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Poder

10 de Junio de 2014

Walker insiste en que el Mineduc se convertirá un en “gestor inmobiliario” y asegura que la lealtad “no es incondicionalidad”

El presidente de la Democracia Cristiana, Ignacio Walker, aseguró que la lealtad “no es incondicionalidad” ni “obsecuencia”, en referencia a los polémicos dichos que este fin de semana profirió en torno a la reforma educacional que impulsa el Gobierno. “Nuestra mayor lealtad al Gobierno de la Presidenta Bachelet, que es nuestro Gobierno, y a la […]

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El presidente de la Democracia Cristiana, Ignacio Walker, aseguró que la lealtad “no es incondicionalidad” ni “obsecuencia”, en referencia a los polémicos dichos que este fin de semana profirió en torno a la reforma educacional que impulsa el Gobierno.

“Nuestra mayor lealtad al Gobierno de la Presidenta Bachelet, que es nuestro Gobierno, y a la Nueva Mayoría, que nosotros hemos contribuido a formar, nuestra mejor contribución es, justamente, contribuir a mejorar y perfeccionar estos proyectos de ley”, dijo la mañana de este martes en radio Cooperativa.

“Si un Estado, a través del Ministerio de Educación -según dice el informe financiero del proyecto de ley- puede comprar a los privados infraestructura por hasta 440 millones dólares al año, o sea 5.000 millones de dólares en 10 años, después de comprarlos darlos en comodato al mismo sostenedor y entremedio tener peritos, tasaciones, comisiones… Si eso no se llama gestión inmobiliaria, dígame usted cómo se llama. Lo que estoy diciendo es que esa es una nueva función que asumiría el Ministerio de Educación”, insistió el timonel de la falange.

En esa linea, Walker expresó que “la verdadera amenaza hoy día -lo digo en la entrevista del sábado, pero eso no es titular- no está en torno a la educación privada, el 63 por ciento de la matrícula en Chile es privada. La verdadera amenaza está en torno a la educación pública, sólo el 37 por ciento de la matrícula está en la educación pública”.

“Hay otras formas de darle un mejor uso a esos recursos, por ejemplo, en el mismo proyecto y casi no se ha hablado de eso, hay una mucho mejor fórmula que es que al sostenedor privado que persigue fines de lucro, que se transforma en sostenedor privado que no persigue fines de lucro, tiene hasta 12 años para pagársele su inversión con cargo a la subvención. Ahí tienen que estar los incentivos, pero no en que el Estado comience a pagar infraestructura”, concluyó.

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