por Emilia Ríos que está decepcionada, la gente de derecha que no votó por Emilia Ríos, la gente que votó por Andrés Zahri en su minuto, por Pedro Sabat, por Juan Pablo Sáez, por todos los candidatos. Y he conversado con todos. Ha sido bien increíble el apoyo transversal de todo este mundo. Eso demuestra la convicción de que aquí hay que hacer una campaña que son todos los colores contra el gris.

Una de las gracias que he tenido, habiendo sido responsable en instituciones mucho más grandes que la municipalidad de Ñuñoa, es que si algo han destacado de nuestro equipo es que nunca han tenido problemas de corrupción ni casos así. Y que, además, han sido medidos por la excelencia de la gestión de lo que hicimos. Lo mismo queremos mostrar al municipio. Sobre todo a un municipio que, no tengo ninguna duda que Emilia Ríos no tiene malas prácticas, pero pertenece a un partido político que está ligado al Caso Fundaciones.

Sebastián Sichel

¿Dónde ve la captura de Revolución Democrática en la actual gestión de Emilia Ríos? 

—Hay que mirar a los directores, mirar quién está a cargo de las áreas en el municipio, y se responde sola la pregunta. Luego, la agenda. Cuando tu tema es seguridad y la agenda está puesta más bien a la agenda programática de Revolución Democrática, te das cuenta que básicamente hay un error. Con el despido de los 300 profesores y todo el cambio que se estaba haciendo en la educación cuando las cosas funcionaban, y el abandono que hay en materia de seguridad o la pavimentación de las calles que la empezó a hacer ahora desesperadamente, te empiezas a dar cuenta de algo evidente.

Hay que ver ahora la gestión municipal y a dónde se han orientado los recursos y te das cuenta que no están en esto. Escuché una crítica de la alcaldesa que decía que ella ha duplicado el gasto en seguridad. Si fuera gerente de una empresa y me dicen que dupliqué el gasto, y se me duplicaron los delitos, demuestra que algo malo está pasando. Ahí te demuestra la falta de experiencia práctica en la gestión del aparato local.

Sebastián Sichel: “Hay que mirar lo que está haciendo Tomás Vodanovic en Maipú”

—¿Hay algún alcalde o alcaldesa, de oposición u oficialismo, que vea como un modelo as seguir en una eventual alcaldía?

—Primero los vecinos, vecinos y amigos. Esta comuna tiene casi una gran frontera con Providencia, y lo que ha hecho Providencia, no solo Evelyn Matthei, sino la gestión en general que se ha hecho en Providencia es un tremendo ejemplo de lo que podría hacerse acá (…). Son comunas muy similares, pero que tienen gestiones súper distintas. 

Con la diferencia que puedo tener, hay que mirar lo que está haciendo Tomás Vodanovic en Maipú. Es un alcalde que puso la gestión social hacia adentro. Y diría que hay que mirar fuertemente el trabajo que en su minuto hizo Claudio Orrego en Peñalolén y Manuel José Ossandón en Puente Alto. Cuando entendieron que los municipios eran el centro neurálgico de la toma de decisiones de los ciudadanos cotidianamente. 

Ñuñoa desapareció del mapa incluso de la gestión municipal, del liderazgo nacional. No es ejemplo de nada. Maipú es un ejemplo de lo que está haciendo Vodanovic con la integración social. En su minuto, con todas las diferencias que tengo con Jadue, cuando partió, sonaba bien lo de las farmacias populares. Nadie quiere imitar lo que pasa en Ñuñoa. Ñuñoa en los 90-80, uno estaba orgulloso de que el alcalde fue un líder nacional, que estuviera en los debates públicos, que estuviera en la agenda. 

El presidente de la UDI, Javier Macaya, mencionó que uno de los errores de su sector ha sido anunciar candidaturas por el diario. ¿Es su caso? 

—No, para nada. Ahora lo pude conversar con Evelyn Matthei, y le dije que mi interés estaba en comunas de clase media como Ñuñoa. La verdad, hubo una ofensiva de los partidos y de los exalcaldes para que yo fuera por Santiago. Y dije que no. No hay ninguna entrevista que dijera que yo quería ser alcalde de Santiago, salvo que haya acuerdos de los partidos. Y no hubo. Esa es la respuesta. En el caso de Ñuñoa fue al revés.

Cuando tomé la decisión de hacerlo público fue porque habíamos conversado transversalmente. No sólo los partidos de Chile Vamos, sino también varios de centro, que había pleno consenso en que se necesitaba un liderazgo nuevo en la comuna. No ha sido un error. En el caso de Santiago, para ser honestos, fue al revés. Eran los partidos o las encuestas las que decían que yo tenía que ir para allá, y yo nunca tomé esa decisión hasta el final. 

—El turismo electoral fue una temática que se abordó a raíz de la llegada de Mario Desbordes como candidato. ¿Le ve relevancia a ese debate? 

—Primera reflexión: creer eso en una ciudad de 8 millones de habitantes, que las fronteras comunales se conectan todas, me parece primero, soberbio, y lo digo honestamente. El Frente Amplio tiene que aprender un poquito de humildad. Esta idea moral de que ellos son mejores porque están en un lugar, o porque vienen de la universidad, o porque nacieron en un lugar, le hace daño a la política.

—¿Por qué?

—Porque es no entender que lo que le importa a las personas es que hagan bien la pega. Entonces, me encantaría que ese debate se hubiera centrado en, “mira, no me gusta que llegue Sichel por su política en materia de seguridad”. Y mira a lo que llegaron, otra vez. Se llama falacia ad hominem en retórica. Caen en el pecado que ha sido el gran pecado de Giorgio Jackson, de toda Revolución Democrática, y en este caso, de las alcaldesas Irací Hassler y Emilia Ríos, que es creer que son moralmente superiores por alguna razón, la que sea. 

A esta altura, creo que esa forma de argumentar le hace muy mal al ciudadano, porque se olvida de él. Pregúntale a alguien en Ñuñoa qué prefiere, si un alcalde que trabaje 24-7 por la comuna, o con la gestión municipal, o alguien que viva en la comuna, pero hace una mala gestión municipal y le importa un bledo de lo que le pasa al resto, salvo a los militantes de su partido. Y esa respuesta se responde sola y, además, hay una maravillosa cosa en la democracia que resuelve estas disputas, los votos. Por lo tanto, que sean los ciudadanos los que eligen.

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